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“Todo el mundo tiene alguna historia para contar y lo que ofrecemos son talleres de narrativa y poesía como una herramienta para hacerlo bien. Pero además de aprender esa habilidad, lo más importante es la integración con el grupo donde se comparten intereses y temáticas comunes, ya que cuando se escribe se abre el alma y nos conectamos con otros desde un lugar especial”. Así define Horacio Herrera la capacitación que, desde el 1 de agosto, realizará junto a Aldo Guardatti en narrativa y poesía lírica, respectivamente.
Se llevarán a cabo en la sede de la Fundación Salta, general Güemes 434, donde los interesados se pueden inscribir, de martes a domingo, de 9 a 13 y de 17 a 20.
La metodología de los talleres se caracteriza por su dinámica práctica y por el trabajo de crítica y corrección de las producciones de los participantes, con una observación personalizada que busca afianzar el aprendizaje en el ensayo y error. Fomenta la escucha activa y analítica y se trabaja puliendo los niveles de expresión y contenido y el uso adecuado de los recursos literarios.
Para participar no es necesario tener conocimientos previos y está dirigido a adultos y jóvenes.
“El que escribe no trabaja solamente con palabras. Su herramienta de expresión son las ideas, los pensamientos, las imágenes, los sentimientos, los recuerdos y todo aquello que puede generar emociones en el lector. La palabra es el vehículo para que se produzca la comunión entre los universos del escritor y el lector. Por eso hay que saber manejar ese vehículo, conocerlo, dominarlo, para aprovechar sus prestaciones al máximo”, dice Herrera.
Explicó además que, al concluir los talleres, se publicará un libro o antología a través de la editorial Synergium con los mejores trabajos presentados durante el ciclo.
“Hacer un taller es convocar a poder decir y hacer algo diferente y mostrarlo. Se trata de aproximarnos para disfrutar de la propuesta a través del aprendizaje en un lugar de creación colectiva y a la vez individual”, dice Herrera.
Y remarca que “la aparición de plataformas como Flow o Netflix, que permiten ver historias diversas, hacen que la actividad narrativa en general, ya sea audiovisual o literaria, genere comentarios, porque siempre tenemos cosas para contar”.
Por su parte, Guardatti remarca que “hay que aprender las herramientas técnicas, con acierto y error, para encontrar el estilo, la propia voz. Es un camino maravilloso y apasionante. Es un gusto ver cómo crecen en confianza los alumnos que asisten, porque el arte en sí es sanador”.