"Tengo sangre azul, el color de nuestro uniforme. Amo ser policía, sé que mis compañeros, mis dos hijos que trabajan en la fuerza y la sociedad me necesitan en estos momentos en el que se multiplican los casos de COVID-19 en San José de Metán", dijo a El Tribuno, el excabo de la Policía de la provincia Walter Heredia, de 51 años.
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"Tengo sangre azul, el color de nuestro uniforme. Amo ser policía, sé que mis compañeros, mis dos hijos que trabajan en la fuerza y la sociedad me necesitan en estos momentos en el que se multiplican los casos de COVID-19 en San José de Metán", dijo a El Tribuno, el excabo de la Policía de la provincia Walter Heredia, de 51 años.
Heredia fue cesanteado el 5 de mayo de 2009, supuestamente por instigar al personal policial a plegarse a un paro y ser vocero de un reclamo salarial. "Yo no participé en ninguna protesta ni corte de ruta. En ese momento me encontraba de licencia cuando mis compañeros de la Unidad Regional 3 me fueron a buscar a mi casa para que los represente ante el Gobierno para que nos mejoren los sueldos", recordó Heredia.
"Me dejaron sin trabajo injustamente porque en ese entonces el propio exgobernador, Juan Manuel Urtubey, pidió a los jefes policiales que se nombren voceros de cada Unidad Regional. A los tres meses de terminado el paro, nos notificaron de la cesantía a doce compañeros que actuamos como portavoces. Uno de mis compañeros ya le ganó un juicio al Estado y fue reintegrado a la fuerza", destacó.
Heredia dijo que desde que se quedó sin trabajo se desempeña como remisero en Metán para poder subsistir. "Me dejaron sin trabajo en el peor momento de mi vida, cuando mi esposa Rosana se encontraba muy enferma", indicó.
"Quiero volver a la Policía, es mi vocación. Siento que nací para proteger y servir a la comunidad", dijo Heredia en un relato conmovedor.
Aclaró que en 2009 no participó de las protestas salariales que incluyeron cortes de ruta. "Todo está probado y en la Justicia, pero hasta ahora no me devolvieron mi trabajo", sostuvo el exuniformado.
Sus dos hijos policías
Germán Darío, de 28 años, y Héber Gonzalo Heredia, de 27, son hijos de Walter y se desempeñan actualmente en Metán como policías. "Quiero estar al lado de mis hijos y de mis compañeros. Si tengo que morir de COVID-19 por proteger la salud y la vida de mis vecinos lo haré con orgullo. Quiero agradecer el apoyo de la comunidad de Metán y de sus autoridades", dijo.