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Una familia clama ayuda de la sociedad para sobrevivir

Los Ponce se encuentran en una situación desesperante y de total hacinamiento. Guillermo y Vanesa buscan trabajo.
Viernes, 21 de diciembre de 2018 02:41

La historia de los Ponce puede ser similar a la de cualquier otra familia azotada por la pobreza. Para ellos, la única salida a su situación crítica es acudir a una protección del Estado que muchas veces no llega. La crisis económica que está atravesando Argentina, como todas las que hubo en el país, golpea con mayor dureza a los que menos tienen. Muchas veces la limosna y la caridad de la sociedad se vuelve el principal sostén de una familia.

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La historia de los Ponce puede ser similar a la de cualquier otra familia azotada por la pobreza. Para ellos, la única salida a su situación crítica es acudir a una protección del Estado que muchas veces no llega. La crisis económica que está atravesando Argentina, como todas las que hubo en el país, golpea con mayor dureza a los que menos tienen. Muchas veces la limosna y la caridad de la sociedad se vuelve el principal sostén de una familia.

La primera frase que dijo Guillermo Ponce cuando entabló diálogo con El Tribuno fue "estoy a la deriva", reconociendo que su vida está sin rumbo, por lo menos por ahora. Este señor escribió a El Tribuno para encontrar una ayuda que, por el momento, nadie le acercó.

"Ahora ando juntando botellas, cartones, aluminio y cositas que me regalan en la calle. Vivo en Solidaridad, en la casa de mi mamá. Con mi mujer y dos hijos estamos en una pieza. Dormimos los cuatro en una sola cama, vivimos precariamente", afirmó.

Los Ponce estuvieron buscando ayuda durante mucho tiempo después de llegar de Jujuy, donde vivieron 15 años. Por dos meses, los pasillos de algún hospital o las butacas de la terminal fueron el refugio más fiable. Después de una larga estadía en la calle, finalmente Guillermo pudo contactar a su madre para que le dé un techo.

Guillermo se había ido a Pampa Blanca a trabajar en el campo. En el camino conoció a Vanesa, madre de sus dos hijos. Durante un tiempo vivieron en la casa de la mamá de su esposa. Pero esa tranquilidad que habían logrado conseguir se vio perturbada por la muerte de la madre de Vanesa.

"En Pampa Blanca tuvimos un problema con la familia de Vanesa porque su mamá falleció y los tíos de mi señora nos sacaron a la fuerza de la piecita donde vivíamos. Estuvimos en situación de calle por lo menos dos meses hasta que ubiqué la casa de mi mamá", contó Guillermo.

La crudeza de su relato solo se aliviana por un segundo cuando habla de sus hijos. "El changuito tiene 11 y la nena tiene 13", comenta Guillermo y agrega orgulloso que ambos asisten a la escuela. Asegura que quiere que sus hijos tengan un mejor futuro. Tal vez sabe que la educación es lo único que podría garantizarlo.

Por ahora, eso está lejos. Guillermo necesita un trabajo estable que pueda darle cierta tranquilidad a su familia. Sale a pelearla todos los días a la calle con Vanesa y juntan aluminio para venderlo en un negocio de la Tavella a 20 pesos el kilo.

Desde hace tres años que está en Salta, pero no siempre fue cartonero. Al principio su situación era más estable porque trabajaba en una gomería, hasta que el dueño lo echó.

"Un día vino mi patrón y decidió dejarme sin trabajo porque no entraban muchos clientes. "Bueno muchacho no preciso más tus servicios', me dijo. Mi señora trabajaba junto conmigo y nos quedamos en la calle, con la economía que estamos viviendo, más este Macri que no ayuda en nada porque todo sube y todo está caro", comentó.

Guillermo tiene en claro que las changas y la calle son una solución temporal. Su idea es trabajar de cualquier cosa. "No está para hacerse los delicados", afirma. Mientras tanto, sigue tocando puertas.

"Espero que me ayuden con lo que puedan, porque también entiendo la situación del país. Nosotros necesitamos camas, colchones, mercadería si se puede, ropa, zapatillas, porque eso les falta a mi hijos", finalizó Guillermo.

Los que quieran colaborar, ya sea ofreciendo un trabajo a Guillermo o a Vanesa, o donando cualquiera de las cosas que precisan, pueden llamar al teléfono 03878635713.

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