Lo contamos hace 11 días en este diario. Los wichis de las comunidades de Embarcación manifestaron su hambre y el frío que tenían entonces y que seguro cala más hondo en estos días crudos, previos al inicio del invierno. Para ellos la escarcha es un castigo que los pesca denudos de abrigo y, a casi todos, durmiendo hacinados sobre cartones en el suelo. Desde las comunidades de La Corzuela, a un kilómetro de Dragones; desde La Media Luna, a 30 kilómetros de Dragones, y desde Misión Carboncito, en la periferia del municipio de Embarcación, todos los pobres están famélicos y apelan a la solidaridad de los salteños, porque en vano esperan que las autoridades municipales les den una respuesta para llenar la panza y campear el frío.
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Lo contamos hace 11 días en este diario. Los wichis de las comunidades de Embarcación manifestaron su hambre y el frío que tenían entonces y que seguro cala más hondo en estos días crudos, previos al inicio del invierno. Para ellos la escarcha es un castigo que los pesca denudos de abrigo y, a casi todos, durmiendo hacinados sobre cartones en el suelo. Desde las comunidades de La Corzuela, a un kilómetro de Dragones; desde La Media Luna, a 30 kilómetros de Dragones, y desde Misión Carboncito, en la periferia del municipio de Embarcación, todos los pobres están famélicos y apelan a la solidaridad de los salteños, porque en vano esperan que las autoridades municipales les den una respuesta para llenar la panza y campear el frío.
La puja por el bocado es dolorosa en el Chaco salteño, donde el hambre es el común denominador desde hace ya medio siglo. Es el estigma, la cruz de todos los wichis. La desnutrición es en realidad un eufemismo de la indiferencia y del abandono sistemático. En las comunidades hay chicos y grandes que no comen a diario y tampoco tienen agua potable, ni luz eléctrica. Casi muertos de hambre, algo difícil de entender con la panza llena, levantan la lánguida voz para pedir ayuda. Y lo hacen con razón porque hubo un retraso de al menos dos meses en el reparto de los bolsones alimentarios, y para colmo, no tienen posibilidades de hacer ni una sola changa. Desde la intendencia de Embarcación, dirigida por el médico Carlos Funes, no hay respuestas válidas, solo explicaciones burocráticas incapaces de saciar el hambre.
Consultado el intendente sobre este drama, nos puso al teléfono con su esposa, Mónica Goycoechea, coordinadora de Desarrollo Humano de Embarcación, quién dijo: "La entrega de módulos focalizados se hace desde Salta, nosotros solo brindamos la logística para repartirlos. Es cierto que hubo un retraso de uno o dos meses por parte del Gobierno de la Provincia, pero la gente tiene la asignación universal y la tarjeta Alimentar". Agregó: "Desde la Municipalidad les hemos mandado hace 20 días las semillas de invierno para las huertas del programa del INTA", dijo la mujer.
Para acercar las donaciones, comunicarse con los números 3874863809 (María Alaniz), 3874533747 (Elisabet Ferrer). Todo irá para las comunidades de la delegación municipal de Dragones: La Media Luna, La Mora, La Fortuna, La Corzuela. Cuando el hambre llama, los solidarios corren.
El intendente Funes tomó la palabra para explicar que "cualquier cosa que les haga falta tienen que ver al delegado municipal de Dragones, Lucio Aranda". Ante la consulta: ¿podría el delegado ir a las comunidades a ver sus necesidades?, Funes señaló: "Podría ser, pero para dar ayuda necesitamos que haya una nota de por medio para justificarla". Es difícil de imaginar a los wichis escribiendo notas para pedir comida, colchones y frazadas, pero para el intendente es la condición. "No contamos con partidas presupuestarias y la pobreza estructural que hay acá no es culpa mía. Embarcación en 35 años tuvo dos intendentes y yo soy el tercero y estoy hace un año y medio, asistimos como podemos", justificó la inacción.
Campaña solidaria
Si no existiera la filantropía la vida sería un canto triste, y en el mundo no habría lugar para todos. Empatizando con el hambre y el frío de estas comunidades, la Agrupación de Mujeres y Disidencia Beatriz Perosio, con el apoyo de Adiunsa, convocaron a una campaña para acercarles donaciones a las familias de varias comunidades de la ruta nacional 86.
Se pide: alimentos, leche en polvo, latas de carne envasada, latas de verdura y frutas envasadas, cereales (maíz, trigo, avena, arroz), legumbres (poroto, lentejas, arvejas, garbanzos, habas, secas o enlatadas), fideos, aceite, sobres de sopa, yerba, té, café, cacao, azúcar y galletas.
Para el frío: ropa de abrigo para todas las edades, varones y mujeres; zapatillas o zapatos para adultos y niños; frazadas y colchones.
Para acercar las donaciones comunicarse con los números 3874863809 (María Alaniz), 3874533747 (Elizabet Ferrer).