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Una mujer vivió una odisea para dar a luz: "Fue lo peor que me pasó"

Soledad Ojeda Ferez relató que se encontraba en el noveno mes de embarazo y que claramente sufrió violencia obstétrica en el hospital Melchora de Cornejo.
Jueves, 01 de noviembre de 2018 01:43

Una mujer denunció que sufrió una cruel violencia obstétrica y negligencia en el hospital local cuando estaba por dar a luz a una beba.

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Una mujer denunció que sufrió una cruel violencia obstétrica y negligencia en el hospital local cuando estaba por dar a luz a una beba.

Se trata de Soledad Ojeda Ferez, de 33 años, quien denunció en la comisaría 31 que en enero pasado se encontraba cursando el noveno mes de embarazo y que a raíz de que sufría problemas de presión alta fue al hospital local, donde la atendió uno de los ginecólogos.

Se había programado una cesárea y la mujer se hizo presente en el nosocomio y quedó internada como estaba previsto.

La embarazada relató en la denuncia que fue trasladada al quirófano y que le colocaron una sonda, el suero y que solamente faltaba que le colocaran la anestesia, pero el médico informó que no se haría presente por problemas personales y que la cirugía no se llevaría a cabo ese día.

No le dieron medicación

Ferez dijo que desde la noche que llegó al hospital no volvió a tomar las pastillas de la presión y destacó que no le dieron nada y que escuchó a un grupo de empleados del hospital quejarse sobre que "siempre pasa lo mismo en este hospital".

Luego fue trasladada nuevamente a la habitación común y se tuvo que automedicar, ya que no soportaba el dolor de cabeza y en ese momento no fue atendida por personal del nosocomio y que por lo tanto, no le controlaron la tensión arterial.

Ferez dijo que luego fue a verla una enfermera, a la que le advirtió que si no se hacía presente un médico iba a radicar una denuncia. Así fue que se hizo presente el médico que la iba a operar y reconoció que le pidió disculpas.

Soledad recordó que el profesional trató de justificarse diciendo que no contaba con agujas para suturarla y que luego le pidió que le firmaran la derivación hacia Salta, que en primera instancia le negaron.

Temió por su vida y la de su hija

La mujer dijo que temía por su vida y la de su hija por nacer. Relató que le firmaron la derivación finalmente, pero que había sido cuestionada por la gerente del nosocomio.

Luego de ese episodio fue trasladada a Salta y en el hospital Materno Infantil le manifestaron que a raíz de que le colocaron una sonda había resultado lesionada, por lo que quedó internada para control durante dos días, en los que le hicieron una serie de estudios.

Luego, increíblemente, en el Materno Infantil le dieron una derivación para operarla, por lo que tuvo que retornar a Rosario de la Frontera.

El 15 de enero se dirigió en compañía de su pareja al hospital Melchora de Cornejo, donde personal de Mesa de Entradas de la guardia y los que trabajan donde sacan las fichas le manifestaron que no era posible el uso la ambulancia para su caso y que en caso contrario debía abonar $1.200, por lo que fue a la Municipalidad a los fines de mantener una entrevista con el intendente, pero no lo encontró, por lo que fue recibida por personal de Acción Social.

Allí habló con una mujer de sexo femenino, de la que dijo desconocer sus datos filiatorios, quien le extendió un documento que decía que Soledad no podía viajar en vehículos públicos ni particulares sino que debía hacerlo en una unidad sanitaria.

En la denuncia la mujer aseguró que el gerente contable le negó la ambulancia en primera instancia y luego le solicitó que abonara la suma de $1.200, rechazándole la documentación de la asistente social, ya que la paciente tenía obra social. Pero Soledad dice que no es así, que no posee obra social.

Soledad quiere que la Justicia actúe y dicte una sentencia

La causa no está caratulada pero ella dice que es claramente violencia obstétrica. 

Finalmente, la damnificada expresó a El Tribuno que “quiero justicia por lo que me pasó. Es lo peor que me sucedió en mi vida. En el hospital de Rosario de la Frontera pusieron en peligro mi vida y la de mi hija. La causa aún no está caratulada, pero claramente lo que viví fue violencia obstétrica, que lamentablemente es algo por lo que pasamos la mayoría de las mujeres cuando estamos por dar a luz”.

Qué es la violencia obstétrica

La violencia obstétrica es aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales de la gravidez y el parto.
Esta constituye una de las tantas formas de violencia y discriminación que sufren las mujeres y es producto de la intersección de otros tipos de violencias y vulneraciones: violencia de género, violencia institucional en el ámbito de la salud, vulneración de derechos sexuales y reproductivos, entre otros.

Puede afectar a ambos

La violencia obstétrica puede afectar a la mujer y a su hijo durante el embarazo, el parto e incluso en el posparto y el puerperio.
Se manifiesta mediante prácticas, conductas, acciones u omisiones, sobre la mujer y el recién nacido, realizadas por los profesionales de la salud que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, afectan el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres en todas las etapas”.

Tuvo que viajar en colectivo finalmente

Ofreció la historia clínica del Materno Infantil como prueba.

Finalmente, Soledad tuvo que viajar en colectivo, haciendo notar que en fecha 16 de enero la gerente del nosocomio brindó una entrevista en un canal de cable local, donde desmintió a la paciente y manifestó que toda la situación que habría vivido la denunciante era una farsa.

Una vez en la ciudad de Salta, la mujer se presentó en el Materno Infantil un día antes de lo previsto a raíz de que se sentía mal, quedando internada en esa fecha, lugar donde le indujeron el parto con pastillas.

Al día siguiente nació su hija con signos vitales débiles, como así también dijo que la misma presentaba olor a podrido y que poseía dos vueltas de cordón umbilical en el cuello, por lo que tuvieron que reanimarla, con mangueras en la boca y la nariz por el lapso de 15 minutos aproximadamente, lo que consta en la historia clínica de la beba.

Ferez dijo que al pasar unos días la salud de su hija como la suya propia fueron mejorando y todo se tranquilizó.

Pero solicitó que se tomen las medidas legales del caso, ya que por la situación que vivió estuvo en riesgo su propia vida como así también la de su hija.

Manifestó que el hecho ocurrido fue lo peor que le pasó en su vida y que en caso de ser necesario la misma podía adjuntar la historia clínica que le proporcionaron en la ciudad de Salta y fotocopia de la derivación.

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