En épocas en que el bolsillo condiciona las posibilidades de encarar una dieta saludable, profesionales de la salud están tratando de que se recuperen recetas con cerdo, que pueden representar una opción mas accesible frente a otras carnes. La clave de este alimento como base de una nutrición recomendada está en su contenido de omega 3.
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En épocas en que el bolsillo condiciona las posibilidades de encarar una dieta saludable, profesionales de la salud están tratando de que se recuperen recetas con cerdo, que pueden representar una opción mas accesible frente a otras carnes. La clave de este alimento como base de una nutrición recomendada está en su contenido de omega 3.
Si bien la fuente de omega 3 más conocida son los pescados, también el cerdo tiene esta propiedad. "Quedó demostrado que, según la alimentación del cerdo, tiene mayor o menor cantidad de omega 3", explicó la nutricionista y directora de programa Saludable 3.0, Estela Ola Castro.
La especialista destacó que, en comparación con la carne de vaca, la de cerdo tiene mejores proporciones de grasas saturadas. Un corte magro tiene apenas 1 gramo y 500 gramos de polisaturadas.
Con respecto a la cocción, la forma más saludable de preparar el cerdo es a la parrilla o al horno. En el caso de las milanesas de cerdo, que muchas familias están comprando en lugar de las de vaca, la recomendación es no hacerlas fritas, como cualquier otro alimento.
Los cortes magros de cerdo tienen una composición intramuscular de omega 3 y grasas saturadas que resulta saludables.
Beneficios
El omega 3 genera una variedad de beneficios para la salud, como reforzar el sistema inmunitario. Teniendo en cuenta que se deposita en la membrana celular, permite tener una mejor permeabilidad a la glucosa y, de esta manera, reduce la resistencia a la insulina.
Otro beneficio del omega 3 es que ayuda al desarrollo del sistema nervioso central y sus capacidades. Desde la genética se descubrió que la resistencia a la insulina también se produce a nivel cerebral, por lo que el consumo de omega 3 puede relacionarse también con menores índices de enfermedades cardiovasculares.
La especialista destacó que la carne de cerdo es una buena opción para los que necesitan gastar menos y también para los que no consiguen incorporar el pescado en la dieta, ya sea por una cuestión cultural o de gustos gastronómicos.
Grasas
Pero no solo se recomienda el consumo de carne porcina sino también el de algunos derivados que pueden reemplazar a la margarina y los aceites de mala calidad.
Una de las grasas que más incorporan en distintas preparaciones las familias pero que está desaconsejada es la margarina, un producto totalmente industrializado y dañino para la salud.
En el caso de los aceites, que cuentan con otros ácidos grasos conocidos como el omega 6, deben usarse en menor proporción.
Uno de los productos menos recomendados es el aceite mezcla por su composición alta en omega 6, mientras que por otro lado el aceite de oliva crudo debería estar en todas las dietas por su concentración de omega 3.
Vieja costumbre
Hasta hace un par de décadas, las familias tenían la costumbre y la posibilidad -ya sea por espacio territorial, por la disponibilidad de tiempo o por cuestiones económicas- de criar animales de corral, entre ellos los cerdos.
Los alimentaban con restos de vegetales que quedaban todos los días y con productos recién salidos de la huerta familiar. Cuando los carneaban, las familias trataban de aprovechar al máximo al animal.
No solo se comía toda la carne. También se recuperaba la grasa o "manteca de cerdo", que se utilizaba para la producción de panes, bollos y algunas masas dulces como los mantecados.
Estela Ola Castro expresó que algunas familias todavía mantienen estas costumbres, entre ellas el uso de la grasa de cerdo en reemplazo del aceite.