Padres del docente universitario Diego Antonio Esper, asesinado tres años atrás en la capital provincial convocaron para mañana miércoles a una marcha de silencio contra la impunidad que se realizará una vez concluída la misa en la parroquia La Purísima de Tartagal.
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Padres del docente universitario Diego Antonio Esper, asesinado tres años atrás en la capital provincial convocaron para mañana miércoles a una marcha de silencio contra la impunidad que se realizará una vez concluída la misa en la parroquia La Purísima de Tartagal.
Diego Esper, licenciado en administración de empresa y docente de la UNSA fue asesinado hace tres años en su departamento ubicado en calle Dean Funes al 300 en pleno centro de la capital provincial a media cuadra de la central de policía. Por el hecho se encuentra detenido el camionero catamarqueño Rodolfo Benjamín Suárez; Cristian Morcillo Castillo, un fisico culturista y streaper tartagalense está imputado por el delito de encubrimiento pero permanece en libertad.
A pesar que ya transcurrieron tres años del hecho, la justicia no estableció fecha del juicio oral y público a pesar que la causa ya fue elevada a esa instancia en abril de este año. Sucesivas presentaciones de los defensores de los imputads en especial del camionero Suarez han conseguido retrasar el proceso por lo que los padres del jóven asesinado a los 33 años de edad, participan en forma constante de las marchas contra la impunidad que se realizan en la capital provincial.
María del Socorro Sanchez y su esposo Francisco Esper invitaron a la marcha que se realizará mañana en los alrededores de la plaza General San Martín en Tartagal al cumplirse tres años del horrendo homicidio y una vez concluída la misa. Esper fue asesinado a golpes, al parecer mientras dormía en su departamento. Suárez está acusado por el delito de homicidio calificado por alevosía y robo mientras Morcillo Castillo fue acusado por el juez Pablo Farah que instruyó la causa como responsable del delito de encubrimiento. Si bien ambos pronunciamientos están firmes pasados tres años del homicidio no hay fecha del juicio oral y público. Fue el padre de Diego Esper, un conocido empresario norteño quien junto a su hija menor encontraron el cuerpo sin vida del docente universitario, tendido sobre su camay con el cráneo destrozado a golpes.