Las enormes filas que los usuarios de los servicios públicos deben soportar para pagar las boletas, son enormes y las demoras interminables. “Llegué el otro día a las 8 de la mañana y me fui al mediodía para poder pagar la luz. Es increíble. Ni hablar de los días de lluvia o de intenso calor, porque las filas hay que hacerla en la vereda. Hay una sola persona atendiendo a los usuarios y no da a basto. Pobre, encima tiene que soportar los innumerables reclamos de la gente”, contó Santiago, un vecino de la localidad.
La situación no es nueva pero se agrava día a día. El tema es que la oficina de Edesa se ha convertido en la única boca de pago de las boletas de luz y gas natural, entre otros servicios, en una localidad de más de 35.000 habitantes. Y -contaron los vecinos- hay una sola persona en la atención al público. “Encima que hay que hacer frente a tarifas elevadísimas, pagarlas no solo cuesta un sacrificio sino también debemos aguantar las incomodidades y disponer de un día entero. No nos pueden tratar así”, se quejó Darío, un vecino de la zona centro.
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Las enormes filas que los usuarios de los servicios públicos deben soportar para pagar las boletas, son enormes y las demoras interminables. “Llegué el otro día a las 8 de la mañana y me fui al mediodía para poder pagar la luz. Es increíble. Ni hablar de los días de lluvia o de intenso calor, porque las filas hay que hacerla en la vereda. Hay una sola persona atendiendo a los usuarios y no da a basto. Pobre, encima tiene que soportar los innumerables reclamos de la gente”, contó Santiago, un vecino de la localidad.
La situación no es nueva pero se agrava día a día. El tema es que la oficina de Edesa se ha convertido en la única boca de pago de las boletas de luz y gas natural, entre otros servicios, en una localidad de más de 35.000 habitantes. Y -contaron los vecinos- hay una sola persona en la atención al público. “Encima que hay que hacer frente a tarifas elevadísimas, pagarlas no solo cuesta un sacrificio sino también debemos aguantar las incomodidades y disponer de un día entero. No nos pueden tratar así”, se quejó Darío, un vecino de la zona centro.