No es la primera vez que en Salta denuncian a funcionarios públicos ligados al poder político y judicial por abuso de autoridad. La unión que supieron tejer actores vinculados por algún tipo de parentesco en Joaquín V. González sería el origen de la impunidad importante. En ese entramado político/judicial, una desgarradora historia subyase casi por inercia: una niña de 15 años abusada de forma sistemática habría sido obligada a abortar. A esa grave situación se suman otras como el amparo de la "Justicia" a favor de un hombre y la agresión física y verbal contra un profesional del Derecho.
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No es la primera vez que en Salta denuncian a funcionarios públicos ligados al poder político y judicial por abuso de autoridad. La unión que supieron tejer actores vinculados por algún tipo de parentesco en Joaquín V. González sería el origen de la impunidad importante. En ese entramado político/judicial, una desgarradora historia subyase casi por inercia: una niña de 15 años abusada de forma sistemática habría sido obligada a abortar. A esa grave situación se suman otras como el amparo de la "Justicia" a favor de un hombre y la agresión física y verbal contra un profesional del Derecho.
El nombre de Jorge Ricardo Bejarano se transformaría en una de las causas judiciales sin resolver en la localidad de Joaquín V. González, ciudad cabecera del departamento Anta. Fue detenido en junio pasado acusado de "corrupción de menores", sin embargo no tardó demasiado en quedar en libertad tras una supuesta maniobra ejercida por quienes detentan la Justicia en ese departamento. El doctor Pablo Luis Ibáñez, que había estado como defensor de Bejarano, denunció al fiscal anteño, Gonzalo Gómez Amado, y a la doctora Dana Segovia, por "cohecho, tráfico de influencias y asociación ilícita", entre otras causas penales.
El horror es la síntesis que explica la corta pero intensa vida de una menor que hoy tiene 15 años y habría padecido las peores humillaciones en Anta. Su madre denunció que hace tres años la niña fue violada por un pariente, tiempo más tarde y lejos de que el tormento pasara, la víctima fue a parar en manos de un hombre quien en teoría "no le iba a hacer faltar nada", le dijeron a la vulnerable niña. Según lo expuesto por la progenitora, ese hombre es Jorge Ricardo Bejarano, quien fue acusado de "corrupción de menores", estuvo en manos de la Justicia y hoy goza de su libertad.
Tanto la madre de la víctima, como su hermana, apuntan contra Bejarano en cuanto a una relación enfermiza en la que la joven de 15 años fue amenazada por el hombre de 55. Según explican, mientras la víctima vivía con su padre, a quien también acusan de ser quien entregó a la niña, fue inducida a mantener una relación de "noviazgo" y estaba bajo su "cuidado" siendo sistemáticamente celada y amenazada, ella y su familia.
La otra verdad
La adolescente fue expuesta en tres oportunidades a Cámara Gesell, en dos de ellas no dijo nada sobre su relación con Bejarano, incluso llegó a culpar a su madre de haberla prostituido con lo cual la mujer fue puesta a disposición de la Justicia y estuvo privada de su libertad. En la tercera Cámara, y a sabiendas de que el hombre de 55 años estaba preso, decidió cambiar el relato y desentrañar otra verdad.
Frente a psicólogos y profesionales en el tema, la menor no solo dijo que su madre había estado presa por su culpa, sino también contó las amenazas y agresiones verbales y físicas que Bejarano habría ejercido contra ella desde los 12 años. Dijo que por celos le pegaba piñas en la cabeza para no dejarle marcas en el cuerpo. Que se trata de una persona con plata y además de su esposa tiene otras jovencitas a quienes le paga para prostituirlas, según consta en la documentación. Tenía prohibido ver a su mamá.
El aborto
En medio del dolor, la marginalidad y una familia signada al horror, la joven también contó que el mismo hombre la indujo no solo a mentir sino también a un presunto aborto. La llevó a la casa de un médico amigo, quien le practicó el aborto, como consecuencia de ello fue que le surgió un quiste en uno de sus ovarios que se hizo tratar no hace mucho tiempo. Esa misma manipulación utilizó, según la menor, Jorge Bejarano para que ella mintiera sobre su progenitora.
Mientras el doctor Pablo Ibáñez actuaba como abogado defensor de Bejarano, en una de las Cámaras Gesell la menor indicó que su madre la prostituía, sin embargo luego dijo que el doctor -por Ibáñez- creyó esa historia pero fue todo mentira, fue Bejarano quien impulsó a la menor a mentir. En ese momento la víctima contó que su madre no permitía la relación con el hombre de 55 años dada la diferencia de edad y la violencia de este último contra ella.