Sería inminente el cierre de la rama masculina del Instituto Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, según fuentes cercanas a la iglesia. Las versiones tomaron fuerza con la última visita del comisario pontificio a cargo del Instituto, el obispo emérito de 9 de Julio, Martín de Elizalde. Se trata de la congregación que hace algunos años fue fundada por el cura salteño Rosa Torino.
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Sería inminente el cierre de la rama masculina del Instituto Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, según fuentes cercanas a la iglesia. Las versiones tomaron fuerza con la última visita del comisario pontificio a cargo del Instituto, el obispo emérito de 9 de Julio, Martín de Elizalde. Se trata de la congregación que hace algunos años fue fundada por el cura salteño Rosa Torino.
De Elizalde contó que hace más de dos años viene a Salta, "de alguna manera tenía que hacer un segumiento de todo eso", indicó. En su última visita a la ciudad, durante la semana pasada, mantuvo una ocupada agenda con diferentes reuniones. Consultado por los rumores del cierre de la rama masculina de la congregación, mantuvo reserva, y aunque no lo negó, tampoco descartó la posibilidad y puso la decisión en manos de las altas cumbres de la Iglesia: "No depende de mí, yo solo hice una tarea más concreta y son decisiones que se toman desde más arriba, desde Roma", advirtió.
La congregación, que tiene una rama masculina y femenina, fue fundada por el padre Agustín Rosa Torino en 1996 y llegó a expandirse por el país e incluso en México, Chile y España. En octubre de 2015 quedó en el ojo de la tormenta cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria arribó a la iglesia de la Santa Cruz junto a una comisión que llegó desde Roma, comandada por el entonces obispo de Quilmes y representante del Vaticano, Luis St"ckler, para investigar a Rosa.
Las actuaciones se debieron a denuncias asentadas por otros religiosos, en las que se acusaba al popular sacerdote de lavado de dinero y presunto vínculo con el narcotráfico. En ese momento el cura Rosa y una monja perteneciente a la misma congregación fueron apartados de la iglesia de la Santa Cruz. Rosa se recluyó en la Finca de la Santa Cruz.
El cura Jorge Crespo, quien trabajó durante varios años junto a Rosa Torino, indicó que "entró plata de donaciones que no se sabe de dónde venían y el padre tendrá que justificarla" y aseguró que las acusaciones eran a raíz de un donante que estaba siendo investigado por narcotráfico.
En diciembre de ese mismo año se asentaron las primeras denuncias por abuso sexual, que derivaron en una posterior detención del sacerdote.
Javier Contreras es mexicano y formó parte de la congregación que dirigía el sacerdote Rosa Torino, entre 1998 y fines de 2001. Promovió una denuncia canónica por abuso sexual y de poder en contra de Roberto Moran, conocido como el hermano Moisés. También acusó a Rosa de tocamientos indebidos.
"Cuando pude hablar con Agustín Rosa se lo comenté, todo el mundo se dio cuenta pero nadie hizo absolutamente nada. Lo que hice fue dejar el noviciado y huir. Yo representaba un ingreso económico para ellos, porque mi familia es bien acomodada y había intereses de por medio, pero luego me pasó eso. Todos sabían lo que pasaba y se encubrían unos a otros", relató.
Sobre las acusaciones económicas, denunció que en "cada viaje que hacíamos a Argentina nos hacían llevar dinero, nos usaban de mula. Un hermano que fue ecónomo me dijo que hacían lavado de dinero. A cada uno de nosotros nos hacían llevar entre 10 a 15 mil dólares en efectivo". Los cuestionamientos de las donaciones también vinieron de parte de los denunciantes de abuso sexual.
Las tres denuncias penales y las 25 canónicas contra Rosa y otro integrante de la congregación, Nicolás Parma, incluyen abuso sexual de menores, corrupción económica y enriquecimiento, violencia psicológica y reducción a la servidumbre
Actualmente, Rosa Torino se encuentra recluído en Finca La Cruz. El juicio, que cuenta con una larga fila de testigos y tres denunciantes, estaba previsto para este año, pero el mismo juez que dictó la prescripción para la causa por abuso contra el cura Aguilera, Adolfo Figueroa, dictó la nulidad del juicio. La fiscal Simesen de Bielke aseguró que volverá a insistir por otras vías judiciales para que Rosa Torino llegue hasta el banquillo de los acusados.
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