En pleno centro salteño se encendió una luz de esperanza. Los nueve trabajadores y flamantes socios y socias de la confitería San José, ubicada en España al 700, estrenaron ayer la cooperativa que armaron para salvar ese local y sus puestos laborales.
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En pleno centro salteño se encendió una luz de esperanza. Los nueve trabajadores y flamantes socios y socias de la confitería San José, ubicada en España al 700, estrenaron ayer la cooperativa que armaron para salvar ese local y sus puestos laborales.
Los anteriores dueños llevaron adelante el conocido comercio, popular por sus sándwiches, por más de 20 años hasta que declararon la quiebra en junio pasado. Quienes administraban el negocio no pudieron superar la crisis económica que las restricciones por la pandemia de la COVID-19 agravó y tuvieron que tirar la toalla, como decenas de otros emprendimientos que cerraron sus puertas en el macrocentro capitalino. A los empleados les propusieron dejarles la confitería a cambio de la indemnización y aceptaron.
"Nosotros el 20 de junio comenzamos a recorrer este camino del que no sabíamos hasta dónde íbamos a llegar. Era una decisión arriesgada pero no nos quedaba otra, teníamos que salir adelante como sea", contó a El Tribuno Luis Frías uno de los trabajadores que conformaron la cooperativa a la que le pusieron el nombre de "Don José".
En la tarde de ayer, en el local, se realizó la ceremonia de entrega de la matrícula de la cooperativa. Participaron autoridades del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inae), organismo que acompañó a los trabajadores en las gestiones y asesoramiento, y funcionarios provinciales.
El juez de Concursos Quiebras y Sociedades de Primera Nominación, Pablo Muiños, fue quien declaró la quiebra de la anterior administración de la confitería y dispuso que la misma continúe funcionando bajo la explotación de una cooperativa de trabajadores.
El magistrado impuso a los socios cooperativistas la obligación de que en un plazo de 30 días presenten las propuestas de cumplimiento de los requisitos y recomendaciones realizadas por la sindicatura designada al efecto.
Ordenó, además, crear un comité de control de explotación de la actividad comercial a cargo de la cooperativa y que estará integrado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Dirección General de Rentas de la Provincia (DGR) y la Municipalidad de Salta.
La apuesta
"Fue una situación desesperante, de decir nos quedamos en la calle o tomamos la posta y seguimos trabajando por nosotros mismos", relató Frías, quien quedó como secretario de la cooperativa Don José y fue el gestor de los trámites burocráticos.
"De la noche a la mañana tuve que empezar a leer artículos, leyes de quiebra, aprender de contaduría y así avanzamos con el apoyo de las compañeras y compañeros hasta que llegamos a ser una cooperativa legal", recordó.
La conversión toma especial relevancia porque, según se informó desde el Gobierno provincial, es la primera empresa en Salta recuperada y convertida en cooperativa. Puso luz, asimismo, a un posible camino de salida a la crítica situación que atraviesan los trabajadores más golpeados por la recesión.