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Mara Narancic, la embajadora del judo salteño por todo el mundo

A sus 62 años, la judoca y profesora de la disciplina repasó toda su vida al lado del deporte que ama, los viajes representando a la Argentina en los diferentes torneos y su rol como dirigente.
Domingo, 20 de septiembre de 2020 03:02

Mara Narancic representa a la historia del judo en la provincia de Salta, a sus 62 años, una de las deportistas más reconocidas del país en su disciplina y junto a El Tribuno recordó sus inicios, sus logros y sus objetivos dentro de este deporte.
“Ya son 42 años en el judo, empecé cuando tenía 20 años, tengo más años con judo que sin judo. Arranqué porque estaba bastante gordita y desde que había terminado la secundaria no había hecho más deportes. En la secundaria hacía atletismo, vóley, sóftbol, jugaba en un equipo de pelota cesto, siempre fui muy movediza con el tema de los deportes, me gustó desde chica”, sostuvo Narancic, quien especificó con quien se inició en el judo: “Fui a visitar a una amiga que estaba practicando judo y me enamoré, fue mi primer amor, hace 42 años”.
“En la calle San Martín estaba el profesor Abel Catán, con él empecé, los primeros torneos fueron espantosos, éramos muy pocas chicas y generalmente se hacían libre de peso, me hacían ‘sonar’ todas, y ellas ya eran cinturones azules, marrones, verdes. Me empezó a dar vergüenza, así que practiqué y practiqué mucho, dije ‘acá en Salta no me va a ganar nadie’ y nadie me ganó en Salta. Esa fue mi promesa”, recordó la judoca.
Con el tiempo llegaron los primeros torneos que tuvo que afrontar Narancic.
“Los primeros torneos fueron provinciales, regionales y en 1979, en noviembre, se hizo el primer torneo nacional femenino, de Salta viajamos once chicas y salí campeona argentina. Empecé a viajar, a perfeccionarme con más profesores y la Federación me dio un autorización para poder viajar, me iba a Tucumán a practicar, a Córdoba, me quedaba fines de semana, tenía amigas de todo el país, este deporte me hizo conocer mucha gente hermosa. Estaba presente en todos los torneos y decían ‘ahí viene la salteña’, ya me reconocían”, sostuvo Narancic.
Durante mucho tiempo Mara Narancic, además de ser una deportista destacada, incursionó en la dirigencia del judo en varios cargos dentro de la Federación Salteña de Judo.
“Me pidieron que fuera delegada en Salta e hice la carrera de dirigente y deportiva a la vez. Pasé por todos los cargos en la Federación, fui vocal suplente, vocal, protesorera, secretaria, tesorera, vicepresidenta, presidenta (ocho años en el cargo). Después le pase la posta a mi marido, Antonio Del Pin, y él fue durante dieciséis años presidente de la Federación. Los chicos que están actualmente en la dirigencia fueron alumnos míos, todos rindieron conmigo. En estos momentos soy octavo dan de la Confederación Argentina de Judo, pertenezco al Consejo del Maestro”.
El judo ganó mucho terreno en la provincia y gracias a la enseñanza de Mara Narancic.
“Abrí el gimnasio ‘Mara Narancic’ y después me fui a enseñar en la Sociedad Italiana donde estoy hace 32 años. También daba clases en el Colegio del Milagro, en el Colegio Saint-Patrick’s, en la Sociedad Sirio-Libanesa y en el Club Mitre, entre otros. Tengo más de cuarenta exhibiciones en la provincia, en casi todos los departamentos y hasta en Jujuy. Cuando se inauguró el Delmi (1986) fui escolta de la bandera, ese año había salido campeona de los juegos Cruz del Sur”. 
Sin lugar a dudas que Mara Narancic es y será una de las deportistas más representativas de Salta en el mundo.
“La verdad que tuve una trayectoria bastante larga y durante trece años consecutivos traje muchos logros para Salta y el país. Disputé tres Juegos Panamericanos, salí tercera en Chile y medalla de bronce en Cuba, La Habana (1985), fui a Sudamericanos, logré el segundo lugar en los Juegos Cruz del Sur, tercera en Brasil, logré el campeonato Latinoamericano y representé a la Argentina en el Campeonato Mundial de Judo en Yugoslavia”, repasó la leyenda viviente del judo salteño.
 

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Mara Narancic representa a la historia del judo en la provincia de Salta, a sus 62 años, una de las deportistas más reconocidas del país en su disciplina y junto a El Tribuno recordó sus inicios, sus logros y sus objetivos dentro de este deporte.
“Ya son 42 años en el judo, empecé cuando tenía 20 años, tengo más años con judo que sin judo. Arranqué porque estaba bastante gordita y desde que había terminado la secundaria no había hecho más deportes. En la secundaria hacía atletismo, vóley, sóftbol, jugaba en un equipo de pelota cesto, siempre fui muy movediza con el tema de los deportes, me gustó desde chica”, sostuvo Narancic, quien especificó con quien se inició en el judo: “Fui a visitar a una amiga que estaba practicando judo y me enamoré, fue mi primer amor, hace 42 años”.
“En la calle San Martín estaba el profesor Abel Catán, con él empecé, los primeros torneos fueron espantosos, éramos muy pocas chicas y generalmente se hacían libre de peso, me hacían ‘sonar’ todas, y ellas ya eran cinturones azules, marrones, verdes. Me empezó a dar vergüenza, así que practiqué y practiqué mucho, dije ‘acá en Salta no me va a ganar nadie’ y nadie me ganó en Salta. Esa fue mi promesa”, recordó la judoca.
Con el tiempo llegaron los primeros torneos que tuvo que afrontar Narancic.
“Los primeros torneos fueron provinciales, regionales y en 1979, en noviembre, se hizo el primer torneo nacional femenino, de Salta viajamos once chicas y salí campeona argentina. Empecé a viajar, a perfeccionarme con más profesores y la Federación me dio un autorización para poder viajar, me iba a Tucumán a practicar, a Córdoba, me quedaba fines de semana, tenía amigas de todo el país, este deporte me hizo conocer mucha gente hermosa. Estaba presente en todos los torneos y decían ‘ahí viene la salteña’, ya me reconocían”, sostuvo Narancic.
Durante mucho tiempo Mara Narancic, además de ser una deportista destacada, incursionó en la dirigencia del judo en varios cargos dentro de la Federación Salteña de Judo.
“Me pidieron que fuera delegada en Salta e hice la carrera de dirigente y deportiva a la vez. Pasé por todos los cargos en la Federación, fui vocal suplente, vocal, protesorera, secretaria, tesorera, vicepresidenta, presidenta (ocho años en el cargo). Después le pase la posta a mi marido, Antonio Del Pin, y él fue durante dieciséis años presidente de la Federación. Los chicos que están actualmente en la dirigencia fueron alumnos míos, todos rindieron conmigo. En estos momentos soy octavo dan de la Confederación Argentina de Judo, pertenezco al Consejo del Maestro”.
El judo ganó mucho terreno en la provincia y gracias a la enseñanza de Mara Narancic.
“Abrí el gimnasio ‘Mara Narancic’ y después me fui a enseñar en la Sociedad Italiana donde estoy hace 32 años. También daba clases en el Colegio del Milagro, en el Colegio Saint-Patrick’s, en la Sociedad Sirio-Libanesa y en el Club Mitre, entre otros. Tengo más de cuarenta exhibiciones en la provincia, en casi todos los departamentos y hasta en Jujuy. Cuando se inauguró el Delmi (1986) fui escolta de la bandera, ese año había salido campeona de los juegos Cruz del Sur”. 
Sin lugar a dudas que Mara Narancic es y será una de las deportistas más representativas de Salta en el mundo.
“La verdad que tuve una trayectoria bastante larga y durante trece años consecutivos traje muchos logros para Salta y el país. Disputé tres Juegos Panamericanos, salí tercera en Chile y medalla de bronce en Cuba, La Habana (1985), fui a Sudamericanos, logré el segundo lugar en los Juegos Cruz del Sur, tercera en Brasil, logré el campeonato Latinoamericano y representé a la Argentina en el Campeonato Mundial de Judo en Yugoslavia”, repasó la leyenda viviente del judo salteño.
 

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