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La tranquilidad mañana del domingos en la avenida Entre Ríos se vio interrumpida por un episodio que captó la mirada de los clientes habituales de un conocido supermercado. Lo que parecía ser una jornada de compras normal se transformó en un operativo de seguridad cuando los movimientos de dos mujeres, de 30 y 49 años, despertaron las sospechas del personal de vigilancia privada del salón de ventas.
El incidente tuvo lugar a la altura del 1800 de la mencionada avenida, en su intersección con la calle Junín. Según pudo saberse, las involucradas habrían intentado traspasar la línea de cajas ocultando diversos productos entre sus pertenencias. Sin embargo, el sistema de monitoreo y la atención de los guardias permitieron advertir la maniobra antes de que lograran ganar la calle.
Respuesta inmediata
Ante la situación, se solicitó de inmediato la intervención de la fuerza pública. Efectivos de la Comisaría Quinta, dependiente del Distrito de Prevención N° 1, arribaron al lugar para formalizar el procedimiento. En un ambiente de creciente tensión, pero bajo los protocolos correspondientes, las dos mujeres fueron demoradas y trasladadas para su identificación.
Fuentes cercanas a la investigación confirmaron que los elementos sustraídos fueron identificados y restituidos de inmediato al propietario del establecimiento, tras constatarse que no habían sido abonados.
Acciones legales
El caso quedó ahora bajo la órbita de la Fiscalía Penal N° 5, organismo que impartió las directivas para determinar la responsabilidad de las acusadas en este intento de hurto. Si bien el tránsito y la actividad comercial en la zona no se vieron interrumpidos, el despliegue policial frente al local generó un fuerte impacto visual entre los transeúntes y conductores que circulaban por esa neurálgica arteria de la ciudad de Salta.
Este robo en épocas donde mucha gente se mueve de un lado hacia otro por la fiestas de Fin de Año, pone en relieve la vigilancia intensificada en las grandes superficies comerciales de la zona norte, donde el trabajo conjunto entre la seguridad privada y el personal policial busca desalentar este tipo de delitos de "mecheo" o hormiga, que suelen incrementarse en horarios de gran afluencia.