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“Las historias no nos tienen que dejar de doler nunca, si no hay que retirarse”

Francisco “Paco” Mayorga, camarógrafo
Domingo, 03 de noviembre de 2019 01:08

Francisco “Paco” Mayorga es un símbolo de la televisión en Salta. Es una institución que anda por las calles caminando con su cámara de TV en el hombro, con muchos cables, micrófonos, una camisa, pantalón de jean y mocasines.

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Francisco “Paco” Mayorga es un símbolo de la televisión en Salta. Es una institución que anda por las calles caminando con su cámara de TV en el hombro, con muchos cables, micrófonos, una camisa, pantalón de jean y mocasines.

Es inconfundible porque es uno de los trabajadores de la TV con mayor antigüedad en Salta. Entonces la ciudad lo saluda: los taxis, los lustras, las caras conocidas o los rostros que se ven una sola vez en la vida. 

Comenzó a trabajar hace más de 30 años en su querido Canal 11 y allí hizo toda su carrera profesional. A ese medio del que forma parte lo nombra a cada momento como “el canal”.

“Mi hermana tenía un novio que se llamaba Elio y fue él quien me enseñó a manejar la cámara y algunas otras cuestiones. Ahí fue que hubo una vacante en el canal y yo me metí y entré. En esos tiempos se trabajaba con caseteras doble cámara. Entonces vos tenías casetes con cintas para grabar solo 30 minutos”, recordó Paco.

Tenía por esos tiempos 23 años y comenzó filmando en exteriores los acontecimientos deportivos en la provincia.

“Yo entré a trabajar por un amigo, pero en realidad yo le tengo que agradecer a Gustavo Fantozzi, a Gloria Franco, Ricardo Martínez, Bruno Iezzi, Hugo Zona y Víctor Ortíz, entre tanto otros que hicieron de todo para que yo me quede en el canal como trabajador efectivo; ellos me pidieron y por eso hoy sigo acá, muy agradecido”, aseguró.

Paco viene de una familia de trabajadores que vivía en la zona oeste de la ciudad capital. Como vecinos del barrio Don Bosco, en la familia Mayorga todos son fanáticos del histórico Club San Martín.

Sus padres, Julio y Rosa, tuvieron cinco hijos. Los varones son Pedro, Julio y Francisco, y las nenas, Norma y Cristina.

Cuando Paco entró al canal hizo todo lo posible para que ingrese su hermano Pedro, y finalmente lo logró.

El trabajo en ese medio siempre les fascinó, todo el tiempo grabando en exteriores. También editó, trabajó en sonido y hasta hizo de director; pero al hombre lo atrapa la calle, el sol, la lluvia, la cara misma de los protagonistas de las noticias.

Recorrido

“Yo entré a trabajar en la época gloriosa de Gimnasia y Tiro. Con el albo recorrimos el país. Lo cubrí desde el camino del primer ascenso al Nacional B hasta la Primera División. También me recorrí todos los países limítrofes con los deportistas salteños. Fue un tiempo dorado del deporte local. Luego todo se vino abajo y dejamos de salir tanto”, contó Paco.

El canoso camarógrafo también trabajó para otros medios nacionales y extranjeros como corresponsal, pero esas fueron actividades extras. La verdadera pasión de Paco es el canal ubicado en calle España, entre Buenos Aires y Córdoba. Ese es su hábitat natural y la calle, un escenario que se abre a su lente. 

A Paco le importa mucho la gente y cuenta: “En el estudio uno trabaja tranquilo, pero nunca se debe abandonar exteriores. Un fin de año nos llamaron para ir a ver a un hombre que no tenía ni un peso para pasar las fiestas. El hombre lloraba y mi compañero y yo también llorábamos por la historia que nos estaba contando el hombre. Nos dolía el corazón. Los trabajadores de prensa escuchamos historias todos los días y una de las premisas es que las historias nunca nos tienen que dejar de doler. Si nos volvemos insensibles debemos dejar de trabajar en esto”, dijo Paco, maestro del oficio. 

Con Judith tuvo dos hijos: Bruno, que ahora tiene 11 años, y José Luis, el mayor, que estudia Ingeniería en Telecomunicaciones en la Universidad Católica.

“Mi hijo también está incursionando en la comunicación desde la informática, donde toda la imagen y el sonido es digital, es manejo de redes. Es lo mismo pero muy avanzado, con otras plataformas y cosas que ni pensaba yo”, ríe y luego se pone serio. 

“Yo le digo a mis hijos y a todos mis colegas de los medios que salimos a las calles tras las noticias que hay que ser siempre humilde y respetuoso. Nosotros debemos saludar a todos, no importa si es funcionario alto, bajo o cualquier vecino. Debemos creer en la gente porque son nuestra fuente de información y debemos ser solidarios. Somos los medios para que cualquiera que sufra tenga una vía de comunicación para que otros puedan ayudar. Los camarógrafos somos privilegiados porque vemos de primera mano lo que sucede y gracias a nosotros todos pueden ver los acontecimientos que consideramos importantes; debemos ser muy responsables”, dijo Paco.

El camarógrafo que ya es sinónimo de la televisión local dejó en claro que siempre pone el corazón en su trabajo. “Yo vengo de una familia de la televisión. Mi hermano Pedro trabajó conmigo muchos años, y parece que mi hijo va por ese camino. Cuando Pedro murió, hace unos años ya, mis compañeros del canal organizaron una colecta que apuntaló a mi cuñada y a su familia por dos meses. Mi compromiso y mi agradecimiento por mis compañeros del canal es infinito, es incondicional. Yo amo Canal 11 y quiero morir trabajando ahí”, compartió.

El día que filmó a “D10S”

Un día Paco conoció a Diego Maradona. “En el 94 Diego comenzó a dirigir a Mandiyú y a nosotros nos mandaron a entrevistarlo a Corrientes. Llegamos un día tarde, porque no sé qué pasó con el colectivo que nos llevaba. El Diego ya estaba harto de atender a la prensa. Pero como caímos tarde él nos vio, nos preguntó de dónde éramos y nos atendió”, recordó.

“Cuando estuvimos mano a mano, nos dijo que tenía un buen recuerdo de Salta, de las empanadas y de la gente. Dijo que los salteños somos únicos, porque lo tratamos de igual a igual. Fueron 10 minutos que no me voy a olvidar nunca en la vida, las cosas que dijo, los gestos, las risas...”, relató sonriendo sobre aquella jornada.

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