El sector automotor resultó uno de los más afectados por la inflación que se agudiza, y la devaluación implementada por el Gobierno en el mes de enero. Pero más allá del impacto que provocó una fuerte caída en las ventas, la situación amenaza a otras actividades que forman parte de la cadena industrial. La prueba más concreta apareció con el conflicto de la fábrica de estampado de Gestamp que paralizó tres plantas de notable producción: Volkswagen, Ford y PSA Peugeot. Sin dudas, otro golpe para una actividad que venía de récord en récord, y que este año aspiraba a llegar a la venta de un millón de unidades.
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El sector automotor resultó uno de los más afectados por la inflación que se agudiza, y la devaluación implementada por el Gobierno en el mes de enero. Pero más allá del impacto que provocó una fuerte caída en las ventas, la situación amenaza a otras actividades que forman parte de la cadena industrial. La prueba más concreta apareció con el conflicto de la fábrica de estampado de Gestamp que paralizó tres plantas de notable producción: Volkswagen, Ford y PSA Peugeot. Sin dudas, otro golpe para una actividad que venía de récord en récord, y que este año aspiraba a llegar a la venta de un millón de unidades.
Frente a este escenario con precios de unidades por las nubes, la gente despertó del sueño de comprar un 0Km pero se enfrentó con otras realidades. Los efectos de la devaluación y la siempre vigente traba a los productos importados, golpearon de lleno los bolsillos de todos aquellos argentinos que deben recurrir a un taller mecánico para reparar su auto.
“Está complicada la mano, hubo aumentos de entre 30 y 50%”, arrancó Martín, que tienen un taller de mecánica integral en Salta. “En una semana los precios aumentaron lo mismo que en todo 2013, entre el 15 y el 35%”, agregaron en un taller de alineado y balanceo. Entre los chapistas, los precios todavía no acompañan la inflación pero es cuestión de tiempo.
Según un informe de iProfesional a través de consultas realizadas en casa de autopartes y mecánicos los repuestos se encarecieron hasta un 50% desde enero y en casi un 100% desde 2013 a esta parte.
Los incrementos en mano de obra no se quedan atrás. De hecho, también se debe pagar prácticamente el doble respecto al año anterior. Incluso, para un service básico de mantenimiento. Por otra parte el faltante de repuestos sigue a la orden del día y no hace otra cosa que encarecer las reparaciones y extender las demoras que, en algunos casos, llegan a los dos meses, si es que el arreglo implica sustituir piezas de electrónica o algunos componentes que se traen de afuera. De acuerdo con distintos talleres consultados, el actual contexto (altos precios que se combinan con piezas difíciles de conseguir) obliga a los afectados a optar por repuestos de menor calidad o a recurrir a la búsqueda de soluciones caseras.
Importados por las nubes
En el caso de querer realizar un service de rutina en un agente oficial, los números impresionan. Por ejemplo, para el caso de una Dodge Journey que llegó a los 20.000 kilómetros, en una casa autorizada de la Avenida del Libertador el precio se eleva a los $4.100, que incluye cambio de aceite, filtro de aceite, aire y polen, líquido limpiaparabrisas, limpia-inyectores y lubricantes. A este precio debe agregarse adicionales si deben ajustarse los frenos delanteros o traseros. Y, así ocurre con las otras marcas. Frente al cuadro de situación que hoy se vive con los precios, la recomendación es mantener la prudencia al manejar y rezar para que nada se rompa.