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Las trabajadoras del hogar celebran su día con una mateada en el parque San Martín

El grupo de Facebook "Unidas podemos lograrlo" se reunirá a matear en el parque San Martín para celebrar el Día del Personal de Casas Particulares. Derechos, reconocimiento e igualdad son las consignas que enarbolan esta fecha.
Viernes, 02 de abril de 2021 15:55

Con una costumbre arraigada en nuestro país, que incita a la calidez y las confidencias, el grupo de Facebook Unidas podemos lograrlo celebrará el Día del Personal de Casas Particulares. Se reunirán este sábado, a las 16, en el anfiteatro del parque San Martín. 

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Con una costumbre arraigada en nuestro país, que incita a la calidez y las confidencias, el grupo de Facebook Unidas podemos lograrlo celebrará el Día del Personal de Casas Particulares. Se reunirán este sábado, a las 16, en el anfiteatro del parque San Martín. 

La fecha la instituyó el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social por resolución 3/2015 para considerarla un día no laborable y sin pérdida de la remuneración correspondiente. Previo a esto se conmemora el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, que proclamó el 30 de marzo de 1989 la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (Conlatraho). 

Este año la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina, junto con los principales sindicatos del sector, promovió la campaña #EsTrabajoNoEsAyuda para “visibilizar la importancia del trabajo doméstico y fortalecer el diálogo entre trabajadoras domésticas y empleadores, brindando información en torno de sus derechos y obligaciones, en el contexto de la pandemia”.

Justamente Ana Díaz (48), referente del grupo Unidas..., que tiene 1.300 miembros, señaló que la llegada del Covid-19 empeoró la ya grave situación del sector, desazonado por la desigualdad en las oportunidades y el trato, el incumplimiento de los empleadores, que, en su mayoría, no les garantizan un ingreso justo conforme con las escalas salariales vigentes y las normativas de los convenios colectivos de trabajo. Tampoco la seguridad sanitaria cuando efectúan su labor, punto vital debido a que en esta pandemia se han convertido en uno de los trabajadores más vulnerables al contagio y, a la vez, esenciales.

“La cuarentena nos sorprendió como a todos los trabajadores y dejó salir a la luz todas las formas en que no se cumplen nuestros derechos, ya que desde los gobernantes a los empleadores no les interesó nuestra seguridad. Se autorizó nuestro regreso a trabajar en plena pandemia sin un protocolo específico y poniéndonos en el grupo de trabajadores esenciales”, enunció. 

Ana Díaz y María Cruz, del grupo Empleadas de Casas Particulares Salta Capital. Walter Echazú

Si bien la OIT recomendó que las trabajadoras domésticas mayores de 60 años, embarazadas y con patologías crónicas no concurran a sus puestos de trabajo y aún así sigan percibiendo la totalidad de su sueldo, Díaz advirtió que la realidad corrió por otro carril. “Nuestras compañeras de los grupos de riesgo sufrieron el abandono del Estado y el empleador, ya que no respetaron los decretos nacionales”, afirmó. Y para muestra señaló que otra vez no las hicieron participar en las decisiones que afectan sus vidas laborales. 

“Al gobierno no le interesó que en la última restricción que se hizo para el uso del transporte público de pasajeros no estuviéramos incluidas, hasta que el grupo nuestro les hizo llegar una lluvia de notas a través de todos los políticos con los cuales tenemos contacto”, describió. Según dijo, su reclamo posibilitó que en la quinta resolución emitida por el COE se las incorporara entre los pasajeros autorizados a usar el transporte público. 

Aunque tampoco cuentan con la seguridad social para ellas y sus familias. “Los empleadores recién ahora nos dieron los elementos de bioseguridad que ellos creen que necesitamos, pero se olvidan de que la ley 26.844 específica desde 2013 que deben proporcionarnos la indumentaria y los elementos de bioseguridad necesarios para realizar el trabajo, que no solo son barbijos y guantes, sino algo elemental como botas de goma para realizar la desinfección de la casa”, enunció. Como si esto no bastara también aparecieron las consabidas condiciones discriminatorias que ha padecido desde siempre el sector y que solo van a neutralizarse cuando aumente la concientización y orientación hacia los derechos laborales y el cumplimiento de las leyes. “Un detalle no menor fue la exigencia de los empleadores del cuidado que nosotras debíamos tener aduciendo que llevaríamos el Covid-19 a sus hogares; pero ellos los fines de semana organizaban reuniones con diferentes familias y recibían visitas constantes en nombre de que sus hijos, niños y adolescentes, estaban aburridos y cansados de la cuarentena. Incluso compañeras debieron ir a trabajar mientras el empleador, con síntomas o enfermo, estaba recluido en una habitación de la casa para no contagiar a su familia”, denunció.

Entre los propósitos de la fecha también se encuadra la propuesta de revistar las películas que han retratado la realidad de las trabajadoras del hogar como “Criadas y señoras” (2011), “Lo que queda del día (1993), “Spanglish” (2004) y “Domésticas” (2001). 

De todos los ángulos en que la ficción puede mostrar su trabajo diario, Ana Díaz dijo preferir la mirada de Alfonso Cuarón en la multipremiada “Roma” (2018). “Visibiliza mucho la vida de la trabajadora de casa particular. Marca muy bien el grado de educación y nivel socio económico de las trabajadoras y los porqués una toma la decisión de empezar a trabajar en este rubro. Mujeres que se convierten en jefas de familia por tener hijos en la adolescencia. Mujeres abandonadas por sus esposos o separadas de ellos y que tienen que dejar a sus hijos a veces solos o con algún otro integrante de la familia para salir a trabajar. Los tiempos de antes y los tiempos de ahora no cambiaron. Lo único que hicieron es dictar y modificar leyes que aún siguen manteniendo a la trabajadora con muchas necesidades insatisfechas”, concluyó. 

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