En menos de un año la vida de Valeria Toconás cambió totalmente. A principios de 2020, esta joven de 32 años, madre de tres pequeños de 6, 4 y 2 años, vivía en Orán con su esposo y nada hacía pensar lo que vendría.
Ahora, lleva adelante la lucha para poder acercar un diagnóstico más certero sobre el origen del cáncer de uraco que padece y poder acceder a una medicación específica.
Para poder concretar este estudio que se realiza en Estados Unidos, necesita juntar 3500 dólares para la próxima semana y es por eso que junto a su familia lanzaron una rifa. Los números tienen un costo de 200 pesos y se puede comprar a través de los números 387-4834258 o al 3875866486.
También se habilitó una cuenta bancaria para aquellas personas que quieran realizar donaciones voluntarias. El CBU es 0720154388000037382568. En el banco Santander Río, con el alias Misión.Vida.Gen
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En menos de un año la vida de Valeria Toconás cambió totalmente. A principios de 2020, esta joven de 32 años, madre de tres pequeños de 6, 4 y 2 años, vivía en Orán con su esposo y nada hacía pensar lo que vendría.
Ahora, lleva adelante la lucha para poder acercar un diagnóstico más certero sobre el origen del cáncer de uraco que padece y poder acceder a una medicación específica.
Para poder concretar este estudio que se realiza en Estados Unidos, necesita juntar 3500 dólares para la próxima semana y es por eso que junto a su familia lanzaron una rifa. Los números tienen un costo de 200 pesos y se puede comprar a través de los números 387-4834258 o al 3875866486.
También se habilitó una cuenta bancaria para aquellas personas que quieran realizar donaciones voluntarias. El CBU es 0720154388000037382568. En el banco Santander Río, con el alias Misión.Vida.Gen
Cómo comenzó todo
Debido a fuertes dolores en la espalda, la joven consultó a un traumatólogo, que pensando que su paciente tenía una hernia de disco le solicitó un estudio para confirmar el diagnóstico y calmantes. Pese a ese tratamiento, los dolores de Valeria no calmaban y más aún, comenzó a tener un sangrado en la orina. Así fue que buscó a otro profesional.
En ese momento, lo más llamativo de su caso era el sangrado pero los profesionales sospecharon que era consecuencia de los medicamentos que estaba tomando. Nuevamente, la consulta profesional derivó en una ecografía, pero esta vez, el estudio se repitió tres veces en el mismo día.
“Me pareció raro, porque además me pidió que tome agua, cuando primero me habían dicho que no era necesario. Y después de hacer tres veces el estudio, el médico me dijo que veía algo extraño, como un tumor en mi vejiga”, recordó Valeria en su diálogo con El Tribuno.
Esto ocurrió en octubre de 2020 y desde ese momento, todo dio un vuelco en la vida de Valeria. Se traslado desde Orán a la Ciudad de Salta, en busca de más respuestas y tratamientos para lo que todavía no saben de dónde salió.
Esta joven vive ahora, junto a sus hijos en un barrio de la zona sur, con sus padres que la ayudan en el acompañamiento de sus pequeños. Su esposo sigue trabajando en Orán.
En su relato, Valeria reconoce que los profesionales de Orán fueron muy directos y le advirtieron antes de venir a Salta que el tumor que tenía era por lo general maligno. Y así fue. En Salta fue sometida a una biopsia, destinada a un urólogo que luego la derivó a un oncólologo.
El 30 de diciembre de 2020 comenzó con las sesiones de quimioterapia y como no se logró diagnosticar el origen de la enfermedad, la toma del medicamento es a nivel general. La agresión de la terapia fue tan grande que Valeria llegó a pesar 43 kilos. Ahora ya no pueden inyectarla, por lo que el doctor que lleva adelante su caso le indicó un Port a Cath. Se trata de un dispositivo que se conecta a una vena y que recibe la medicación. De esta manera se evita la búsqueda de arterias que permitan el ingreso del medicamento.
Valeria ya realizó cinco quimioterapias y realiza un control cada dos. El último estudio no dio los resultados esperado. “El doctor que dijo que no vamos bien. El tumor creció y ahora está en varias partes”, detalló la joven y es por esto que los profesionales buscan acceder a un tratamiento más específico.
El doctor Matías Salazar, es quien lleva el caso de Valeria, y fue quién le hizo conocer la existencia de una fundación que lleva adelante estudios sobre las mutaciones de las células cancerígena. “Tal vez ahí podemos encontrar un tipo de tratamiento que nos ayude”, expresó Valeria.
El estudio que se realizará sobre las muestras que ya tienen de Valeria, tiene un costo de 3500 dólares, y este resultado es el que puede permitirle acceder a un tratamiento específico para el cáncer que padece.
El cáncer de uraco es una neoplasia maligna infrecuente, su diagnóstico es difícil. Por lo general se presenta en hombres, mayores de 40 y con alto consumo de tabaco. Su presentación en mujeres tiene un índice muy bajo, por lo que su estudio y tratamiento también resulta dificultoso.