El presidente de Aguas del Norte, Lucio Paz Posse, informó a El Tribuno que se necesitan 800 millones de dólares de inversión en la provincia para garantizar un servicio óptimo para los próximos 20 o 30 años y aseguró que esos fondos se están gestionando con la Provincia.
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El presidente de Aguas del Norte, Lucio Paz Posse, informó a El Tribuno que se necesitan 800 millones de dólares de inversión en la provincia para garantizar un servicio óptimo para los próximos 20 o 30 años y aseguró que esos fondos se están gestionando con la Provincia.
"Para tener una proyección con todas las obras de infraestructura a futuro, las necesidades que tiene hoy la provincia son de alrededor de 800 millones de dólares, que hay que invertir en obras de agua y saneamiento para estar tranquilos y tener un servicio de excelencia en toda la provincia". Planteó que "es necesario un monto muy grande de inversión porque Salta ha crecido muchísimo los últimos años y todo el sistema de cañerías de distribución en muchos lugares tiene más de 50 años".
Paz Posse contó que se elaboró un plan maestro de obras de infraestructura que implica recambio de cañerías y nuevas fuentes de abastecimiento. "Hemos priorizado distintas obras de infraestructura que generarían una solución de fondo. Para eso estamos en la búsqueda de financiamiento". Dijo que está previsto el trabajo coordinado con los municipios para sustituir las cañerías cuando haya trabajos de repavimentación.
Una gran obra que está en construcción, con un avance del 20%, es el acueducto de Campo Alegre, que cuesta 30 millones de dólares, y se espera que se termine a mediados de 2109. Según explicó Posse, este va a beneficiar a más de 100 mil usuarios de la zona norte y gran parte de la zona centro. Una segunda etapa, que costará 45 millones de dólares más, beneficiaría a 200 mil personas más.
El presidente de Aguas del Norte explicó que hacer un nuevo embalse con contención en Potrero de Uriburu implicaría 300 millones de dólares y garantizaría el abastecimiento a Salta capital por los próximos 50 años.
Obras capitalinas
Según dijo el funcionario, para Salta capital se necesitan como mínimo 770 millones de pesos en obras. En cuanto a las tareas de saneamiento, señaló que hay un proyecto para optimizar la planta depuradora de líquidos cloacales, que requiere una inversión de más de 1.300 millones de pesos y se presentó en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en otros organismos internacionales.
Paz Posse dijo que hay que hacer pozos en lugares estratégicos para mantener el abastecimiento de agua potable cuando haya problemas con los acueductos de tomas superficiales, como ha pasado este verano.
El funcionario consideró que las afectaciones que hubo en el servicio durante este año y fines del año pasado se deben a la ruptura de los acueductos y al crecimiento acelerado que ha tenido Salta el último tiempo.
Tarifa más alta
Como muchos otros servicios públicos, el precio de la tarifa del agua ha aumentado los últimos meses. "Con el incremento se busca pagar los costos operativos, que son personal, energía eléctrica, movilidad, sistema de potabilización y cloración del agua y control estricto de calidad del agua y del servicio. Al no requerir recursos para mantener el costo operativo del sistema de trabajo mensual, tendríamos ese presupuesto para obras prioritarias tanto en Salta capital como en la provincia", aseguró Paz Posse.
"Las obras de agua y saneamiento son muy costosas y escapan al presupuesto provincial. Son obras que tienen que estar financiadas por el Estado nacional o por organismos internacionales", consideró. "Venimos buscando recursos económicos (..) y vamos a seguir en esa búsqueda porque entendemos que es primordial el tema del agua".
¿Agua segura?
Los últimos meses han surgido voces que han cuestionado la potabilidad del agua en Salta por la turbiedad del líquido y la cantidad de enfermedades intestinales que se detectaron en el sistema de salud. Al respecto, aclaró Paz Posse: "Cuando hay lluvias torrenciales, hay crecidas en distintas zonas y vienen los ríos con un gran caudal con muchos niveles de turbiedad, el agua pasa por los filtros pero no baja toda la turbiedad".
"Se recomienda que cuando hay una elevada turbiedad el agua no se consuma. Por seguridad, siempre hacemos el comunicado para que en esos casos traten de usarla para usos sanitarios. Cuando vuelve la normalidad, se puede volver a consumir. En todos los casos el agua está tratada y con la cloración correspondiente", remarcó. Dijo que los análisis se hacen todos los días en las distintas fuentes. "Se hacen más de 1.200 muestreos mensuales. Tenemos un laboratorio específico que siempre toma muestras para garantizar la calidad del agua".