Tras las elecciones primarias PASO en las que triunfó Alberto Fernández, el Banco Central perdió reservas por unos US$18.500 millones, incluidos unos US$11.400 millones que se fueron de los depósitos de las entidades financieras.
Ese es el escenario luego de que este viernes se pagaron cerca de US$500 millones de vencimientos de una LETE y el martes se habían desembolsado otros US$114 millones.
La estampida de divisas significó la pérdida de un 28% de las reservas de la autoridad monetaria, lo cual preocupa sobre todo al candidato del Frente de Todos, que salió a acusar a Mauricio Macri de no atender su pedido de cuidarlas.
Antes de las elecciones, el dólar había cerrado a $46,54 para la venta en el mercado minorista, y el lunes posterior a las elecciones se disparó a $ 57,30.
Así, tras los comicios la divisa estadounidense subió casi 11 pesos en un día.
El vuelco de los inversores y ahorristas al dólar hizo que el Banco Central vendiera US$3.800 millones de reservas en el mercado de contado.
El stock de depósitos en los bancos cayó 35%, unos US$11.400 millones, que se fugaron a cajas de seguridad o al exterior.
Antes de esa debacle, las reservas rondaban los US$ 66.300 millones mientras que ahora quedaron a US$ 47.800 millones.
El impacto sobre el respaldo del BCRA fue brutal, con una caída de casi el 30% en apenas dos meses.
Ante la disparada del dólar, el Gobierno fijó un cepo cambiario que limita a US$10.000 la compra mensual de divisas por persona.
En el medio, se adoptaron decisiones destinadas a acelerar la liquidación de divisas por parte de los exportadores.
Ante las limitaciones para comprar divisas, el mercado buscó alternativas para adquirir moneda norteamericana y en muchos casos sacarla del país.
Compañías e inversores apelaron a la Bolsa de Comercio, comprando acciones o bonos en pesos y vendiéndolos en dólares.
De ahí surge una diferencia con la cotización en bancos y casas de cambio que supera en casi 15% el tipo de cambio.
Por eso, tras las PASO el tipo de cambio oficial subió 28% y, con el control de cambios, el denominado contado con liqui avanzó 44%.
Especialistas estiman que de acá a diciembre se irán del sistema otros US$4.000 millones.
Alberto Fernández plantea un escenario mucho más difícil y advierte que en caso de llegar al poder tendrá disponibles sólo US$11.000 millones para empezar a gobernar.
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Tras las elecciones primarias PASO en las que triunfó Alberto Fernández, el Banco Central perdió reservas por unos US$18.500 millones, incluidos unos US$11.400 millones que se fueron de los depósitos de las entidades financieras.
Ese es el escenario luego de que este viernes se pagaron cerca de US$500 millones de vencimientos de una LETE y el martes se habían desembolsado otros US$114 millones.
La estampida de divisas significó la pérdida de un 28% de las reservas de la autoridad monetaria, lo cual preocupa sobre todo al candidato del Frente de Todos, que salió a acusar a Mauricio Macri de no atender su pedido de cuidarlas.
Antes de las elecciones, el dólar había cerrado a $46,54 para la venta en el mercado minorista, y el lunes posterior a las elecciones se disparó a $ 57,30.
Así, tras los comicios la divisa estadounidense subió casi 11 pesos en un día.
El vuelco de los inversores y ahorristas al dólar hizo que el Banco Central vendiera US$3.800 millones de reservas en el mercado de contado.
El stock de depósitos en los bancos cayó 35%, unos US$11.400 millones, que se fugaron a cajas de seguridad o al exterior.
Antes de esa debacle, las reservas rondaban los US$ 66.300 millones mientras que ahora quedaron a US$ 47.800 millones.
El impacto sobre el respaldo del BCRA fue brutal, con una caída de casi el 30% en apenas dos meses.
Ante la disparada del dólar, el Gobierno fijó un cepo cambiario que limita a US$10.000 la compra mensual de divisas por persona.
En el medio, se adoptaron decisiones destinadas a acelerar la liquidación de divisas por parte de los exportadores.
Ante las limitaciones para comprar divisas, el mercado buscó alternativas para adquirir moneda norteamericana y en muchos casos sacarla del país.
Compañías e inversores apelaron a la Bolsa de Comercio, comprando acciones o bonos en pesos y vendiéndolos en dólares.
De ahí surge una diferencia con la cotización en bancos y casas de cambio que supera en casi 15% el tipo de cambio.
Por eso, tras las PASO el tipo de cambio oficial subió 28% y, con el control de cambios, el denominado contado con liqui avanzó 44%.
Especialistas estiman que de acá a diciembre se irán del sistema otros US$4.000 millones.
Alberto Fernández plantea un escenario mucho más difícil y advierte que en caso de llegar al poder tendrá disponibles sólo US$11.000 millones para empezar a gobernar.