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15 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Paz y no muros de enemistad

Lunes, 09 de junio de 2014 01:21

Los presidentes de Israel, Simón Peres, y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, dijeron ayer ante el papa Francisco que están preparados para intentar conseguir lo antes posible la paz en Oriente Medio.

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Los presidentes de Israel, Simón Peres, y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, dijeron ayer ante el papa Francisco que están preparados para intentar conseguir lo antes posible la paz en Oriente Medio.

Este encuentro sin precedentes para invocar la paz se celebró en un rincón de los Jardines Vaticanos, resguardado por altos arbustos y con vistas a la cúpula de San Pedro.

La reunión se produjo después de que el Papa invitase a ambos mandatarios “a casa” para rezar por la paz, durante su viaje a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo pasados.

En la ceremonia, en la que el papa Francisco estuvo sentado entre los dos presidentes, judíos, cristianos y musulmanes dieron las gracias por la Creación, pidieron perdón por los pecados e invocaron la paz.

Salmos, lecturas de la Biblia, una oración del rabino Nahman de Breslau, el Mea Culpa que pronunció en 2000 san Juan Pablo II, un escrito de San Francisco de Asís y textos inspirados en el Corán y música crearon una atmósfera íntima y adecuada para una ceremonia histórica.

Francisco se dirigió a los mandatarios para indicarles que “los hijos están cansados y agotados por los conflictos y con ganas de llegar a la paz”.

Y afirmó que todos “piden derribar los muros de la enemistad y tomar el camino del diálogo para que triunfen el amor y la amistad”.

Francisco consideró que “para conseguir la paz se necesita mucho más valor que para hacer la guerra”.

Después le tocó el turno a Peres, que aunque admitió que la paz “no se consigue fácilmente”, instó a “luchar con todas nuestras fuerzas para llegar a ella. Para conseguirla pronto, incluso si para ello se requieren sacrificios o compromisos”.

Peres expresó el deseo de que “la verdadera paz pueda convertirse en nuestra herencia temprana y rápida” y aseguró que israelíes y palestinos “desean ardientemente la paz”.

“La lágrimas de las madres sobre sus hijos todavía están grabadas en nuestros corazones. Debemos poner fin a los gritos, la violencia, los conflictos. Todos necesitamos la paz. La paz entre iguales”, añadió.

El discurso más político lo pronunció Abbas, quien pidió además de la paz para “nosotros y nuestros vecinos”, “libertad para Palestina, un estado soberano e independiente”.

Abbas aseguró que “la reconciliación y la paz son los objetivos” de los palestinos y dijo en su discurso: “Aquí estamos, Dios, inclinados a la paz. Haz firmes nuestros pasos y corona nuestros esfuerzos con el éxito”.

El presidente palestino también formuló su deseo de que “Jerusalén en particular sea una tierra segura para los creyentes y un lugar de oración y veneración para los seguidores de las tres religiones monoteístas”.

Además, Abbas y Peres tuvieron gestos de acercamiento como cuando se saludaron cordialmente en la residencia de Santa Marta, donde les recibió el papa Francisco, y no dudaron en subirse juntos a un autobús para acudir al lugar de la celebración y posteriormente plantaron juntos un olivo, el árbol símbolo de la paz.

Declaración en Buenos Aires 

Cristianos, judíos e islámicos firmaron en Buenos Aires una “Declaración de paz y convivencia entre los pueblos”, con motivo del encuentro que el papa Francisco mantuvo ayer Vaticano con los presidentes de Israel, Simón Peres, y de Palestina, Mahmud Abbas.

La declaración fue rubricada el sábado en el Cabildo de Buenos Aires, en un acto del que participó la ministra de Cultura, Teresa Parodi.

“Estoy conmovida por este acto de amor por la paz. Celebro este encuentro como ciudadana, como habitante de este país que ha sabido dar lugar a la diversidad de los pueblos” dijo Parodi.

Los firmantes se comprometieron “defender el contenido humanista existente en el cristianismo, el judaísmo y el Islam, en todas sus expresiones, a bregar y educar por la paz”.

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