¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La historia de Oscar Irades: de Morillo, a estar entre los destacados del país

Oscar Irades encontró su pasión en el lanzamiento de jabalina hace 8 años. Comenzó a competir sin técnica ni entrenador y hoy ya lleva ganados 37 torneos.
Lunes, 27 de abril de 2020 03:14

Hace ocho años a Oscar Irades le nació una pasión casi sin querer por un deporte que jamas había visto en su vida. Sucedió en Coronel Juan Solá, también conocida como Morillo, a más de 400 kilómetros de nuestra capital, localidad perteneciente al departamento Rivadavia Banda Norte. 
Fue un día como tantos otros. Oscar, por ese entonces de 16 años, practicaba vóley en una cancha de esa localidad. De repente vio pasar a un compañero de colegio cargando unos elementos extraños, lo siguió, se sentó a observar y pronto descubrió que se trataba del lanzamiento de jabalina.
“Me llamó la atención ver un deporte que no se practicaba. Le pedí por favor si me podía enseñar y así comencé”, le contó el deportista, de 24 años, a El Tribuno. Hoy Oscar es uno de los mejores lanzadores de jabalina del país; entre 2018 y 2019 ganó dos títulos nacionales y en todas las competencias tuvo presencia en el podio.
El año pasado fue campeón en el Nacional de Clubes con un lanzamiento de 56,10 metros (con implemento de 800 gramos) entre los mayores, mientras que el Argentino fue segundo. En 2018 también ganó la competencia de clubes y fue tercero en el 98º Campeonato Argentino integrando el podio con Braian Toledo, ganador de ese certamen. 
Para llegar a este presente hay toda una historia de sacrificios individuales y familiares. Oscar integra una familia que tiene un papá sin trabajo fijo, una mamá ama de casa y ocho hermanos. Muchas veces tuvo que bancarse los viajes a Salta para entrenar sin ningún tipo de ayuda.
“Vengo de una familia demasiado humilde, al ser ocho hermanos me costaba un poquito más, pero mi papá me dio una mano terrible para poder comenzar esta carrera”, contó Oscar. A pesar de las dificultades económicas, Oscar siguió aferrado a la jabalina buscando ese impulso que le permitiera seguir desarrollando su pasión.
“Cuando mi amigo dejó la actividad comencé a entrenarme solito, la verdad que no tenía mucha técnica, pero sí potencia en los brazos y eso me ayudó muchísimo. Así llegué a competir en Salta donde me vio Carlos Visentini, mi entrenador”, relató Irades. Su ascenso ha sido como el vuelo de su jabalina, pasó por todas las etapas, pero aún no ha llegado a su punto más elevado.
Para poder desarrollar su carrera en nuestra capital, Oscar encontró la ayuda del doctor Luis Herrera, a quien conoció por la atención que el profesional le brindaba a una de sus hermanas con síndrome de Down. También destacó la ayuda económica que le brinda el senador Mashur Lapad.
Desde sus inicios hasta el presente, Oscar compitió en más de 50 torneos locales y nacionales y en 37 obtuvo el primer puesto. El hambre de triunfo no lo pierde y se anima a soñar en grande. “Mi meta es llegar a los Juegos Olímpicos como todo deportista, tengo que ponerle un poquito más de garra y con fe creo que se puede llegar”, concluyó Oscar. A este chico de Morillo se le abrió un mundo entero con la jabalina y sueña con conquistarlo.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Hace ocho años a Oscar Irades le nació una pasión casi sin querer por un deporte que jamas había visto en su vida. Sucedió en Coronel Juan Solá, también conocida como Morillo, a más de 400 kilómetros de nuestra capital, localidad perteneciente al departamento Rivadavia Banda Norte. 
Fue un día como tantos otros. Oscar, por ese entonces de 16 años, practicaba vóley en una cancha de esa localidad. De repente vio pasar a un compañero de colegio cargando unos elementos extraños, lo siguió, se sentó a observar y pronto descubrió que se trataba del lanzamiento de jabalina.
“Me llamó la atención ver un deporte que no se practicaba. Le pedí por favor si me podía enseñar y así comencé”, le contó el deportista, de 24 años, a El Tribuno. Hoy Oscar es uno de los mejores lanzadores de jabalina del país; entre 2018 y 2019 ganó dos títulos nacionales y en todas las competencias tuvo presencia en el podio.
El año pasado fue campeón en el Nacional de Clubes con un lanzamiento de 56,10 metros (con implemento de 800 gramos) entre los mayores, mientras que el Argentino fue segundo. En 2018 también ganó la competencia de clubes y fue tercero en el 98º Campeonato Argentino integrando el podio con Braian Toledo, ganador de ese certamen. 
Para llegar a este presente hay toda una historia de sacrificios individuales y familiares. Oscar integra una familia que tiene un papá sin trabajo fijo, una mamá ama de casa y ocho hermanos. Muchas veces tuvo que bancarse los viajes a Salta para entrenar sin ningún tipo de ayuda.
“Vengo de una familia demasiado humilde, al ser ocho hermanos me costaba un poquito más, pero mi papá me dio una mano terrible para poder comenzar esta carrera”, contó Oscar. A pesar de las dificultades económicas, Oscar siguió aferrado a la jabalina buscando ese impulso que le permitiera seguir desarrollando su pasión.
“Cuando mi amigo dejó la actividad comencé a entrenarme solito, la verdad que no tenía mucha técnica, pero sí potencia en los brazos y eso me ayudó muchísimo. Así llegué a competir en Salta donde me vio Carlos Visentini, mi entrenador”, relató Irades. Su ascenso ha sido como el vuelo de su jabalina, pasó por todas las etapas, pero aún no ha llegado a su punto más elevado.
Para poder desarrollar su carrera en nuestra capital, Oscar encontró la ayuda del doctor Luis Herrera, a quien conoció por la atención que el profesional le brindaba a una de sus hermanas con síndrome de Down. También destacó la ayuda económica que le brinda el senador Mashur Lapad.
Desde sus inicios hasta el presente, Oscar compitió en más de 50 torneos locales y nacionales y en 37 obtuvo el primer puesto. El hambre de triunfo no lo pierde y se anima a soñar en grande. “Mi meta es llegar a los Juegos Olímpicos como todo deportista, tengo que ponerle un poquito más de garra y con fe creo que se puede llegar”, concluyó Oscar. A este chico de Morillo se le abrió un mundo entero con la jabalina y sueña con conquistarlo.

Braian Toledo, un referente

Oscar encontró un gran número de nuevos amigos en el mundo del atletismo y más con aquellos que también estaban relacionados con el lanzamiento de jabalina. El bonaerense Braian Toledo era uno de ellos.


“Con Braian éramos compañeros y colegas, compartí muchísimos podios con él. La verdad es que era un chico muy humilde y muy buen amigo. Lo conocí cuando era chico, yo lo veía siendo un grande del deporte y se fue siendo un grande”, señaló Oscar sobre el atleta que falleció en un trágico accidente vehicular el pasado 26 de febrero en Marcos Paz.
“Me impactó mucho su muerte. Ese día me levanté y me comenzaron a llegar mensajes preguntándome qué había pasado con Braian y cuando entré a ver los portales de noticias no lo podía creer”, recordó el atleta salteño.
A lo largo de su carrera Toledo ganó grandes pruebas internacionales. En 2010 obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud desarrollados en Singapur; fue medalla de bronce en los Panamericanos de 2011 y finalista olímpico en Río de Janeiro 2016. 


 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD