Además de ser muy nutritivas, las sopas son ideales para hacerles frente a los días fríos del invierno. Se trata de un gran vehículo para incorporar un excelente balance entre agua, fibras, proteínas y lácteos en un solo plato. Existen distintas técnicas para que una sopa resulte exquisita y no como en tiempo pasados, que era utilizada como castigo para los más chicos de la casa. El aroma y el vapor que desprenden templan el cuerpo en los días más helados. Además, son muy nutritivas porque están repletas de vitaminas y fibras. Puede utilizarse como una entrada a una comida o también como plato único en sí misma.
La diferencia está en la cantidad. Para una entrada, la medida será reducida. Y para un plato principal, una más abundante. Una sopa principal debe, a nuestro gusto, tener carne, pollo o queso, es decir, algo contundente. Es lo que se denomina toppings, o sea, trozos de ingredientes que se agregan a una comida. Pero lo peor que le puede pasar a una sopa es que no tenga gusto a nada. A veces sucede que le ponemos un montón de verduras, variadas y de todos los colores, pero resulta insípida.
Esto ocurre muchas veces por "tirar" -por decirlo de alguna manera- todos los alimentos a la olla sin tener ninguna técnica en particular. Recomendamos dividir el proceso de preparación de una sopa en dos partes: la base y los toppings. En cuanto a la base, se pueden saltear los ingredientes (carnes y vegetales) en un poco de aceite, para luego agregar el agua fría y lograr una mayor extracción de sabor. Si se busca una sopa más saludable, se pueden colocar todos los ingredientes en agua fría y cocinar.
La diferencia está en la cantidad. Para una entrada, la medida será reducida. Y para un plato principal, una más abundante. Una sopa principal debe, a nuestro gusto, tener carne, pollo o queso, es decir, algo contundente. Es lo que se denomina toppings, o sea, trozos de ingredientes que se agregan a una comida. Pero lo peor que le puede pasar a una sopa es que no tenga gusto a nada. A veces sucede que le ponemos un montón de verduras, variadas y de todos los colores, pero resulta insípida.
Esto ocurre muchas veces por "tirar" -por decirlo de alguna manera- todos los alimentos a la olla sin tener ninguna técnica en particular. Recomendamos dividir el proceso de preparación de una sopa en dos partes: la base y los toppings. En cuanto a la base, se pueden saltear los ingredientes (carnes y vegetales) en un poco de aceite, para luego agregar el agua fría y lograr una mayor extracción de sabor. Si se busca una sopa más saludable, se pueden colocar todos los ingredientes en agua fría y cocinar.
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Además de ser muy nutritivas, las sopas son ideales para hacerles frente a los días fríos del invierno. Se trata de un gran vehículo para incorporar un excelente balance entre agua, fibras, proteínas y lácteos en un solo plato. Existen distintas técnicas para que una sopa resulte exquisita y no como en tiempo pasados, que era utilizada como castigo para los más chicos de la casa. El aroma y el vapor que desprenden templan el cuerpo en los días más helados. Además, son muy nutritivas porque están repletas de vitaminas y fibras. Puede utilizarse como una entrada a una comida o también como plato único en sí misma.
La diferencia está en la cantidad. Para una entrada, la medida será reducida. Y para un plato principal, una más abundante. Una sopa principal debe, a nuestro gusto, tener carne, pollo o queso, es decir, algo contundente. Es lo que se denomina toppings, o sea, trozos de ingredientes que se agregan a una comida. Pero lo peor que le puede pasar a una sopa es que no tenga gusto a nada. A veces sucede que le ponemos un montón de verduras, variadas y de todos los colores, pero resulta insípida.
Esto ocurre muchas veces por "tirar" -por decirlo de alguna manera- todos los alimentos a la olla sin tener ninguna técnica en particular. Recomendamos dividir el proceso de preparación de una sopa en dos partes: la base y los toppings. En cuanto a la base, se pueden saltear los ingredientes (carnes y vegetales) en un poco de aceite, para luego agregar el agua fría y lograr una mayor extracción de sabor. Si se busca una sopa más saludable, se pueden colocar todos los ingredientes en agua fría y cocinar.
La diferencia está en la cantidad. Para una entrada, la medida será reducida. Y para un plato principal, una más abundante. Una sopa principal debe, a nuestro gusto, tener carne, pollo o queso, es decir, algo contundente. Es lo que se denomina toppings, o sea, trozos de ingredientes que se agregan a una comida. Pero lo peor que le puede pasar a una sopa es que no tenga gusto a nada. A veces sucede que le ponemos un montón de verduras, variadas y de todos los colores, pero resulta insípida.
Esto ocurre muchas veces por "tirar" -por decirlo de alguna manera- todos los alimentos a la olla sin tener ninguna técnica en particular. Recomendamos dividir el proceso de preparación de una sopa en dos partes: la base y los toppings. En cuanto a la base, se pueden saltear los ingredientes (carnes y vegetales) en un poco de aceite, para luego agregar el agua fría y lograr una mayor extracción de sabor. Si se busca una sopa más saludable, se pueden colocar todos los ingredientes en agua fría y cocinar.