¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
26 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

“Llegar al momento en que no necesitemos tantos juzgados de violencia es una meta”

Lunes, 11 de marzo de 2019 01:53

Sandra Bonari, una de las mujeres que integra la Corte de Justicia de Salta además de Teresa Ovejero, hizo un balance sobre el tratamiento de los miles de casos de violencia de género que llegan a los juzgados provinciales.
En el marco de la emergencia que rige desde 2014 en Salta por los femicidios y las agresiones hacia las mujeres, la magistrada consideró que hay tratamientos para hombres violentos que pueden resultar efectivos para que no reincidan.
Consultada sobre el balance que se puede hacer de lo que pasó en los últimos cuatro años en materia de políticas oficiales, dijo que el problema “no se puede erradicar de un día para el otro” porque es resultado de siglos de Estado patriarcal.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Sandra Bonari, una de las mujeres que integra la Corte de Justicia de Salta además de Teresa Ovejero, hizo un balance sobre el tratamiento de los miles de casos de violencia de género que llegan a los juzgados provinciales.
En el marco de la emergencia que rige desde 2014 en Salta por los femicidios y las agresiones hacia las mujeres, la magistrada consideró que hay tratamientos para hombres violentos que pueden resultar efectivos para que no reincidan.
Consultada sobre el balance que se puede hacer de lo que pasó en los últimos cuatro años en materia de políticas oficiales, dijo que el problema “no se puede erradicar de un día para el otro” porque es resultado de siglos de Estado patriarcal.

El 8 de marzo se conoció el llamado a selección de nuevo juez de Violencia Familiar y de Género para Joaquín V. González, donde la cantidad de casos es preocupante.
Aplaudo la iniciativa del gobernador Juan Manuel Urtubey de enviar al Consejo de la Magistratura un pedido de selección de postulantes para este cargo porque el tema de la violencia familiar y de género va creciendo y necesita, además, no solo servicios de buena calidad y personal capacitado.
Para cumplir con las obligaciones del acceso a la Justicia se requiere la posibilidad de que los tribunales que atiendan esta problemática estén al alcance de todas las víctimas y las personas vulnerables que están en riesgo por la violencia.
El hecho de tener un juzgado en Joaquín V. González, donde también tenemos índices altos de violencia, es sumamente positivo. Es una iniciativa a aplaudir el hecho de multiplicar los tribunales, que requiere todo un esfuerzo de financiamiento y mantenimiento.

Esto es en el marco de la emergencia por violencia de género que rige en la provincia.
Claro. Cuando esto se inicia, en la primigenia ley, hablábamos de violencia doméstica. No estaba distinguida la violencia familiar de la violencia de género. Hay una diferencia fundamental, que por ahí mucha gente no conoce o tiene en cuenta.
La violencia familiar abarca no solo a las mujeres sino a todas las personas que pueden ser objeto de cualquier tipo de violencia familiar, como una persona mayor o un hombre. Hay índices progresivos de violencia con personas adultas, con personas de la tercera edad. No estoy hablando de esta provincia sino de índices mundiales.
Muchas veces hablamos de índices altos en Salta. Salta es una provincia más dentro de un flagelo que es mundial. La Organización Mundial de la Salud ha hecho declaraciones con respecto a que casi un tercio de las mujeres que han mantenido relaciones de pareja han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de esas parejas, en el mundo. No son índices que tengan que ver solo con la provincia.

¿Qué balance hace con respecto a la emergencia por violencia de género en la provincia, vigente desde hace más de 4 años? ¿Ve algún resultado que se pueda asociar a esta medida?
Este es un tema que no se va a erradicar de un día para el otro. La violencia es resultado de siglos de un Estado patriarcal, de un mundo patriarcal, no se puede eliminar de un día para el otro. Son diversas medidas que hay que tomar en todos los órdenes y, sobre todo, culturalmente. El Poder Judicial ha trabajado muy en conjunto con el resto de los poderes mancomunadamente, como debe hacerse. El Poder Judicial trascendió su cometido constitucional porque, más allá de sancionar los hechos ya ocurridos, ha comenzado a actuar sobre la prevención. La Justicia ha salido a las escuelas y a la sociedad toda a hablar de la violencia. Tiene equipos formados con los cuales está saliendo, a veces con el Poder Ejecutivo. Hemos establecido oficinas, en lo que es capital, en el Polo Integral de las Mujeres. Hemos articulado convenios con programas como el Priho (Programa de Intervención a Hombres) para el tratamiento de los hombres violentos. Porque, ¿qué podemos hacer con empoderar a las mujeres si no tratamos a los hombres violentos también? Esto vuelve a repetirse.

¿Hay un tratamiento que se pueda aplicar para los hombres violentos?
Sin dudas. El programa establecido por el Gobierno de la Provincia es el Priho. Las psicólogas determinan qué hombres pueden acceder a este programa, no cualquiera está en condiciones ni es candidato. De este modo, se lo hacen saber a los juzgados de violencia, que mandan los datos a la gente del Poder Ejecutivo, que está trabajando con equipos interdisciplinarios en ello. Es un muy bueno porque existe la posibilidad de que estos estallidos y esa agresión no vuelvan a ocurrir después del tratamiento.
Esa una de las cuestiones. Además, el Poder Judicial ha sido pionero en las oficinas de violencia familiar y de género. Se han abierto sedes en los Poderes Judiciales de Orán, Tartagal y Metán. De modo que cada vez avanzamos más con esta temática y va a llegar el momento en que podamos decir que no necesitamos tantos juzgados y tanta gente porque los índices han disminuido considerablemente. Eso es una meta y un compromiso que todos debemos asumir.

Por ahora los juzgados siguen sin dar abasto y son muchos los casos.
Es mucho, indudablemente. No sé si por hechos nuevos o porque ahora las mujeres se animan a acceder a la Justicia. Muchas veces, muchas denuncias no relatan hechos de hoy sino hechos que llevan años y que no se atrevieron a denunciar. 
Nuestros juzgados trabajan con planes piloto y trabajan todo el día. Así que necesitamos más juzgados y más gente, hasta tanto esto se pueda prevenir de otro modo.
Mi pensamiento, y es muy personal, es que ojalá alguna vez se pudiera hacer como se hizo en España y que los juzgados de violencia den no solo las medidas cautelares urgentes en los hechos de violencia sino que, además, ataquen la causa del problema. Juzgados con competencia en la causa. Si la causa de la violencia es la cuestión del divorcio, que el juzgado pueda resolver el divorcio, que hoy se resuelve en un juzgado de familia. Si la causa es un juicio sucesorio, porque discuten la herencia entre los familiares, que no lo resuelva el juzgado civil sino el de violencia, junto con las otras medidas. Lo mismo con las cuotas alimentarias. O aún con competencia en los delitos penales que pueden ser producto de la violencia, como lesiones o amenaza. El día en que podamos tener juzgados con esa competencia seguro vamos a avanzar mucho más rápido.

 
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD