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Comenzó el juicio a la exmonja Zarza

La exreligiosa negó los cargos. La denunciante de Rosa Torino es juzgada antes que el cura.
Sabado, 02 de noviembre de 2019 00:56

Ayer por la mañana se realizó en Ciudad Judicial la primera audiencia del juicio por abuso sexual simple continuado y abuso sexual gravemente ultrajante continuado contra la exmonja Valeria Zarza. La religiosa negó las acusaciones, mientras que su denunciante ratificó la denuncia. El juicio durará hasta el 6 de noviembre.

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Ayer por la mañana se realizó en Ciudad Judicial la primera audiencia del juicio por abuso sexual simple continuado y abuso sexual gravemente ultrajante continuado contra la exmonja Valeria Zarza. La religiosa negó las acusaciones, mientras que su denunciante ratificó la denuncia. El juicio durará hasta el 6 de noviembre.

Ante el juez Javier Aranibar, Zarza negó los cargos. Indicó que no conocía a la madre de la joven que la denunció, por lo que, advirtió, no existía una relación de confianza que sustente haberla dejado a cargo de su hija menor. Resaltó sus votos de pobreza, lo que la llevaban a no manejar dinero, por lo que también negó haber realizado regalos. En ese mismo sentido señaló que su limitación era tal que no tenía espacio para guardar nada, y que todo el tiempo era controlada por sus superiores, incluso "a través de cámaras de seguridad que había en el patio".

Los baños públicos de la iglesia de la Santa Cruz fueron señalados como lugares donde se habrían cometido los abusos. La exmonja negó conocerlos, "siempre estaban sucios, si íbamos terminábamos limpiando todo el baño con nuestros hábitos", concluyó conmovida.

Zarza se negó a contestar preguntas. "Es víctima en otro proceso y necesito preservar su integridad", argumentó su defensora oficial, Marta López. El fiscal Federico Obeid, por su lado, advirtió que escuchó contradicciones con lo testificado anteriormente.

La exreligiosa se retiró de la sala para darle paso a su denunciante. A.M.S., de 20 años, ratificó su denuncia. Contó que a los sucesos que asegura haber padecido desde los 5 años hasta alrededor de los 8 intentó olvidarlos. Hasta que en una nota televisiva vio a Zarza acusar a Rosa Torino de "las mismas cosas que ella me hacía a mí, tres meses después la denuncié".

Obeid mostró la entrevista que se emitió en la fecha señalada, pero la joven aseguró que no era la que recordaba. El fiscal le advirtió que la entrevista fue emitida en diciembre del 2016 y ella realizó la denuncia en julio del 2017, más de los tres meses señalados por ella. A.M. S. aseguró perderse en los tiempos.

La joven asumió ser sobrina del cura Josué Salas, mano derecha de Rosa Torino, denunciado por abuso por Zarza. Aunque aseguró que sobre su denuncia su tío le indicó que "no podía obligarla a nada". En cuanto a Rosa Torino, contó que lo veía poco y le decía "Tata".

A.M.S. testificó que al mismo tiempo era abusada por su padrastro, lo que, aseguró, fue utilizado por Zarza para manipularla. "Mi mamá me dejaba a su cuidado, me quedaba con ella todo el día. Un día en Lumbreras me puso en una pileta con mis muñecas", allí, según indicó, sufrió tocamientos indebidos con la "excusa de que debía limpiarme bien. Me pedía que durmiera con ella diciendo que no había camas". Por ese episodio se abrió otro proceso judicial en Metán.

La mujer relató que "con las mismas excusas de la limpieza" los tocamientos se sucedieron también en los baños públicos de la iglesia de la Santa Cruz.

"Siempre buscaba que nos quedáramos solas. Me saludaba con besos en la boca, y yo lo repetí en el jardín hasta que la maestra me retó", contó. Según la joven, la exmonja le traía regalos a la vuelta de cada viaje. "Un día trajo galletas, le pedí las otras que tenía en el armario y me dijo que eran para las otras nenas". El episodio, indicó, le despertó la "sensación que se lo hizo a otras chicas".

“Este es un juicio en represalia”

La Red de Sobrevivientes de abusos eclesiásticos de Salta apoyó a Zarza.

El juicio se desarrolla en medio de un clima enrarecido, la exmonja es una de las denunciantes del cura Rosa Torino, y su denunciante es sobrina de Josué Salas, mano derecha de Rosa Torino. El padre Salas es uno de los fundadores del instituto Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, disuelto recientemente por los escándalos sexuales y económicos. 

La denunciante de Rosa Torino llegó al banquillo antes que su denunciado, lo que provocó molestia en los pasillos judiciales. El juicio contra Rosa Torino fue dilatado gracias a una medida que dictó el polémico juez Adolfo Figueroa. 

Desde la Red de Sobrevivientes de abusos eclesiásticos de Salta apoyaron a Zarza, indicaron que la denuncia contra ella fue “después de haber denunciado al cura Rosa Torino por abuso sexual, recibió una denuncia del mismo carácter proveniente de un miembro del círculo más cercano a Rosa Torino. Esta situación vuelve a mostrar toda la adversidad que enfrentamos los sobrevivientes de abusos eclesiásticos cuando nos animamos a denunciar penalmente a un miembro del clero salteño”, advirtieron. 

Las tres denuncias contra Rosa Torino por abuso sexual se asentaron en el 2016. La fiscal Luján Sodero, quien llevó adelante la investigación, recabó más de 50 testimoniales; inspecciones oculares en las instalaciones del Instituto San Juan Bautista; pericias sobre un teléfono celular; pendrives; computadoras; cámaras filmadoras y otros dispositivos digitales secuestrados en la causa, además de las pericias psicológicas. Sodero resaltó la cantidad de testigos y que muchos de ellos también eran víctimas, pero explicó que varios de ellos decidieron participar solo como testigos. 

En marzo Sodero requirió la elevación a juicio en contra del sacerdote ante el Juzgado de Garantías 1. Pero en junio pasado el pedido de juicio fue declarado nulo por el polémico juez Adolfo Figueroa, que también beneficio al sacerdote Aguilera con la prescripción. “No basta afirmar y calificar la conducta en la forma en que lo hizo el Ministerio Público Fiscal, sin dar las explicaciones del caso y menos aún omitir, y sin decir por qué la conducta básica se calificó doblemente como gravemente ultrajante y todo aquello que hace al aspecto subjetivo y particularidades de los sucesos en cuanto hacen a las circunstancias de lugar, tiempo y modo de los hechos , conforme los propios denunciantes dijeron como acontecieron”, argumentó el juez. 

Las fiscales penales de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Verónica Simesen de Bielke y Cecilia Flores Toranzos, reformularon el pedido de elevación a juicio repasando todas las pruebas presentadas por Sodero anteriormente .

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