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Los Toldos, un pueblo "varado" y a merced de la especulación

En medio de la selva de Yungas, la remarcación de precios en los alimentos fue enorme. Algunos productos aumentaron hasta un 90% en el último mes. Los vecinos piden controles.
Miércoles, 15 de abril de 2020 08:24

Ubicado en el extremo noroeste de las selvas de Yungas, el pueblo salteño de Los Toldos profundiza su aislamiento. Para llegar hasta allí por vía terrestre hay que atravesar primero territorio boliviano, razón por la cual las estrictas medidas preventivas que sufre la población a causa de la pandemia de coronavirus, son por partida doble. Esta situación no revestiría mayores preocupaciones, por el contrario, si la especulación no estaría haciendo estragos en la economía familiar.

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Ubicado en el extremo noroeste de las selvas de Yungas, el pueblo salteño de Los Toldos profundiza su aislamiento. Para llegar hasta allí por vía terrestre hay que atravesar primero territorio boliviano, razón por la cual las estrictas medidas preventivas que sufre la población a causa de la pandemia de coronavirus, son por partida doble. Esta situación no revestiría mayores preocupaciones, por el contrario, si la especulación no estaría haciendo estragos en la economía familiar.

Vecinos del lugar señalan que los precios de la mercadería y artículos esenciales treparon notablemente desde que empezó el aislamiento obligatorio, tornando la vida cotidiana en insostenible.

Si bien muchos admiten que el cierre de fronteras impulsan los precios hacia arriba, aclaran que en muchos productos las remarcaciones son abusivas y no tienen justificativo. Aunque sospechan que podrían estar comercializándose en el vecino país, a mejores precios que los que se pagan en territorio nacional.

En comunicación con El Tribuno, consumidores locales hicieron llegar un listado de los costos antes y después de la entrada en vigencia de la cuarentena total y obligatoria. La cebolla, por ejemplo, pasó de $25 el kg a $70, tomate de $30 a $90, morrón de $35 a $80. También los productos avícolas picaron en punta, el pollo que costaba $120 el kg hoy se comercializa $170 y los huevos llegan a $110 la docena, promedio. Otros alimentos, como el arroz más barato pasó de $35 a $60, el fideo común de $50 a $90, azúcar de $50 a $85, harina común de $35 a $50 y aceite de $80 a $110. En cuanto a las carnes, hay que apuntar que el kilo de blando criollo ronda los $400.

En el pueblo de alrededor de 2.500 habitantes no hay estaciones de servicio. Sin embargo, fuentes del lugar explicaron, que el combustible se vende de forma “casera” en bidones y que el litro de súper pasó de $75 a $110.

No hay más de seis almacenes en la zona, la mayoría cuenta con verdulería. Los vecinos reclaman que el municipio realice controles de precios para atenuar sus padecimientos.

Por esas latitudes gran parte de la población se sostiene con una economía de subsistencia, trabaja en relación a una producción a baja escala de maíz, poroto, ganadería caprina y ovina. O bien cuenta un empleo en la repartición pública o en alguno de los pocos locales comerciales del pueblo.

 

Un pueblo lejano

Los Toldos está ubicado en las selvas de Yungas, en el departamento Santa Victoria, a unos 1.600 msnm. Algunos sostienen que su nombre se debe a que el pueblo se "entolda" cuando las nubes cubren el valle. Otros señalan que en realidad hace alusión a las tolderías que armaban los indígenas del lugar.

Se trata de un valle rodeado de montañas y se encuentra en la Reserva de Biosfera de las Yungas, muy cerca de la Reserva Nacional El Nogalar, y a 26 km del Parque Nacional Baritú.

El pueblo antiguamente perteneció a la República de Bolivia (Tarija) hasta 1938. Pasó a integrar el territorio argentino por el tratado de límites entre Argentina y Bolivia, y luego fue anexado a Salta en 1941.

A fines del siglo XVIII, la región se pobló de campesinos de ascendencia española que ingresaron a Los Toldos por Tarija desde el Alto Perú. Allí convivió con la población originaria de las Yungas y surgió el mestizaje del toldeño.

Fue un territorio clave de las guerras de independencia. En su valle descansó y renovó fuerzas el ejército de Martín Miguel de Güemes y Juana Azurduy de Padilla.

En su jurisdicción se encuentra el Parque Nacional Baritú, único en el país de selva tropical, pues los de Iguazú, Pilcomayo, y Calilegua, si bien reúnen muchas características tropicales, se encuentran en zonas semitropicales.

Es considerado una de las reservas mejor protegidas del mundo. Abarca 72.439 ha de territorio fragoso abundando los cerros cubiertos de selva y bosque. El clima es cálido y húmedo la mayor parte del año, con lluvias de verano que van desde 900 hasta 1.300 mm.

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