Esas respuestas también espera oír Omar Valdez, papá de Mauricio Valdez, otra de las víctimas de esa evitable tragedia. A nueve meses de ese hecho, nadie del Ejecutivo provincial asume las responsabilidades. Nadie les dice a los parientes de Martín Albarracín, Víctor Ferreyra, Mauricio Valdez y Matías Vilte quién dio la orden que desencadenó posteriormente el final de sus vidas.
Ayer, El Tribuno publicó un video que muestra el infierno que vivieron los cuatro brigadistas en Guachipas. Las imágenes, que recorrieron el mundo a través de la web, las redes sociales y la televisión, son escalofriantes. Se ve a los rescatistas intentar huir mientras el fuego los rodea. Incluso se observa cómo uno de ellos arde en llamas pese a tener supuestamente prendas ignífugas.
Martín Albarracín filmó esas impactantes escenas de 96 segundos con su celular LG. El equipo fue alcanzado por las llamas pero la tarjeta de memoria quedó intacta. Tras meses de buscar en distintos dispositivos, David Albarracín, hermano de Martín, encontró días atrás fotografías y filmaciones del 28 de octubre del año pasado.
Ayer, los familiares de los brigadistas dieron una extensa y detallada nota a Radio Salta sobre las dudas del caso, las omisiones del Ejecutivo, los protocolos que no se cumplieron y lanzaron duras críticas contra el fiscal de Cerrillos Gabriel Portal, quien archivó la causa al considerar que "estaríamos en presencia de un accidente casual". Hasta dispuso que no se hicieron autopsias a los cuatro cuerpos.
"Me recordó a la época del proceso cuando no se tenía respeto por la vida de nadie". Con esas palabras, Martín Albarracín (padre) se refirió al silencio que se mantiene en Defensa Civil por la tragedia.
A fines de octubre, una cuadrilla de seis rescatistas fue enviada a sofocar un incendio que se había desatado hacía varios días en Las Juntas. Además de Vilte, Ferreyra, Valdez y Albarracín, formaron parte de ese grupo Esteban Egideo Espinoza y Pablo César Rivas.
Los cuatro brigadistas que llegaron hasta la zona del foco tenían mochilas de agua de 20 litros. No había ningún jefe que los coordinara y se incumplieron normas que exigen los protocolos para estas situaciones. Incluso, el día anterior un helicóptero hidrante había sobrevolado la zona de los incendios y realizó nueve descargas. Y sin poder menguar las llamas, suspendió las operaciones.
David Albarracín, hermano de Martín, remarcó que la ropa de los brigadistas no era la adecuada para ese tipo de incendio. Sostuvo que los guantes no estaban homologados.
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Esas respuestas también espera oír Omar Valdez, papá de Mauricio Valdez, otra de las víctimas de esa evitable tragedia. A nueve meses de ese hecho, nadie del Ejecutivo provincial asume las responsabilidades. Nadie les dice a los parientes de Martín Albarracín, Víctor Ferreyra, Mauricio Valdez y Matías Vilte quién dio la orden que desencadenó posteriormente el final de sus vidas.
Ayer, El Tribuno publicó un video que muestra el infierno que vivieron los cuatro brigadistas en Guachipas. Las imágenes, que recorrieron el mundo a través de la web, las redes sociales y la televisión, son escalofriantes. Se ve a los rescatistas intentar huir mientras el fuego los rodea. Incluso se observa cómo uno de ellos arde en llamas pese a tener supuestamente prendas ignífugas.
Martín Albarracín filmó esas impactantes escenas de 96 segundos con su celular LG. El equipo fue alcanzado por las llamas pero la tarjeta de memoria quedó intacta. Tras meses de buscar en distintos dispositivos, David Albarracín, hermano de Martín, encontró días atrás fotografías y filmaciones del 28 de octubre del año pasado.
Ayer, los familiares de los brigadistas dieron una extensa y detallada nota a Radio Salta sobre las dudas del caso, las omisiones del Ejecutivo, los protocolos que no se cumplieron y lanzaron duras críticas contra el fiscal de Cerrillos Gabriel Portal, quien archivó la causa al considerar que "estaríamos en presencia de un accidente casual". Hasta dispuso que no se hicieron autopsias a los cuatro cuerpos.
"Me recordó a la época del proceso cuando no se tenía respeto por la vida de nadie". Con esas palabras, Martín Albarracín (padre) se refirió al silencio que se mantiene en Defensa Civil por la tragedia.
A fines de octubre, una cuadrilla de seis rescatistas fue enviada a sofocar un incendio que se había desatado hacía varios días en Las Juntas. Además de Vilte, Ferreyra, Valdez y Albarracín, formaron parte de ese grupo Esteban Egideo Espinoza y Pablo César Rivas.
Los cuatro brigadistas que llegaron hasta la zona del foco tenían mochilas de agua de 20 litros. No había ningún jefe que los coordinara y se incumplieron normas que exigen los protocolos para estas situaciones. Incluso, el día anterior un helicóptero hidrante había sobrevolado la zona de los incendios y realizó nueve descargas. Y sin poder menguar las llamas, suspendió las operaciones.
David Albarracín, hermano de Martín, remarcó que la ropa de los brigadistas no era la adecuada para ese tipo de incendio. Sostuvo que los guantes no estaban homologados.