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El abogado del único detenido por el crimen de Jimena Salas: "Vargas es un perejil"

El abogado de Sergio Vargas señaló que su imputación “hace agua por todos lados”.Luciano Romano sostuvo que su cliente no tiene el perfil de un sicario.
Jueves, 20 de junio de 2019 02:25

Mientras los fiscales que investigan el caso "Jimena Salas" trabajan con un cerrado mutismo, el defensor del único detenido descartó de plano que esta persona haya participado del feroz asesinato de la vecina de Vaqueros ocurrido en enero de 2017. "Mi cliente es un vendedor ambulante, una persona humilde, de escasos recursos y que ni por aproximación tiene el perfil de un sicario", expresó a El Tribuno el abogado Luciano Romano.

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Mientras los fiscales que investigan el caso "Jimena Salas" trabajan con un cerrado mutismo, el defensor del único detenido descartó de plano que esta persona haya participado del feroz asesinato de la vecina de Vaqueros ocurrido en enero de 2017. "Mi cliente es un vendedor ambulante, una persona humilde, de escasos recursos y que ni por aproximación tiene el perfil de un sicario", expresó a El Tribuno el abogado Luciano Romano.

El letrado se refirió en esos término al evaluar la imputación que se le atribuye a Sergio Horacio Vargas, de 34 años, de haber asesinado a Salas con "ensañamiento, alevosía y por precio o promesa remunerativa". Romano contó que el hombre ya había sido apuntado como sospechoso del crimen cuando hace dos años lo condujeron a la fiscalía para indagarlo. "Declaró dos veces y en ninguna de ellas encontraron nada que lo pudiera comprometer, incluso le sacaron cabellos para cotejarlo con las pruebas de ADN encontradas en la escena del crimen", indicó el defensor.

Romano cuestionó el hecho de que a Vargas lo acusen de un homicidio de contenido mafioso. "Están hablando de un sicario, es decir de alguien que fue contratado para matar mediante el pago de una remuneración", dijo. Y agregó: "Para que se dé esta situación, primero hay que encontrar a la persona que lo contrató, que pagó una determinada suma de dinero, pero en este caso no hay ni un sospechoso".

El abogado refirió que Vargas es un trabajador precarizado, que hace changas como albañil y que su mayor actividad la desarrolla como vendedor ambulante de zapatillas y objetos de temporada. También señaló que vive con pareja y sus dos hijos pequeños en una casita a medio construir en la ampliación de barrio Parque La Vega. "Estamos hablando de alguien de condición humilde, un hombre que no tiene estudios y que no guarda relación con el perfil de las personas que asesinaron a la señora", precisó.

Romano sostuvo que las sospechas contra el imputado surgieron meses después del homicidio de la mujer en su vivienda del barrio San Nicolás, en Vaqueros, donde su esposo la encontró muerta de 40 puñaladas. "El hijo de testigo dijo esa vez que lo vio vendiendo sus productos en un pasaje cercano a la casa de la víctima", señaló. Además subrayó que, según la investigación, las personas que supuestamente participaron del homicidio de Salas eran altas, delgadas, de tez blancas y bien vestidas. "Esto no tiene nada que ver con la fisonomía de Vargas, quien es morocho, bajo, medio gordo, quiscudo y no usa prendas de marca", apuntó Romano.

A juicio del defensor la acusación contra su cliente "hace agua" por todos lados, lo mismo que la forma en que Jimena Salas fue asesinada. "Es imposible imaginar que a alguien con el aspecto de Vargas, la mujer le haya permitido ingresar al interior de su vivienda, mucho menos tratándose de alguien que ella no conocía", sostuvo el abogado. Siguiendo con este análisis, remarcó que "mucho menos nos podemos imaginar que Vargas haya tomado la precaución de encerrar a las dos hijas pequeñas en el baño, asesinar con tanta saña a la señora y escapar sin llevarse nada". Romano evaluó que a Salas la asesinó "alguien que ella conocía" y concluyó en estos términos: "Para mi consideración, Vargas es un perejil".

"Estamos destrozados, no podemos creer que a mi hermano lo acusen de semejante crimen", expresó Silvia Verónica Vargas con una sensación de angustia. "Cómo pueden pensar que Sergio haya hecho una cosa", señaló.

La mujer contó que al hombre lo detuvieron el sábado último y lamentó que sus pequeños hijos no hayan podido celebrar con él el Día del Padre. "Señor, no entendemos toda esta injusticia; mi hermano trabaja de albañil, hace changas, vende en la calle, vive al día y está construyendo su vivienda con mucho esfuerzo", aseguró.

Silvia Vargas señaló que su hermano jamás estuvo detenido por robo ni por ningún delito. "Él es humilde, pero decente y todos los que lo conocen pueden atestiguar lo que estoy diciendo, por eso nos desespe ra todo esto", se lamentó.

 

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