La 74ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa es ya un eslabón histórico para el periodismo de Salta. Nos llena de orgullo que, en nuestra provincia, el periodismo de América haya abordado problemas acuciantes, de enorme actualidad, y que haya ratificado sus valores en una Declaración de Salta, de enorme importancia.
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La 74ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa es ya un eslabón histórico para el periodismo de Salta. Nos llena de orgullo que, en nuestra provincia, el periodismo de América haya abordado problemas acuciantes, de enorme actualidad, y que haya ratificado sus valores en una Declaración de Salta, de enorme importancia.
Este encuentro será inolvidable porque permitió compartir las experiencias de colegas de todo el continente. Los diarios, radios y canales de cada provincia registran día a día la historia de las localidades, los barrios, los ámbitos culturales o los gobiernos. Eso solo es posible con profesionales. Por eso, esos medios conservan la confianza del público a través del tiempo.
Tiempos violentos
América Latina y sus periodistas sufren la intolerancia de algunos gobiernos, los ataques del crimen organizado y las tensiones propias de sociedades fracturadas. La Declaración de Salta pone de relieve el delicado equilibrio que debemos mantener ante las contradicciones que se plantean entre el respeto a la verdad, el derecho a informar y el derecho a la privacidad. La libertad de prensa es un componente de la democracia que a los gobernantes suele resultarles incómoda.
La presencia del presidente Mauricio Macri y de la gobernadora María Eugenia Vidal, además de la participación de las autoridades provinciales, el mensaje del presidente de Ecuador, Lenin Moreno, del emblemático periodista Bob Woodward (por teleconferencia) y la enorme jerarquía de los panelistas es alentadora, y muestra el enorme éxito de esta reunión en Salta.
Una reunión excelente
El esfuerzo de un gran equipo de trabajo y la colaboración de todos lo hizo posible. Todos los objetivos se alcanzaron y todo lo que estaba previsto para que esta reunión estuviera a la altura de un debate sobre temas trascendentes para la prensa y, sobre todo, para la sociedad.
La Declaración de Salta es el corolario de un trabajo compartido en la SIP, a lo largo de este año, con un análisis meticuloso y crítico.
El resultado es un pronunciamiento que se convierte en antecedente jurídico, político y profesional de dimensión histórica. En estos días hemos descripto y analizado el escenario desolador de muchos países de nuestra América. Frente a esas realidades se pone de relieve el valor de la democracia auténtica, como cultura, porque es en ese clima donde el espíritu humano se despliega plenamente.
La era digital
Estamos en la era digital. Los cambios tecnológicos imponen una transformación de nuestra actividad en la que aún estamos madurando. Esta Declaración de Salta es trascendente, porque en este nuevo escenario de las comunicaciones, el periodismo sigue siendo información, interpretación y opinión. Cuando en su práctica observa esos preceptos, asume un compromiso con la ciudadanía, la democracia y la verdad.
No existen verdades absolutas; por eso es esencial la pluralidad de medios. La comunicación se ha masificado, se ha acelerado y nos impone otra forma de trabajar. Cualquiera sea su línea editorial -que expresa una visión global y un sistema de valores-, el periodismo profesional, el periodismo serio, necesita el respeto y el apoyo de los gobiernos, porque en su función es irreemplazable.
Ratificamos con la SIP, en nuestra provincia, que la información fundada es inherente a la democracia, a la defensa de los derechos humanos, a la libertad de pensamiento y a la construcción de una sociedad equitativa. Las plataformas digitales son y serán un medio extraordinario para diversos fines, pero solo podrán cumplir la función del periodismo como vectores de información, análisis interpretativo y opiniones, elaboradas y editadas por periodistas profesionales.
Este documento que ayer publicó la Sociedad Interamericana de Prensa aborda este desafío. Sostenemos una certeza: las sociedades no pueden evolucionar sin pensamiento libre. Nos llena de orgullo que el periodismo de América haya decidido abordar en Salta interrogantes y problemas esenciales, y haya ratificado sus convicciones históricas.
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