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Alberto Fernández: "Que no se preocupen, no pienso cerrar la economía"

La frase es una respuesta a la amenaza planteada por Bolsonaro, acerca de que su país dejaría el Mercosur en caso de que el próximo gobierno argentino decidiera cerrar la economía.
Domingo, 18 de agosto de 2019 11:07

Decidido a aliviar las tensiones con el gobierno de Brasil, país que considera central para la estrategia de desarrollo de la Argentina, Alberto Fernández puso un freno al enfrentamiento con el presidente Jair Bolsonaro y envió un mensaje de estabilidad a toda la región. "Que no se preocupen, porque no pienso cerrar la economía", dijo.
La frase es una respuesta a la amenaza planteada por el mandatario brasileño y por su ministro de Economía, Paulo Guedes, acerca de que su país dejaría el Mercosur en caso de que el próximo gobierno argentino -un gobierno de Cristina Kirchner, dijeron- decidiera cerrar la economía.

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Decidido a aliviar las tensiones con el gobierno de Brasil, país que considera central para la estrategia de desarrollo de la Argentina, Alberto Fernández puso un freno al enfrentamiento con el presidente Jair Bolsonaro y envió un mensaje de estabilidad a toda la región. "Que no se preocupen, porque no pienso cerrar la economía", dijo.
La frase es una respuesta a la amenaza planteada por el mandatario brasileño y por su ministro de Economía, Paulo Guedes, acerca de que su país dejaría el Mercosur en caso de que el próximo gobierno argentino -un gobierno de Cristina Kirchner, dijeron- decidiera cerrar la economía.

"Para mí, el Mercosur es un lugar central. Y Brasil es nuestro principal socio y lo va a seguir siendo. Si Bolsonaro piensa que yo voy a cerrar la economía y que entonces Brasil se va a ir del Mercosur, que se quede tranquilo, porque no pienso cerrar la economía. Es una discusión tonta", afirmó el candidato del Frente de Todos.
En la misma línea, manifestó incluso que no se opone a que el Mercosur entable acuerdos comerciales con otros bloques. Pero advirtió que debe hacerse protegiendo los intereses nacionales.


"Mi problema no es que la economía se abra. Mi problema es que esa apertura dañe a los argentinos. Si se abre preservando a los argentinos, bienvenido sea", sostuvo.

 

La cuestión laboral

Después del triunfo que lo dejó a las puertas de la Casa Rosada y que lo erigió como un virtual presidente electo, Fernández se mostró dispuesto a aceptar el replanteo de los convenios laborales, cuando exista acuerdo de los sindicatos.
“Lo  que sea por vía convencional es una decisión de las empresas y los trabajadores. Lo que no quiero es poner reglas generales de flexibilización. No todo es lo mismo", dijo, al reiterar algunos de los temas que conversó el jueves con el dueño de Mercado Libre, Marcos Galperin, adalid de la reforma laboral.
Con un ojo puesto en las elecciones del 27 de octubre y otro en el traspaso de mando, el 10 de diciembre, el candidato del Frente de Todos insistió en que el Presidente debe renegociar con el FMI para lograr una postergación de los vencimientos previstos para los próximos años.

"El Gobierno firmó un acuerdo imposible de cumplir y no lo cumplió en nada. Incumplió las metas de inflación, de crecimiento y las metas fiscales. Lo que tiene que hacer Macri es volver a juntarse con el Fondo y explicarle por qué no cumplió nada. Porque, si no, se tiene que hacer cargo el que viene de todos sus incumplimientos", sostuvo.

Explicó que espera que la próxima misión del FMI le pida opinión sobre las condiciones del próximo desembolso, de 5400 millones de dólares, y reiteró que "es imposible" que se cumplan las fechas de pago. "La única solución que aparece es postergar las fechas", puntualizó, en un anticipo de la posición que tendrá en esa negociación, que le recuerda al rol que tuvo durante el gobierno de Néstor Kirchner.

En otro punto de encuentro con aquella gestión, el exjefe de Gabinete anticipó que, de llegar a la presidencia, aplicará una política de "flotación administrada" del dólar, y repitió que el nivel actual de la divisa estadounidense, que el viernes cerró en torno de los $58, es adecuado. Pero tomó distancia de la devaluación del lunes. "Cuando dije que a $60 el dólar estaba bien, lo dije cuando el dólar iba camino a los $67 o $68. Dije que un dólar a $60 estaba receptando la caída que la divisa había tenido respecto de la inflación. En esos términos, $60 el dólar suena razonable. Un dólar a $60 es un dólar que vuelve competitiva la producción y que hace posibles las exportaciones", manifestó.
 

Fuente: La Nación

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