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Las mejores empanadas estuvieron en la zona norte

Se concretó el 25º Concurso de la empanada Roberto Romero.
Lunes, 10 de junio de 2019 00:00

Apenas pasadas las 12 del mediodía, la avenida Houssay ya presentaba el espíritu de fiesta que caracteriza al Concurso de la empanada Roberto Romero. En su 25 aniversario, René Siares, junto a uno de sus hijos, mantiene la costumbre de recorrer los puestos, aconsejar a las empanaderas, visitar a las nuevas, a los de siempre y advertirles sobre las exigencias del jurado.

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Apenas pasadas las 12 del mediodía, la avenida Houssay ya presentaba el espíritu de fiesta que caracteriza al Concurso de la empanada Roberto Romero. En su 25 aniversario, René Siares, junto a uno de sus hijos, mantiene la costumbre de recorrer los puestos, aconsejar a las empanaderas, visitar a las nuevas, a los de siempre y advertirles sobre las exigencias del jurado.

Esta nueva jornada se concretó ayer con 180 puestos, y bajo la organización de la Fundación Sentimiento. El jurado tiene dos camadas: los que están desde el inicio como Eduardo Sángari, Eduardo Nogueira y Emilio Benítez. Y los que ya llevan una década como José Luis Gambetta, José María Mercado, Marcela Jesús y Néstor Molinati. Todos ellos tuvieron la obligación de probar 80 empanadas de los participantes que se animaron a cumplir con el reglamento del concurso que busca mantener la tradición del gusto salteño.

En diálogo con El Tribuno, José Luis Gambetta destacó el nivel de los puesteros, que fue mucho mejor que en años anteriores. "Los participantes se han esmerado mucho más no solo en la presentación de los puesto, sino también en la calidad de las empanadas", expresó Gambetta.

Foto: Javier Corbalán. 

Eduardo Sángari es parte del jurado desde su primera edición y destacó que se estaba cuidando el paladar desde hace una semana. En su caso, considera que es una obligación probar cada una de las piezas que llega a la mesa del jurado más allá de su presentación. "Puede o no faltar alguna burbuja en la masa, pero no se puede desmerecer el trabajo que pone cada puestero", aseguró el jurado, que se disponía a probar 20 ejemplares más, para definir a los ganadores.

José María Mercado destacó que desde la media mañana, recorrió junto a los demás miembros del jurado, los puestos para evaluar el recado y la elaboración de la masa. "Hay que ver todo porque a veces, no se las ve bien en el puesto y las probás y salen buenísimas y a veces es al revés", expresó el chef.

Marcela Jesús es parte del jurado desde hace 8 años y aseguró que este año las participantes se esmeraron en cuidar las características que tiene que tener la tradicional empanada salteña, que incluye hasta el uso de la grasa pella para la fritura.

Por su parte, Emilio Benítez dijo que más allá del valor que representa el mantener este concurso durante 25 años, la participación de las familias y su continuo crecimiento tiene que ver con la situación económica que están viviendo los salteños. "Para muchos, este concurso es una manera de proyectar la economía de sus familias", agregó Benítez.

Este miembro de jurado destacó que si bien se mejoró la imagen de los puestos, algunos ofrecieron empanadas de menor calidad que otros, y que esto tiene que ver con la inversión económica que significa producir empanadas para la venta, ya no para el consumo de la familia.

 

Para cerrar, Néstor Molinati destacó la continuidad y la disposición que sigue teniendo la Fundación Sentimiento para que esta actividad no se pierda. Mientras el jurado continuaba deliberando sobre cuáles eran las mejores empanadas de los puestos participantes, la gente convocada se seguía sumando y buscando una mesa cómoda para compartir no solo empanadas sino también un plato de locro y porque no una porción de torta y otro dulce.

Las puesteras junto a sus hijos, nietos y pareja no dejaban ni un momento que la cadena de producción se pare. La dirección de cada equipo estuvo en su mayoría en las manos de las empanaderas que prepararon el recado y la masa, mientras que el armado quedó en manos de las hijas y nueras y los hombres fueron destinados a ser quienes fritaban y horneaban. Las ofertas de cada puesto quedaron en la voz de los más chicos que acompañaron a sus padres y abuelos a vender sus productos.

Más allá del predio, en la rotonda de avenida Bolivia, los puestos de venta de bollos, sábalo a la parrilla y pechito de cerdo también se vieron colmados de clientes. En medio del show de artistas locales, que no se olvidaron de rendir honores al bagualero Vázquez, quien murió recientemente, se dieron a conocer a los ganadores del concurso: en primer lugar Ester Gutiérrez, segundo premio para Virginia Alvarado y el tercero para Mirta Volcochea.

 

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