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De las pruebas combinadas a la cancha para vivir otra pasión

Gabriel Bonari combina su experiencia como triatleta con la psicología deportiva para estar por primera vez trabajando al frente de un plantel profesional de fútbol, el de Juventud Antoniana.
Miércoles, 08 de abril de 2020 02:54

Gabriel Bonari ha construido una gran carrera en el mundo del triatlón que incluye campeonatos nacionales, también locales y se completó con presentaciones internacionales. Todo eso no lo ha dejado, sigue ligado a las pruebas combinadas pero desde hace poco más de un mes tomó un nuevo desafío que no tiene nada que ver con nadar, correr y andar en bicicleta.
El triatleta es el actual psicólogo deportivo de Juventud Antoniana. A través de una invitación del preparador físico Víctor Cuéllar se integró al cuerpo técnico que encabeza Adrián Cuadrado para colaborar con esta nueva herramienta que muchos clubes profesionales comenzaron a usar para potenciar a sus planteles.
Bonari no es el único profesional reconocido por hacer un deporte diferente al fútbol en el cuerpo técnico del santo. También están presentes la nadadora Carla Rivella Meyer y la entrenadora de natación Andrea Moreno, ambas a cargo de la nutrición en el antoniano.
“El abordaje que estoy realizando nunca se hizo. Sé que lo trabajaron bastante otros clubes, pero charlando con Adrián me contó que desconocía de algún otro profesional de esta área en Juventud. Eso me motivó a encarar este desafío”, comenzó contando Bonari a El Tribuno. En las pocas semanas que lleva trabajando en el club de Lerma y San Luis ya ha logrado conectarse con los jugadores, aun en tiempos de aislamiento como el que vivimos por el avance del coronavirus.
“Yo busco la operatividad a nivel grupal, que el mismo plantel pueda aprender a través de la comunicación, la empatía, intercambio de roles, potenciar y empoderar a los líderes. Todo eso le va a generar un sentido de pertenencia, buscar superar los obstáculos, los miedos, las ansiedades y eso hay que trabajarlo cotidianamente”, dijo el psicólogo deportivo sobre algunos de los objetivos que busca en Juventud.
“No nos olvidemos que el jugador de fútbol es un ser humano. En su rol de futbolista puede estar entre cuatro o seis horas diarias, después el resto del tiempo va como un ser humano. Las habilidades, las ansiedades, todos los valores, las conductas, la predisposición, todo lo que tenga en el área de vida cotidiana lo va a reflejar en el campo de juego y viceversa”, analizó el triatleta.
Todos los grupos deportivos tienen sus características, están los más experimentados, los juveniles, los de la ciudad, los del interior y sobre esos también trabaja el psicólogo deportivo.
“También hay que ver el tema de los subgrupos, porque en el mismo plantel tenés chicos que conocen muchos, otros que son del interior, chicos con otra economía. Todo eso hay que tener en cuenta en el día a día para que pueda transmitírselo al cuerpo técnico y ellos puedan saber cómo abordar al grupo”, dijo Bonari completando su análisis.
Gabriel también se refirió a cómo fue recibido por el plantel, joven en promedio de edad, y los vínculos que fue estableciendo en pocas semana de trabajo y dificultades por el contexto en el que estamos viviendo.
“Tengo trato ya con algunos jugadores, no con todos, ya hay como una amistad, nos compartimos libros, charlamos, vemos fotos de los hijos, me llaman, nos escribimos. Después hay otros jugadores con los que me tengo que acercar un poquito más y buscar la forma de establecer ese vínculo de confianza. Realmente me siento como en casa”, agregó.
Tener a un futbolista aislado en su casa o departamento, sin la posibilidad de ir detrás de una pelota en una cancha puede generar ansiedad y este es un punto a tener en cuenta en esta época.
“Cuando hay un pico de ansiedad y sienten que hay un malestar, hay que bajar la respiración. Y después para que la ansiedad no llegue a picos elevados trabajamos objetivos diarios; los chicos ya saben qué estímulos tienen que trabajar para tener la mente ocupada y eso te deja en un punto estable”, señaló Bonari.
Por último, Gabriel se refirió al papel cada vez más importante que tiene la psicología aplicada al deporte. 
“La ciencia fue avanzando, la tecnología también. Hoy está totalmente todo articulado como si fuera la cadena de la bicicleta. Ya no podemos separar lo físico por un lado, la cabeza por otro, la comida por otro, tenemos que buscar la manera de conjugar todo. La psicología tomó más fuerza porque se dieron cuenta de que si vos trabajas la cabeza también vas a tener un mejor rendimiento físico. Si las personas no tienen un desarrollo personal, viven estancados y llegamos a ver falencias individuales, sociales y falta de manejo de emociones”, concluyó el campeón argentino de triatlón.

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Gabriel Bonari ha construido una gran carrera en el mundo del triatlón que incluye campeonatos nacionales, también locales y se completó con presentaciones internacionales. Todo eso no lo ha dejado, sigue ligado a las pruebas combinadas pero desde hace poco más de un mes tomó un nuevo desafío que no tiene nada que ver con nadar, correr y andar en bicicleta.
El triatleta es el actual psicólogo deportivo de Juventud Antoniana. A través de una invitación del preparador físico Víctor Cuéllar se integró al cuerpo técnico que encabeza Adrián Cuadrado para colaborar con esta nueva herramienta que muchos clubes profesionales comenzaron a usar para potenciar a sus planteles.
Bonari no es el único profesional reconocido por hacer un deporte diferente al fútbol en el cuerpo técnico del santo. También están presentes la nadadora Carla Rivella Meyer y la entrenadora de natación Andrea Moreno, ambas a cargo de la nutrición en el antoniano.
“El abordaje que estoy realizando nunca se hizo. Sé que lo trabajaron bastante otros clubes, pero charlando con Adrián me contó que desconocía de algún otro profesional de esta área en Juventud. Eso me motivó a encarar este desafío”, comenzó contando Bonari a El Tribuno. En las pocas semanas que lleva trabajando en el club de Lerma y San Luis ya ha logrado conectarse con los jugadores, aun en tiempos de aislamiento como el que vivimos por el avance del coronavirus.
“Yo busco la operatividad a nivel grupal, que el mismo plantel pueda aprender a través de la comunicación, la empatía, intercambio de roles, potenciar y empoderar a los líderes. Todo eso le va a generar un sentido de pertenencia, buscar superar los obstáculos, los miedos, las ansiedades y eso hay que trabajarlo cotidianamente”, dijo el psicólogo deportivo sobre algunos de los objetivos que busca en Juventud.
“No nos olvidemos que el jugador de fútbol es un ser humano. En su rol de futbolista puede estar entre cuatro o seis horas diarias, después el resto del tiempo va como un ser humano. Las habilidades, las ansiedades, todos los valores, las conductas, la predisposición, todo lo que tenga en el área de vida cotidiana lo va a reflejar en el campo de juego y viceversa”, analizó el triatleta.
Todos los grupos deportivos tienen sus características, están los más experimentados, los juveniles, los de la ciudad, los del interior y sobre esos también trabaja el psicólogo deportivo.
“También hay que ver el tema de los subgrupos, porque en el mismo plantel tenés chicos que conocen muchos, otros que son del interior, chicos con otra economía. Todo eso hay que tener en cuenta en el día a día para que pueda transmitírselo al cuerpo técnico y ellos puedan saber cómo abordar al grupo”, dijo Bonari completando su análisis.
Gabriel también se refirió a cómo fue recibido por el plantel, joven en promedio de edad, y los vínculos que fue estableciendo en pocas semana de trabajo y dificultades por el contexto en el que estamos viviendo.
“Tengo trato ya con algunos jugadores, no con todos, ya hay como una amistad, nos compartimos libros, charlamos, vemos fotos de los hijos, me llaman, nos escribimos. Después hay otros jugadores con los que me tengo que acercar un poquito más y buscar la forma de establecer ese vínculo de confianza. Realmente me siento como en casa”, agregó.
Tener a un futbolista aislado en su casa o departamento, sin la posibilidad de ir detrás de una pelota en una cancha puede generar ansiedad y este es un punto a tener en cuenta en esta época.
“Cuando hay un pico de ansiedad y sienten que hay un malestar, hay que bajar la respiración. Y después para que la ansiedad no llegue a picos elevados trabajamos objetivos diarios; los chicos ya saben qué estímulos tienen que trabajar para tener la mente ocupada y eso te deja en un punto estable”, señaló Bonari.
Por último, Gabriel se refirió al papel cada vez más importante que tiene la psicología aplicada al deporte. 
“La ciencia fue avanzando, la tecnología también. Hoy está totalmente todo articulado como si fuera la cadena de la bicicleta. Ya no podemos separar lo físico por un lado, la cabeza por otro, la comida por otro, tenemos que buscar la manera de conjugar todo. La psicología tomó más fuerza porque se dieron cuenta de que si vos trabajas la cabeza también vas a tener un mejor rendimiento físico. Si las personas no tienen un desarrollo personal, viven estancados y llegamos a ver falencias individuales, sociales y falta de manejo de emociones”, concluyó el campeón argentino de triatlón.

El Argentino

Mientras trabaja en Juventud, Gabriel estaba en plena temporada del Argentino de triatlón. Ocupaba el primer puesto del ránking en su categoría (masters C, 30 a 34 años) tras haber ganado las fechas en Catamarca y Salta (La Caldera). El certamen quedó inconcluso. 
 

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