Héctor Eduardo Carvallo, uno de los médicos que estudia el uso de la ivermectina como tratamiento preventivo y compasivo para la COVID-19, consideró que la situación epidemiológica en la Argentina no es buena y evaluó que hay un gran subregistro de casos confirmados ya que es muy baja la cantidad de testeos que se realizan en el país.
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Héctor Eduardo Carvallo, uno de los médicos que estudia el uso de la ivermectina como tratamiento preventivo y compasivo para la COVID-19, consideró que la situación epidemiológica en la Argentina no es buena y evaluó que hay un gran subregistro de casos confirmados ya que es muy baja la cantidad de testeos que se realizan en el país.
El profesional, quien fue director del hospital Ezeiza y es profesor universitario, estimó que la cantidad de fallecidos infectados por SARS-CoV-2 es mayor de la que se conoce, no por un afán de ocultar por parte del Estado sino porque muchas personas que murieron por otras patologías quizás estaban contagiadas pero no contaban con un diagnóstico confirmado para COVID-19.
Carvallo advirtió que en un contexto de pandemia es mejor sobremedicar a los pacientes con sospecha firme y a los contactos estrechos de casos confirmados antes que esperar el resultado de la prueba diagnóstica. Explicó que de esta manera se evitarían más muertes.
El médico contó que en España, donde hubo diez veces más testeos que la Argentina, se considera que hay un subregistro de un 60 por ciento en el número de personas infectadas. "Eso es aun más grave en la Argentina porque está dentro de los países que menos testeos realizan cada 100 mil habitantes", manifestó Carvallo e insistió en que "cuanto menor es la cantidad de testeos, mayor es el subregistro".
"La cantidad de casos diagnosticados está en relación directa con la cantidad de testeos. Si soy asintomático o tengo pocos síntomas y no consulto, no quedo diagnosticado...", manifestó y estimó que, si la cantidad de casos en la Argentina es “x”, hay que multiplicarlo como mínimo por 4 o por 5 para saber la cantidad real de contagiados.
Carvallo evaluó que lo mismo sucede con respecto a la cantidad de muertes, aunque en proporciones diferentes. Explicó que esto sucede no solo en la Argentina sino también en otros países donde "no se tiene en cuenta el exceso de muertes".
"No digo que las estén ocultando acá ni en ninguna parte del mundo, pero muchas muertes no se cuentan porque las personas mueren sin diagnóstico por otras razones, como infarto, ACV o insuficiencia renal aguda, y no va a estar confirmado si estas fueron causadas por la COVID-19 porque no tenían diagnóstico...", explicó el médico.
Contó que esta situación fue advertida por las casas funerarias en España durante la primera ola de contagios porque tenían una cantidad de trabajo mucho mayor de la que solían tener años anteriores.
"Si en un país existe una cantidad de muertes muy superior a la históricamente observada, tiene que haber habido una guerra, un tsunami, un huracán o una epidemia. Ese es el exceso de muertes. Por eso, el número de muertes que hay en la Argentina hay que multiplicarlo por dos debido al subregistro".
"Hay que sobremedicar"
Carvallo consideró que en el sistema de salud en general no se aplica el concepto de medicación en pandemia o en epidemia y que, en este momento, la sobremedicación reduciría la mortalidad.
"En este contexto de emergencia, hay que tratar al confirmado y al sospechoso con la misma precocidad porque, si se sabe que los pacientes empeoran entre el sexto y el octavo día y en algunas partes el resultado de los hisopados tarda este tiempo, cuando tenés el resultado, se lo mandás a la viuda del paciente", graficó.
"Aunque algunos se rasguen las vestiduras, en este momento hay que sobremedicar", expresó el médico y señaló que tanto el paciente leve con sospecha firme como el contacto estrecho del paciente confirmado deben ser medicados como leves.
"Prefiero mil veces -y este es un concepto de quienes han pasado otras epidemias, como yo- 100 sobremedicados de más y no un muerto más. En este momento, la sobremedicación reduce las muertes", sentenció y agregó que cualquier enfermedad, y las infectocontagiosas en particular, tiene más chance de ser curada cuanto más precozmente se aplica la medicación. "Este es un dogma de la Medicina", cerró.