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Hay hambre en Misión Carboncito y piden ayuda

Mujeres wichis luchan contra la venta de alcohol a sus hijos; y claman por alimentos para un comedor cerrado hace un año. Llamar al: 3874891061.
Lunes, 21 de junio de 2021 01:56

Son mujeres. Son wichis. Viven en Embarcación, en la Misión Carboncito, y se unieron con el nombre "Guerreras del Arco Iris" (Lawu Khanifwutas, en wichi) para luchar contra la venta de bebidas alcohólicas y drogas a los niños y adolescentes de la comunidad de Fwiñol, aunque lo han hecho sin ser escuchadas aún por las autoridades a pesar de las numerosas notas presentadas y de todos los tramos recorridos en las marchas que hicieron para pedir ayuda y contención.

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Son mujeres. Son wichis. Viven en Embarcación, en la Misión Carboncito, y se unieron con el nombre "Guerreras del Arco Iris" (Lawu Khanifwutas, en wichi) para luchar contra la venta de bebidas alcohólicas y drogas a los niños y adolescentes de la comunidad de Fwiñol, aunque lo han hecho sin ser escuchadas aún por las autoridades a pesar de las numerosas notas presentadas y de todos los tramos recorridos en las marchas que hicieron para pedir ayuda y contención.

Estas mujeres pelean duro para conseguir alimentos ya que desde hace año y medio escasean de un modo trágico en Carboncito, donde el hambre es el común denominador que hace la vida de los vecinos realmente miserable.

Una de las principales referentes de esta Misión wichi, Patricia Ferreira, tiene un desbaratado comedor para 80 niños, 15 ancianos y 14 discapacitados, a los que no puede alimentar. Conversó sobre la problemática con El Tribuno: "Nosotras las mujeres y madres de la comunidad estamos en fuerte lucha contra la venta indiscriminada de bebidas alcohólicas a nuestros niños y jóvenes, que ven en el vicio un escape a la realidad. Ellos dan pena, flaquitos, no comen y andan tomados. A las autoridades provinciales, municipales, nacionales, a quién corresponda les pedimos control de la venta de alcohol y drogas. No nos escucharon hasta ahora y se están arruinando la vida. Lo que necesitamos todos acá es alimentos, pienso que todo andaría mejor si los jóvenes, niños y ancianos no pasaran hambre, es muy lamentable ver los ojitos perdidos, esperando algo para comer".

Patricia tiene 7 hijos de entre 20 y 8 años, dos de ellos son discapacitados. "Yo tengo el comedor "Refugio' hace casi 5 años, pero durante el 2020 no hemos podido dar alimentos por la situación y este año todo empeoró. Somos 10 madres que trabajamos a pulmón, siempre poníamos cada una algo para cocinarles a todos pero eso se ha cortado en el 2020 por la terrible situación económica, ya que no podemos vender nuestras artesanías, no vendemos ni el carbón que hacemos casi, y los chicos tienen hambre, me esperan en la puerta para que les sirva comida, se quedan sentados esperando y yo quiero llorar de pena. También hay ancianos y discapacitados que comían en el comedor", detalló.

La angustiada madre agregó: "Ahora, de vez en cuando el doctor Franco de la Misión Chaqueña (Pichanal) nos colabora con arroz, yerba, leche, pero no alcanza para todos los días. Por eso es que les pedimos a los salteños que nos den una mano".

Agua en tachos tóxicos

Ferreira contó: "Otro drama que tenemos en Carboncito es la falta de agua potable. Solo tenemos un caño de agua para toda la Misión que somos unas 300 familias y lo peor es el caño viene de la escuela. Además no tenemos tanques Tinako para juntar agua, solo tenemos los bidones de 20 litros de agroquimicos de las fincas de Jalit. Ellos les prenden fuego a los tachos, pero nosotros estamos atentos para agarrar los bidones de producto para curar las plantas, así tenemos donde juntar agua".

Tristemente Patricia se refiere a los bidones de glifosato, un poderoso herbicida de amplio espectro, muy tóxico, que está en la lista de "probablemente cancerígenos" de la Organización Mundial de la Salud.

Sobre si tienen conciencia del peligro que entraña el uso de esos tachos, dijo: "Sabemos que es tóxico, por eso los lavamos bien con agua caliente, lavandina y cenizas para que se vaya todo el veneno y no les haga mal a nuestros hijos. Es un proceso de lavado que dura un mes. Nunca tuvimos problemas. Solo somos 4 familias las que nos encargamos de ese procedimiento para toda la comunidad que está sabiendo el peligro de usarlos sin hacer esta limpieza". Con una legislación "muy permisiva", varias empresas y productores en la provincia aplican el glifosato indiscriminadamente en grandes extensiones. Esto vuelve aún más preocupante la situación de la Misión Carboncito que, sin dudas, además de alimentos necesita tanques de agua para almacenar el líquido vital a falta de obras de agua.

Cómo ayudar

Si no existiera la filantropía la vida sería un canto triste, y en el mundo no habría lugar para todos. Se convoca a una cruzada para acercar donaciones al comedor y a las familias de Misión Carboncito.
Se pide: Tanques para almacenar agua, leche en polvo, latas de carne envasada, latas de verduras y frutas envasadas, cereales (maíz, trigo, avena, arroz), legumbres (poroto, lentejas, arvejas, garbanzos, habas, secas o enlatadas), fideos, aceite, sobres de sopa, yerba, té, café, cacao, azúcar y galletas. Para el frío: ropa de abrigo para todas las edades, varones y mujeres; zapatillas o zapatos para adultos y niños; frazadas y colchones.
Contacto Patricia Ferreira: 3874891061. 
 

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