La entrada al colegio Domingo Savio, en la localidad bonaerense de Aldo Bonzi, fue escenario de un violento episodio en el momento en que los estudiantes ingresaban para comenzar una nueva jornada escolar. Dos delincuentes interceptaron a un padre y a su hija mientras llegaban a la escuela para robarles su moto, cuando de repente comenzaron a disparar ante la mirada de todos los chicos. Hubo pánico, corridas y por poco no se produjo una tragedia.
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La entrada al colegio Domingo Savio, en la localidad bonaerense de Aldo Bonzi, fue escenario de un violento episodio en el momento en que los estudiantes ingresaban para comenzar una nueva jornada escolar. Dos delincuentes interceptaron a un padre y a su hija mientras llegaban a la escuela para robarles su moto, cuando de repente comenzaron a disparar ante la mirada de todos los chicos. Hubo pánico, corridas y por poco no se produjo una tragedia.
Todo ocurrió, A las 7.30, segundos después de que las víctimas estacionaran el vehículo a pocos metros de la puerta del colegio. Mientras el hombre y su hija se bajaban de la moto, dos motochorros armados los abordaron y los amenazaron. Sin oponer resistencia, las víctimas salieron corriendo. En medio de la carrera, el hombre tiró las llaves hacia el medio de la calle y generó la ira de ladrones, quienes al ver que su objetivo podría haberse visto frustrado, les dispararon casi a quemarropa.
En total fueron cinco los tiros. Uno de los balazos impactó en la mochila de la nena, le perforó la cartuchera y por muy pocos centímetros, casi ingresa por su espalda. “Fue un milagro”, describió el padre Pablo, cura de la escuela. Otro de los proyectiles pegó en un árbol de la vereda y el resto fueron balas perdidas que de milagro no hirieron a nadie.
El pánico invadió a la escuela. Algunos de los chicos entraron al hall de la escuela, mientras que otros corrieron en sentido contrario a los motochorros. Fueron segundos de confusión hasta que finalmente la situación se tranquilizó, aunque el miedo aún permanece en los pasillos del colegio a pesar de que hoy en la cuadra sí hay un policía que vigila.
El tiroteo no es un hecho aislado. Según denunciaron varios de los papás que mandan a sus hijos al Domingo Savio, la inseguridad se intensificó en los últimos tiempos y cada vez se les hace más difícil. “Desde hace tres meses se puso muy picante la zona. Con los chicos no. Esto sienta un precedente. Hasta que no pase un fatalidad esto no va a parar”, lamentó una mamá. Otra dijo que le tembló el cuerpo durante todo el día y agradeció la contención de las autoridades del colegio hacia los alumnos