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Escándalo en un colegio católico de Mar del Plata durante una charla contra el aborto

Los alumnos del Instituto San Alberto abuchearon al abogado Nicolás Márquez, disertante en una charla sobre la legalización del aborto. El letrado, que reivindica la última dictadura, insultó a la comunidad trans y fue violento con los chicos que lo cuestionaron.
Miércoles, 30 de mayo de 2018 17:27

Una charla contra la legalización del aborto organizada por los directivos de un instituto católico de Mar del Plata terminó en un verdadero escándalo ya que uno de los disertantes, el abogado Nicolás Márquez, insultó a la comunidad trans y fue violento con los chicos que lo cuestionaron. Así lo señala Agustín Marangoni quien escribió una columna de opinión titulada "La derecha, el colegio y el discurso en contra del aborto legal" para el diario La Capital de Mar del Plata.

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Una charla contra la legalización del aborto organizada por los directivos de un instituto católico de Mar del Plata terminó en un verdadero escándalo ya que uno de los disertantes, el abogado Nicolás Márquez, insultó a la comunidad trans y fue violento con los chicos que lo cuestionaron. Así lo señala Agustín Marangoni quien escribió una columna de opinión titulada "La derecha, el colegio y el discurso en contra del aborto legal" para el diario La Capital de Mar del Plata.

A continuación, la nota:

"Florencia de la V es un tipo disfrazado de mujer", comenzó Márquez su alocución.

La sentencia despertó un murmullo que recorrió el salón de actos. Padres y alumnos de tercero a sexto año se habían acercado, el martes pasado, a escuchar la charla La vida como valor supremo, por invitación de los directivos del Instituto San Alberto. Había dos disertantes, la arquitecta Teresa Vázquez Ávila y el abogado Nicolás Márquez, los dos con posturas claramente en contra de la legalización del aborto. Es decir, no se iba a analizar ni cuestionar nada. Pero parece que esas palabras de Márquez, además de que se corrieron del eje central del encuentro, no cayeron nada bien. Ni entre los padres, ni entre los docentes y menos que menos entre los estudiantes.

De hecho, una alumna de quince años levantó la mano y dijo:

"Disculpe, pero existe la Ley de identidad de género. Las personas trans se pueden inscribir en el documento personal con el nombre y el sexo a elección. Eso que usted dice desconoce la ley", le señaló.

La respuesta del abogado sonó como un latigazo:

"Ah sí. Esa ley. Yo voy a aprobar una ley en la que diga que soy un perro. Entonces a partir de ese día voy a ser un perro. Es lo mismo. ¿No te parece?", retrucó Márquez.

De ahí en adelante, el discurso de Márquez fue subiendo de temperatura con más improperios y faltas de respeto contra la comunidad trans e intelectuales que defienden el aborto legal, seguro y gratuito en Argentina. Fue tal el nivel de violencia que los mismos directivos del colegio le pidieron que se retirara. Para ese entonces varios alumnos y alumnas se habían quebrado en llanto. El abogado abandonó el recinto abucheado y a los gritos. Por supuesto, el encuentro se dio por finalizado.

Fue tal el nivel de violencia en las palabra de Márquez  que los mismos directivos del colegio le pidieron que se retirara. Para ese entonces varios alumnos y alumnas se habían quebrado en llanto.

A los cinco minutos, los grupos de whatsapp de los padres estallaban con quejas y críticas hacia el colegio. La verdad es que el Instituto San Alberto responde a una línea de derecha rígida dentro de la Iglesia católica, pero muchas familias igual eligen enviar a sus hijos ahí porque el nivel académico es aceptable, está en el corazón del barrio marplatense de Playa Grande y la cuota es accesible. Es decir, son familias y chicos que no comparten la inclinación religiosa, pero, en la balanza de lo bueno y lo malo, priorizan los contenidos académicos.

Lo que es inentendible es qué hace el abogado Nicolás Márquez dando charlas sobre temas estructurales. Este hombre protagonizó una situación tan ridícula que lo dejó fuera de circulación durante casi diez años.

Los antecedentes

En 2005, Márquez recorría los medios con un discurso donde reivindicaba la última dictadura cívico militar. Ni siquiera pivoteaba sobre la teoría de los dos demonios, directamente militaba a favor de las torturas, las violaciones, los secuestros y las desapariciones que se llevaron adelante en aquellos años. Lo acompañaba Karina Mujica, la entonces presidenta de la organización Argentinos por la Memoria Completa.

Ambos llevaban su discurso de Dios, Patria y trabajo a cada medio donde les daban lugar. Hasta que un programa de investigación de Rolando Graña, por América TV, entró con cámaras ocultas al privado Alto Target, ubicado en la calle Gascón al 2900 y promocionado como uno de los prostíbulos más refinados de Mar del Plata. Ahí encontraron a Mujica trabajando bajo el nombre de Valentina. “Bienvenido a la sala de torturas. ¡Te voy a destrozar!”. Así se promocionaba. Un cortocircuito evidente entre su discurso católico moralista y su desempeño nocturno.

Mujica fue tapa de revistas. Márquez quedó pegado a tal punto que no le quedó otra opción que llamarse a silencio. Pero hace unos años volvió al ruedo. Era de esperar, entremedio, siguió editando libros que defienden la dictadura.

En esa linea, durante la presentación de La mentira oficial: el setentismo como política de Estado, el genocida Reynaldo Bignone fue su invitado de honor. Hoy, Márquez colabora con artículos para Infobae y La Nueva Provincia, también hace giras para dar charlas y notas por distintos países con su discurso antiabortista y antifeminista.

Junto con Agustín Laje lanzó hace dos años El libro negro de la nueva izquierda: ideología de género o subversión cultural, donde trazan una relación entre el neomarxismo, los movimientos sociales, el feminismo y la comunidad LGBT.

Para cerrar el recorrido de información sobre Nicolás Márquez: su exmujer lo denunció en 2008 por violencia familiar y por abusar sexualmente de la hija de ambos, de cuatro años. Ella asegura, por si faltaba algo, que cuando quedó embarazada, Márquez le exigió que abortara.

He ahí el personaje que intentó dar cátedra sobre un tema tan delicado y actual como el aborto.

Fuente: Agustín Marangoni - La Capital de Mar del Plata

 

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