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Hubo 90 partos domiciliarios en la provincia durante 2019

De ese total, 57 casos se registraron en el norte, en los departamentos de Orán y Tartagal.Hábitos culturales, hospitales lejanos y ocultamiento del embarazo, las causas.
Martes, 10 de diciembre de 2019 02:16

Un total de 90 partos domiciliarios se registraron este 2019 en suelo salteño, según estadísticas del Ministerio de Salud de la Provincia.

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Un total de 90 partos domiciliarios se registraron este 2019 en suelo salteño, según estadísticas del Ministerio de Salud de la Provincia.

De las cuatro zonas sanitarias en las que se divide la provincia, desde el punto de vista organizativo y administrativo en lo asistencial, la norte es la que se lleva la mayor cantidad de partos domiciliarios, con 57 casos. Esta zona abarca varias áreas operativas, entre ellas Orán, Tartagal, Santa Victoria Este, Alto La Sierra, Embarcación, Pichanal y Morillo.

Le sigue la zona oeste de la provincia con 17 partos domiciliarios. Luego está la zona sur, con 11, y finalmente la centro con 5. Los datos surgen del Sistema de Atención Primaria de la Salud e informes de agentes sanitarios.

La subsecretaria de Medicina Social, Marisa Álvarez, explicó que "se trata de partos fuera de las instituciones. No siempre se dan en el ámbito del domicilio, de la casa de la mujer, sino que, a veces, en el trayecto hacia la institución que es donde deber nacer el niño, o en una ambulancia".

Agregó que hay múltiples factores que interactúan para que un parto domiciliario suceda. Estos pueden estar relacionados a hábitos culturales, dificultad en el acceso a centros asistenciales y, en menor medida, ocultamiento del embarazo.

"El porqué son más frecuentes en la zona norte tiene que ver con algunos hábitos culturales. En esa área residen gran parte de las comunidades originarias indígenas y no siempre las mujeres quieren ir a parir a las instituciones del sistema sanitario por diferentes razones que hay que salvar. Nosotros no podemos permitir que una mujer tenga un parto y su niño nazca en un ámbito que no sea el más adecuado y seguro", puntualizó.

En otras ocasiones, "el trabajo de parto sorprende a mujeres que no tienen acceso facilitado por caminos, razones geográficas o climáticas. Hemos detectado un montón de situaciones de ese tipo que impiden que esa mujer que empieza un trabajo de parto en horas de la noche, llegue al hospital más cercano", señaló.

Asistida por policías

El 1 de diciembre pasado, una joven de 19 años, quien vive en la calle Luis Langou al 2000, llamó desesperada al 911, a las 7, para advertir que estaba en trabajo de parto. Los policías se desplazaron hacia el lugar, donde el padre de la chica negó que en ese domicilio pudiera haber alguien en trabajo de parto.

Finalmente los gritos que venían desde el interior del domicilio cambiaron el tono de la conversación y los policías entraron en la casa y encontraron a la joven sentada en un baño. Entre sus brazos tenía al bebé recién nacido, que se encontraba pálido y sin reacción. Los efectivos reanimaron al bebé, que reaccionó, lo higienizaron y abrigaron. Una enfermera realizó el corte del cordón umbilical y luego le colocó oxígeno para que sea trasladado al hospital papa Francisco.

"Se producen situaciones en las que hay un ocultamiento del estado de embarazo y el parto sorprende a la mujer en su domicilio, pero estos casos se dan en menor medida", indicó Álvarez.

A veces, los partos ocurren en ambulancias o centros de salud por la dificultad de llegar al hospital de referencia a tiempo. "Estos sitios no están preparados para asistir el parto porque no hay una característica que es la que le da seguridad a una institución de salud para asistir un parto de manera segura que es el recurso humano calificado para la asistencia y la detección de situaciones de riesgo que se pueden dar en cualquier momento", destacó.

La subsecretaria de Medicina Social manifestó que para la asistencia de un parto son fundamentales los recursos e insumos apropiados.

La profesional remarcó las diferencias entre un parto domiciliario accidental o el parto domiciliario electivo. "El primero se da cuando por diferentes razones la mujer no llega a la institución donde debe parir y el segundo, por el cual optan algunas familias aludiendo querer un parto natural, respetado. Esto es peligrosísimo porque se realiza con equipos autoconvocados, que no pertenecen a ninguna institución que los avale ni pública, ni privada", sostuvo.

Álvarez precisó que "todo parto domiciliario entraña un riesgo muy marcado de morbimortalidad tanto materna como neonatal".

Reducir la mortalidad

Desde el Salud señalan que trabajan para reducir la mortalidad materna e infantil. “Por este motivo, nosotros desaconsejamos, no autorizamos ni realizamos obviamente ninguna cobertura a partos domiciliarios electivos y vigilamos qué es lo que sucede y por qué hay algunos partos que se hacen fuera del ámbito institucional”, hizo hincapié Álvarez.
“Trabajamos en pos de sostener que todos los nacimientos se concreten en el marco de instituciones seguras. No nos puede ser indiferente que hayan mujeres que prefieran parir en sus domicilios”, añadió. 
Al ser consultada sobre los principales riesgos que se producen con relación al parto domiciliario, la especialista explicó: “Uno de los principales es la hemorragia obstétrica en el momento del puerperio inmediato, a consecuencia, por ejemplo, de un desprendimiento de placenta, o de una atonía uterina inmediatamente después de haberse producido el nacimiento”. 
Otro de los riesgos es el sufrimiento fetal agudo, es decir, un estado que altera la fisiología fetal antes o durante el parto, de tal modo que es probable su muerte o la aparición de lesiones permanentes en un período relativamente breve. 
“En este caso se requiere la finalización urgente por vía alta, es decir, por una cesárea. Es otra complicación que puede darse y que no siempre genera un tiempo suficiente de aviso”, indicó. 
Álvarez expresó que durante un trabajo de parto pueden surgir situaciones en forma muy dinámica y urgente que resultan difíciles de solucionar en un domicilio particular. 
“No hay equipamiento ni recurso humano para solucionar esos problemas si surgieran. Básicamente están dadas las complicaciones por sufrimientos fetales y emergencias obstétricas que pueden ir desde hemorragias y convulsiones por hipertensión, es decir, presión alta, pero lo más frecuente sería la hemorragia”, finalizó la especialista.
 

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