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“Debemos dignificar la tarea sindical que en la actualidad está tan cuestionada”

Lunes, 05 de agosto de 2019 02:30

Fermín Hoyos es desde hace 24 años el sindicalista más conocido en el norte de la provincia y protagonizó los conflictos más difíciles de resolver que lo llevaron a tener 54 causas federales por las que responder, varias detenciones, enfrentamientos con la dirigencia política y sindical del departamento San Martín y de la provincia. A poco de disputar -con otras dos listas- la conducción ATE seccional San Martín, recordó sus primeros años de lucha gremial.

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Fermín Hoyos es desde hace 24 años el sindicalista más conocido en el norte de la provincia y protagonizó los conflictos más difíciles de resolver que lo llevaron a tener 54 causas federales por las que responder, varias detenciones, enfrentamientos con la dirigencia política y sindical del departamento San Martín y de la provincia. A poco de disputar -con otras dos listas- la conducción ATE seccional San Martín, recordó sus primeros años de lucha gremial.

¿Cómo se inició su actividad sindical?

Yo había sido delegado de los petroleros privados y me llamaron para trabajar en una importante empresa, después de la privatización de YPF. El sueldo era muy bueno porque en toda la zona no había topógrafos pero cuando en el sistema de la empresa saltó que yo era delegado, me dijeron que no me podían contratar. Así reboté en varios trabajos y me dio tanta impotencia que juré que nunca más iba a ser gremialista. Pero en 1992, siendo ya empleado municipal, nos debían como tres sueldos. Con un grupo de compañeros nos organizamos, nos pusimos firmes y comenzamos el reclamo; ese conflicto provocó que el intendente José María Tarres tuviera que dejar la intendencia y marcó el inicio de los grandes conflictos en la zona. En 1995 me presenté como candidato a secretario general compitiendo con quien hoy es mi secretario adjunto y que me acompaña desde entonces. 

¿Qué vino después?

En 1999 el entonces intendente Tito Ángel mandó un proyecto al Concejo Deliberante para que privaticen 14 áreas municipales y todos los servicios. Me invitaron a sumarme a esa iniciativa ofreciéndome que yo me hiciera cargo de la base de trabajo con todas las maquinarias y camiones adentro de manera que de representante gremial iba a pasar a ser patrón de los compañeros, algo muy similar a lo que sucedió en Salta con Abel Ramos, que los instaba a sus afiliados a aceptar el retiro voluntario a quienes hoy no son nada ni siquiera jubilados; pero me negué rotundamente. 
Cuando los concejales estaban por tratar esa ordenanza, nos movilizamos con los trabajadores, recibimos garrotazos y balas de goma pero el proyecto fue retirado. Si hubiera prosperado yo sería hoy un empresario pero nunca más hubiera podido dormir en paz. Y muchos de los dirigentes políticos que hoy se rasgan las vestiduras por el trabajador batallaban a brazo partido para que ese proyecto saliera. Esas son las cosas que hacen que la dirigencia política y sindical esté tan cuestionada pero no todos somos iguales. 

Hubo otro intento de despedir a cientos de trabajadores....

No fue intento; se despidió a 174 trabajadores de la Municipalidad de Tartagal y se produjo uno de los conflictos más graves. Terminamos en un corte de ruta y antes de llegar a Mosconi, la Policía me rodeó y me llevó detenido a Tartagal; como uno de mis hermanos se trepó al móvil policial quedamos detenidos los dos. Cuando llegamos a la comisaría, con los otros presos nos pusimos de acuerdo para que no le permitan a los policías sacarme de la celda porque yo tenía miedo de que me dieran una paliza. Pero a las 4 de la mañana llegó mi compañero Vicente Martí con el abogado y me dieron la libertad. Pero la situación seguía tan difícil que llegué a acumular 54 denuncias en la Justicia Federal que prescribieron. 

¿Cómo fue la convivencia con las intervenciones que tuvo la Municipalidad de Tartagal?

Difíciles, porque el primer interventor que llegó me llamó un día y me dijo: “Vamos a pagar los sueldos, mitad en efectivo y mitad en tickets canasta”. Y, de entrada, le dije que no aceptaba como pago de sueldos nada que no fuera plata. Eran situaciones muy desgastantes y hoy mirando hacia atrás creo que solo la convicción era lo que me mantenía firme. Por eso me molesta que, por una coyuntura electoral donde en definitiva son los trabajadores los que tienen que decidir con su voto, se mienta, se diga que manejo millones, que los trabajadores no tienen ningún beneficio. Llegaron a decir que de los bolsones navideños que repartimos todos los años, el budín les hizo mal a la panza o que yo soy usurero. A veces le prestamos dinero a los trabajadores que están en situación desesperante pero le descontamos mensualmente como ellos mismos proponen. Pero todas estas acusaciones falsas las van a tener que demostrar en la Justicia porque no se puede acusar solo por ganar un voto. 


¿Y en los últimos años?

En 2017 el intendente de Salvador Mazza, Rubén Méndez, quiso despedir a 74 trabajadores prometiéndoles que en unos meses los iba a volver a contratar. Yo sé que trabajador que se va es imposible que vuelva. Fue casi un mes de protesta hasta que logramos que esa situación se revierta. Varias semanas aguanté con solo 30 compañeros; quien nunca haya estado en esa circunstancia no imagina lo agotador que significa una lucha de tanto tiempo. Al final, Méndez, contra todos los pronósticos, los reincorporó a todos. 
En Salvador Mazza tenía la contra de que el delegado local de ATE, Rubén Moreno, había arreglado con la intendencia por plata, algo que denuncié en la Justicia. Ya me había fallado antes cuando estábamos construyendo la sede y él era el encargado de cuidar la obra pero se perdían los materiales. Pero lo que hizo Moreno entregando a sus compañeros que iban a quedar en la calle fue demasiado. Moreno hacía gala que tenía un pistola 9 milímetros y era cierto. A mí me la tiene jurada porque le desarmé todos sus negociados. 

¿Cuántos afiliados tiene la seccional San Martín? Los integrantes de las otras listas dicen que usted maneja millones...

En condiciones de votar son 3.200. Y los millones de los que ellos hablan los pueden ver en las obras. Las sedes de Tartagal, Aguaray, Mosconi y Salvador Mazza totalmente equipadas con salones con aire acondicionado, oficinas, salas de computación, cocinas equipadas para eventos; el hotel para los afiliados que levantamos en Tartagal; el servicio que le brindamos es algo de lo que me siento orgulloso porque todo lo hicimos desde cero, controlando cada peso del afiliado y administrando como corresponde. Cuando yo me muera los edificios no van a quedar para mis hijos, van a quedar para los compañeros, es algo que algunos parecen no entender. Ningún intendente ni funcionario me puede enrostrar que me dieron un peso porque eso hubiera sido condicionar mi tarea sindical. Salta capital no tiene un hotel propio como lo tenemos nosotros. El afiliado sabe que siempre puede contar con ATE cuando más lo necesita; tenemos el mejor coseguro de la provincia que cubre todo el servicio de salud; trabajamos con farmacias, supermercados, carnicerías, porque mi objetivo es que aunque el sueldo se le termine, el afiliado tiene que seguir dándole el pan a su familia, comprar los medicamentos que necesita. 

¿Cómo está el sueldo de los municipales de San Martín?

A excepción de Embarcación son los mejores pagados de la provincia. Los maestros tienen un básico de $11.000 y los municipales de San Martín rondamos los $19.000. En Embarcación un sueldo de bolsillo no llega a los $15.000 menos de la mitad que uno de Aguaray o de Tartagal. Pero los trabajadores de ese municipio tienen temor cuando se los convoca y hay muchos compañeros aborígenes que se conforman con migajas. Tengo afiliados en Santa Victoria Este donde los sueldos son bajos, pero se respetan todos los aumentos que otorga la Provincia. Pero es un municipio pobre que solo vive de la coparticipación; a ATE le deben más de 3 millones de pesos de cuota sindical y coseguro de salud, que le fueron descontados al trabajador pero que el municipio lo retuvo indebidamente. Estamos en una instancia judicial pero cada trabajador de Santa Victoria Este sabe que a los 120 afiliados no le cortamos servicios ni el coseguro. 

Si alcanza la reelección, ¿qué falta por concretar?
La casa propia para Embarcación, pero no voy a prometer nada en vano. El trabajador sabe la posición que tuve durante más de 20 años y la voy a mantener mientras ellos me confíen su representación. Los que son afiliados y los vecinos saben que nunca me quedo de brazos cruzados, y por eso en plena epidemia de dengue convoqué a otros gremios para que compremos medicamentos para el hospital Perón ante una situación que los funcionarios provinciales la negaban y cuando no había ni un paracetamol para darle a un paciente febril. Cuando un trabajador quiere reclamar por un derecho que le corresponde sea del gremio que sea, o sea un planillero sin filiación sindical, sabe que cuenta conmigo, con la sede de ATE para reunirse porque estoy convencido que la tarea del representante gremial debe ser dignificada, puesta en lo más alto a pesar de las críticas que hoy se escucha sobre los sindicalistas. 
 
 

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