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28 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
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Conocé la historia de los chicos argentinos que son oro en tiro

Fernanda Russo y Julián Gutiérrez, ganadores de la undécima dorada para el país, rompieron con 12 años de sequía y tienen un gran recuerdo de Salta.
Domingo, 04 de agosto de 2019 00:43

La última vez que Argentina había conseguido una medalla de oro en Juegos Panamericanos, Fernanda Russo tenía siete años y Julián Gutiérrez, seis. Ayer estos dos tiradores lograron imponerse en la competencia mixta de 10 metros de rifle de aire, para otorgarle la undécima presea dorada a la delegación nacional en Lima 2019, después de 12 años. Los dos, por separado, ya tenían las medallas de bronce en 10 metros rifle de aire individual.
Fernanda, que ya compitió en Toronto 2015 y los Juegos Olímpicos de Río 2016, nació en Córdoba pero se crió en La Rioja. Julián es de Catamarca. Los dos tuvieron que “remar” demasiado para llegar disfrutar de un presente inmejorable y ambos contaron a El Tribuno  cómo fueron sus inicios. 
“La primera vez que me tocó viajar, el equipo que tenia no estaba homologado por la Federación Mundial y la única plata que teníamos ahorrada con mis padres era para mi cumple de 15. Me sentaron y me dijeron: ‘¿Vos qué querés hacer?’, y siendo como son mis padres, que siempre me enseñaron que hay que sacrificarse por lo que uno desea, obviamente les dije que quería el equipo y dejamos los 15 de lado”, dijo Fernanda. 
Fueron meses antes de su clasificación a Toronto 2015, donde logró una medalla de plata y la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río.
Julián, por su parte, contó que a diferencia de otros tiradores, no se formó en un club de Tiro, sino en el patio de su casa de San Fernando del Valle, en la capital catamarqueña. “Por lo general comenzás un deporte por un familiar y de a poco vas creciendo. En mi caso, mi papá practicaba esta disciplina y con una caja de vino hicimos el blanco. Mi viejo siempre me apoyó en lo que quise hacer, siempre me enseñó que no podés pedir algo sin un esfuerzo antes, supe lo que es luchar, la esencia deportiva, a ser humilde tanto afuera como adentro de la línea”. 
En el polígono de la base aérea Las Palmas, la adolescente que renunció a la fiesta de sus 15 y el chico que le tiraba a una caja de vinos, lograron un puntaje de 499.2 para que Argentina quede en el primer puesto, por delante de Estados Unidos (498.5) y México (432.9).
“Estamos re contentos por las medallas, especialmente en mi caso por la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio tras la medalla de bronce individual. Pasamos unos días muy lindos en Lima, una competencia impresionante y seguramente no me voy a olvidar más de estos juegos y es muy especial compartirlo con Julián”, comentó Fernanda.
Pese a las sonrisas que se dibujaba sobre sus rostros, los jóvenes indicaron que todavía no tomaron dimensión de lo logrado.
“Creo que vamos a caer con el pasar de los días porque es todo muy reciente. Ni siquiera pudimos procesar el bronce, mi clasificación a Tokio, tener un lugar en mis segundos Juegos Olímpicos, después de todo lo que pasó en cuatro años es increíble y por eso cuando regresemos a la Argentina, nos encontremos con nuestros afectos, comamos con mamá, estemos unidos, ahí nos va a caer la ficha”, agregó la riojana.
“Ayer (por el viernes) terminé de tirar, mi viejo me felicitó pero me dijo: ‘volvé a enchufarte’, es mi entrenador, me conoce bastante y me dijo que lo tome como un entrenamiento oficial y para dar todo hoy (por ayer)”, sostuvo Julián.
Los dos, pese al nivel que cuentan en la actualidad y no olvidan sus raíces. De hecho indicaron que tienen un grato recuerdo del Tiro Federal de Salta, donde realizaron competencias nacionales.
“El último juvenil de mi vida fue en Salta y realmente la pasé hermoso”, contó Russo. Gutiérrez, por su parte, aseguró que hasta en la actualidad lo gastan con una anécdota de su último viaje a la provincia. ‘Iba muy bien entrenado y como viajábamos en camioneta con mis viejos e iba mi hermana, dije: “Alguno se va a tener que bajar, porque voy a traer el trofeo”. Iba subido al pony. Pero me dormí en la prueba, fui sin ensayo, cuando largó la competencia yo me me frotaba y mi viejo me dijo: ’¿te duele?, no es dolor, es cagazo’‘.
Finalmente ambos contaron las sensaciones de vivir días inolvidables en la Villa Panamericana junto a otros deportistas. ‘Es algo muy lindo que no olvidaré jamás‘, comentó Julián, mientras que Fernanda, con más experiencia, dijo: “Ahora es re lindo encontrarte con gente que conocés o te reconocen. Estos días estuvimos tomando mates con Sebastián Crismanich (taekwondo) que fue oro en Londrés y es un tipazo. También vimos a Luis Scola, mucha gente de las ligas mayores que te enseña que siempre se puede, a pesar del paso de los años”.

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La última vez que Argentina había conseguido una medalla de oro en Juegos Panamericanos, Fernanda Russo tenía siete años y Julián Gutiérrez, seis. Ayer estos dos tiradores lograron imponerse en la competencia mixta de 10 metros de rifle de aire, para otorgarle la undécima presea dorada a la delegación nacional en Lima 2019, después de 12 años. Los dos, por separado, ya tenían las medallas de bronce en 10 metros rifle de aire individual.
Fernanda, que ya compitió en Toronto 2015 y los Juegos Olímpicos de Río 2016, nació en Córdoba pero se crió en La Rioja. Julián es de Catamarca. Los dos tuvieron que “remar” demasiado para llegar disfrutar de un presente inmejorable y ambos contaron a El Tribuno  cómo fueron sus inicios. 
“La primera vez que me tocó viajar, el equipo que tenia no estaba homologado por la Federación Mundial y la única plata que teníamos ahorrada con mis padres era para mi cumple de 15. Me sentaron y me dijeron: ‘¿Vos qué querés hacer?’, y siendo como son mis padres, que siempre me enseñaron que hay que sacrificarse por lo que uno desea, obviamente les dije que quería el equipo y dejamos los 15 de lado”, dijo Fernanda. 
Fueron meses antes de su clasificación a Toronto 2015, donde logró una medalla de plata y la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río.
Julián, por su parte, contó que a diferencia de otros tiradores, no se formó en un club de Tiro, sino en el patio de su casa de San Fernando del Valle, en la capital catamarqueña. “Por lo general comenzás un deporte por un familiar y de a poco vas creciendo. En mi caso, mi papá practicaba esta disciplina y con una caja de vino hicimos el blanco. Mi viejo siempre me apoyó en lo que quise hacer, siempre me enseñó que no podés pedir algo sin un esfuerzo antes, supe lo que es luchar, la esencia deportiva, a ser humilde tanto afuera como adentro de la línea”. 
En el polígono de la base aérea Las Palmas, la adolescente que renunció a la fiesta de sus 15 y el chico que le tiraba a una caja de vinos, lograron un puntaje de 499.2 para que Argentina quede en el primer puesto, por delante de Estados Unidos (498.5) y México (432.9).
“Estamos re contentos por las medallas, especialmente en mi caso por la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio tras la medalla de bronce individual. Pasamos unos días muy lindos en Lima, una competencia impresionante y seguramente no me voy a olvidar más de estos juegos y es muy especial compartirlo con Julián”, comentó Fernanda.
Pese a las sonrisas que se dibujaba sobre sus rostros, los jóvenes indicaron que todavía no tomaron dimensión de lo logrado.
“Creo que vamos a caer con el pasar de los días porque es todo muy reciente. Ni siquiera pudimos procesar el bronce, mi clasificación a Tokio, tener un lugar en mis segundos Juegos Olímpicos, después de todo lo que pasó en cuatro años es increíble y por eso cuando regresemos a la Argentina, nos encontremos con nuestros afectos, comamos con mamá, estemos unidos, ahí nos va a caer la ficha”, agregó la riojana.
“Ayer (por el viernes) terminé de tirar, mi viejo me felicitó pero me dijo: ‘volvé a enchufarte’, es mi entrenador, me conoce bastante y me dijo que lo tome como un entrenamiento oficial y para dar todo hoy (por ayer)”, sostuvo Julián.
Los dos, pese al nivel que cuentan en la actualidad y no olvidan sus raíces. De hecho indicaron que tienen un grato recuerdo del Tiro Federal de Salta, donde realizaron competencias nacionales.
“El último juvenil de mi vida fue en Salta y realmente la pasé hermoso”, contó Russo. Gutiérrez, por su parte, aseguró que hasta en la actualidad lo gastan con una anécdota de su último viaje a la provincia. ‘Iba muy bien entrenado y como viajábamos en camioneta con mis viejos e iba mi hermana, dije: “Alguno se va a tener que bajar, porque voy a traer el trofeo”. Iba subido al pony. Pero me dormí en la prueba, fui sin ensayo, cuando largó la competencia yo me me frotaba y mi viejo me dijo: ’¿te duele?, no es dolor, es cagazo’‘.
Finalmente ambos contaron las sensaciones de vivir días inolvidables en la Villa Panamericana junto a otros deportistas. ‘Es algo muy lindo que no olvidaré jamás‘, comentó Julián, mientras que Fernanda, con más experiencia, dijo: “Ahora es re lindo encontrarte con gente que conocés o te reconocen. Estos días estuvimos tomando mates con Sebastián Crismanich (taekwondo) que fue oro en Londrés y es un tipazo. También vimos a Luis Scola, mucha gente de las ligas mayores que te enseña que siempre se puede, a pesar del paso de los años”.

 

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