El proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) tendrá hoy su debate final en el Senado, en una sesión que al parecer se extenderá hasta mañana y cuyo desenlace todavía es incierto debido a la paridad que existe entre los legisladores que apoyan la iniciativa y los que la rechazan.
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El proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) tendrá hoy su debate final en el Senado, en una sesión que al parecer se extenderá hasta mañana y cuyo desenlace todavía es incierto debido a la paridad que existe entre los legisladores que apoyan la iniciativa y los que la rechazan.
El proyecto despenaliza y legaliza el aborto en las primeras 14 semanas de gestación, además de habilitar la objeción de conciencia de los profesionales que no estuviesen de acuerdo con esa práctica.
Esta iniciativa fue enviada por el Gobierno al Congreso junto a otra conocida como el Plan de los 1.000 días, para la protección de las mujeres embarazadas y los niños en sus primeros años, que será debatida y votada en la misma sesión.
El proyecto de IVE se pondrá a consideración en una sesión especial que comenzará a las cuatro de la tarde y de la cual la mayoría de los legisladores participará de manera remota, como ocurrió desde que se declaró la pandemia de coronavirus. Se da por descontado que será otra sesión maratónica en la que muchos legisladores expondrán su postura.
Además, se espera que la votación se defina a la madrugada para evitar incidentes o enfrentamientos entre los sectores que apoyan o se oponen a la iniciativa.
El proyecto, impulsado por el Poder Ejecutivo y aprobado por la Cámara de Diputados, cuenta con apoyos y rechazos en el Senado, por lo que la definición se conocerá con el transcurrir de la sesión o, tal vez, en el mismo momento de la votación.
Por ahora, los números están muy parejos, con una leve ventaja a favor de la aprobación.
La situación parece favorable a los "verdes" (el color que identifica a quienes están a favor de la iniciativa), gracias a que dos de los senadores que están en contra de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, los peronistas Carlos Menem y José Alperovich, podrían no asistir a la sesión.
El riojano permanece internado en una clínica porteña y el fin de semana estuvo en coma inducido debido a que se complicó su estado. Alperovich, en cambio, se encuentra de licencia hasta fin de año luego de que fuera denunciado ante la Justicia por presunto abuso sexual contra una colaboradora que trabaja con su compañera de bancada, Beatriz Mirkin. Sin embargo, según el artículo 26 del Reglamento de la Cámara alta, "la licencia acordada a un senador caduca con la presencia de éste en el recinto", en este caso, en la videoconferencia.
Por otro lado, hay varios legisladores que aún no dieron a conocer su voto y que podrían inclinar la balanza hacia uno y otro lado.
Entre ellos figuran el catamarqueño Oscar Castillo, la neuquina, Lucila Crexell, y la entrerriana Stella Maris Olalla, todos del interbloque de Juntos por el Cambio.
El oficialista entrerriano Edgardo Kueider, tampoco reveló cómo votará, pero su firma en el dictamen en disidencia parcial, tras una semana de audiencias de la que participó más de medio centenar de especialistas, sirvió para que el proyecto pudiera llegar al recinto.
La postura de Kueider se asemeja a la del representante de Juntos Somos Río Negro, Alberto Weretilneck, quien está a favor del proyecto pero la semana pasada pidió algunos cambios y advirtió que si no es escuchada su petición se abstendrá.
Otro de los que reclamó modificaciones fue el cordobés Ernesto Martínez, quien también está de acuerdo con la legalización del aborto y que podría sugerir cambios a la iniciativa que, de conseguir apoyos suficientes para su modificación, debería regresar a Diputados.
Además, hay quienes llamaron la atención sobre la postura que podrían adoptar los senadores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que militan en Juntos por el Cambio y tienen posición tomada a favor de la IVE, pero que ven esta iniciativa como una maniobra del oficialismo para distraer la atención sobre temas que consideran más importantes.
Una encuesta realizada por Poliarquía en momentos en que el Ejecutivo envió el proyecto al Congreso indicó que el 48% de los argentinos mayores de 18 años se opone a la despenalización del aborto, mientras que a favor de la iniciativa se manifestó el 41% de los encuestados. El 11% restante no emitió opinión.
El Observatorio de Psicología Social Aplicada, de la Facultad de Psicología de la UBA, realizó una encuesta en el área metropolitana y de la provincia de Buenos Aires para conocer cuál es la adhesión a la legalización del aborto. Los resultados arrojaron que el 54% quiere que se legalice y el 20% que se despenalice.
Según una encuesta de la Universidad de San Andrés, el 45% tiene una opinión favorable mientras que el 36% está muy en desacuerdo.
La postura de los salteños:
Sergio “Oso” Leavy: El senador K evitó dar a conocer su voto. Desde su entorno aseguran que votaría a favor del proyecto. En 2018, lo había rechazo pero su nueva postura cobró fuerza tras la reunión que mantuvo con el presidente Alberto Fernández días atrás.
Grupos pro vida colocaron carteles en distintos puntos de la ciudad para pedir a Leavy que rechace la interrupción voluntaria del embarazo.
Nora Giménez: Manifestó claramente su decisión de votar a favor del proyecto de ley que permite la interrupción voluntaria del embarazo. Hace tiempo que expresa su postura: que las mujeres deben tener el derecho a tomar la decisión de abortar sin ser criminalizadas. Considera que aprobar la iniciativa en el Congreso incidirá en que haya menos muertes por prácticas clandestinas.
Juan Carlos Romero: Votará en contra del proyecto del oficialismo que busca la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo tal como lo hizo en 2018, cuando la iniciativa de la organización “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito” logró media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación pero finalmente no alcanzó las adhesiones necesarias en el Senado.