Las intensas temperaturas registradas durante diciembre y enero pusieron en serio riesgo las plantaciones de tabaco en el Valle de Siancas.
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Las intensas temperaturas registradas durante diciembre y enero pusieron en serio riesgo las plantaciones de tabaco en el Valle de Siancas.
Algunos productores de la zona tuvieron que pasar la rastra en forma temprana, debido a que las raíces fueron prácticamente "cocinadas" por el calor, favoreciendo este hecho el ingreso de una peste conocida en el ambiente tabacalero como "peste amarilla".
Un 60 por ciento de los productores vio afectadas sus plantaciones en diferentes cantidades de hectáreas cultivadas, algunos en un 30 otros en un 50 hasta llegar a los más perjudicados que perdieron el 100 por ciento.
Los efectos
Las plantaciones mostraban unas hojas de excelente calidad entre agosto y noviembre; para muchos, esta cosecha sería una de las mejores. Sin embargo, un clima atípico como no se vio en años, comenzó a afectar las hojas.
"Los intensos calores seguido de lluvias inusuales generaron un vapor sumamente caliente que comenzaron a cocinar las raíces, las hojas se empezaron a poner amarillas y frágiles, perdiendo calidad. Cuando las lluvias son abundantes las raíces no crecen demasiado entonces el calor las afecta con más facilidad", manifestó el productor Juan Mazzone.
Sin seguro
"Lamentablemente no hay un seguro contra el calor como sí ocurre contra el granizo, todo es pérdida para el productor con un clima tan difícil como el de este año", indicó el ruralista de esta zona.
Para salvar parte de la producción se hace necesario cosecharlas en forma urgente.
"El calor maduró las hojas en forma rápida, están arrebatadas y debemos cosecharlas. La consecuencia es que se genera un gran volumen de hojas que requieren de un estufado en forma anticipada, no hay tantas estufas como satisfacer tanta demanda y eso será un gran inconveniente", lamentó, por su parte, el productor Hernán Rodríguez.
Calidad, en caída
En base a las primeras verificaciones, este año la clasificación de las hojas será muy baja, aquellas ya muy marchitas deberán venderse como de quinta, algunas se podrían rescatar y ser comercializadas como de tercera, pero muy pocas serán de segunda o primera categoría.
"Otra lucha que tenemos es por el precio del tabaco, aún no sabemos en cuanto se va a fijar pero con respecto al precio del año pasado, debería pagarse el doble para compensar los gastos", dijo Mazzone.
"Todo subió de precio, los insumos, la luz y el gas pero se habla de una mejora del precio entre un 50 o 60 por ciento, las grandes empresas que compran el tabaco cuentan con el dinero y lamentablemente ellos manejan los valores", finalizó el productor.