¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
20 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Augusto Enrique Rufino: “Las letras fueron las alas con las que pude viajar”

Desde Orán, su ciudad natal, compartió reflexiones y memorias acerca del quehacer de un hombre de letras.
Lunes, 07 de junio de 2021 22:56

Augusto Enrique Rufino es poeta y escritor y vive en Orán. En sus palabras muestra una sabiduría vital dada por los viajes y por las personas que ha conocido en los lugares que ha recorrido. La poesía le ha permitido, dice, conocer culturas, lugares y personas. 
El Tribuno se contactó con él, que desde su ciudad natal compartió reflexiones y memorias acerca del quehacer de un hombre de letras. “En México, justo aquí en mis manos tengo la antología que se editó allí, estaba Emilio Coco, que es el autor del prólogo y de la traducción del libro que voy a publicar en Italia”, cuenta a propósito de su último libro, “Lettere con ali”, próximo a ser presentado en una edición bilingüe. 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Augusto Enrique Rufino es poeta y escritor y vive en Orán. En sus palabras muestra una sabiduría vital dada por los viajes y por las personas que ha conocido en los lugares que ha recorrido. La poesía le ha permitido, dice, conocer culturas, lugares y personas. 
El Tribuno se contactó con él, que desde su ciudad natal compartió reflexiones y memorias acerca del quehacer de un hombre de letras. “En México, justo aquí en mis manos tengo la antología que se editó allí, estaba Emilio Coco, que es el autor del prólogo y de la traducción del libro que voy a publicar en Italia”, cuenta a propósito de su último libro, “Lettere con ali”, próximo a ser presentado en una edición bilingüe. 

¿Ya está listo el libro?
Sí, ya está listo y ya está también la traducción. Ahora estamos con la dedicatoria y cambiamos una poesía por un relato que se llama “Salta de mi infancia”, que va al final. Y lo edita y publica una de las editoriales más prestigiosas de Italia, Rafaelli Editore. Así que te imaginas es un orgullo, es como estar jugando en primera. 

Tenías publicaciones en Europa...
 Ya publiqué antes en España, un libro que se titula “Sentir-es”. Te cuento cómo nació. Yo estaba trabajando, colaborando con la página cultural del diario Expresión Siglo XXI, y el editor decide publicar una antología de cuentos hispanoamericanos y me lo comenta y, la verdad, me ilusioné pero no sabía si se iba a hacer. Y fui el segundo. La primera fue Margot del Castillo, una escritora chilena, y en segundo lugar me tocó a mí publicar “Sentir-es”. Y fue realmente emocionante porque lo presente en Madrid, en un lugar emblemático donde asistía Jorge Luis Borges, Camilo José Cela, Antonio Machado y salió en el diario El País, de España, la presentación.

¿Cuándo fue?
Un 23 de abril de 2012, el Día del Idioma, el Día del Libro. Y después me invitaron al Festival Internacional de Poesía en París, y allí presenté “Soufflé de vie”, que significa “viento de vida” o “soplo de vida”. Y tuve el honor de representar a la Argentina y presentar ese libro, y en esa ocasión estuvimos recorriendo con presentaciones en el Parlamento, la Sorbona. Fue un excelente encuentro en París. Y mirá cómo se van encadenando las cosas. Después me invitaron a un festival de poesía en Taiwán, y ahí la escritora Miao Yi Tu, también docente de la Universidad Nacional de Tainan, me propuso que publiquemos un libro que titulé “Pensarte”, y lo presentamos y salió en taiwanés, está mi nombre, mi biografía, pero no es bilingüe. Por eso ahora, con este libro (el de Italia), les pedí que sea bilingüe porque recibí como 10 ejemplares de Taiwán y se los regalé a mis hijos, pero nadie pudo leerlo (risas) porque está todo escrito en su idioma. Y entonces, esta vez, sí, lo hacen bilingüe, va en español y en italiano. 

¿Cómo se llama?
“Letras con alas”, en italiano es “Lettere con ali”. Le puse ese nombre porque las letras fueron las alas que me permitieron viajar por el mundo entero y participar de encuentros. Ahora, por ejemplo, acabo de cortar una teleconferencia con el Festival Internacional de Poesía de la Habana. A Cuba fui seis veces, dos veces al Festival Internacional de Poesía, dos veces a la Feria Internacional del Libro de La Habana, donde presenté “Pensarte” y otras publicaciones y fui dos veces a un festival que se llama La Isla en Verso, que recorre toda la isla. A través de las letras pude recorrer buena parte del mundo y publicar en otros países. Y este libro de Italia va en un catálogo de poetas muy conocidos y estoy feliz de estar incluido en esa antología.

¿Las publicaciones se consiguen en Salta? 
En Salta, a través de la Sociedad Argentina de Escritores, publicamos una antología de poetas salteños que presentamos a fin del año pasado, ahí estoy incluido, y después “Soufflé de vie” se puede conseguir a través del carrito de compras de Amazon. Ahora la tecnología te permite poder leer libros a través de internet.

¿Cómo nació este oficio de escribir?
Te diría que somos familia de escritores, mi padre desde chicos nos incentivaba a valorar la lectura, el poder del conocimiento. A través del estudio, de la lectura, se tenía la llave del éxito. Y realmente lo logró. Somos tres hermanos, y mi hermana Silvina público hace muy poco una novela que tuvo repercusión nacional, se lo hace en el Día Internacional de la Mujer. “Retrato de un cuerpo. Travesía de Ana T.”, se titula y vino a la presentación a la Casa de Cultura hasta el ministro Dib Ashur y todo el ceremonial y protocolo de Gobierno municipal y hubo una presentación grande, con toda la burbuja, pero llena porque tenía trascendencia. Pasa que generalmente los poetas locales se hacen cargo de editarse. Van con un pendrive a una imprenta en Salta y se vienen con el libro en una caja. Así que el escritor es el responsable de la publicidad, de la presentación, de distribuirlo y, por supuesto, no llega más allá de Salta. Pero en el caso de la novela de Silvina, son ediciones con tirada nacional y entonces está en todas las librerías del país. Y, en mi caso, si bien es cierto a mí se me acabaron, por ejemplo “Sentir-es” se puede comprar en papel en España, en el Corte Inglés y en las librerías. Y también se lo puede conseguir digital a través de Amazon también en e-book. Recibo correos de lectores de muchísimas partes del mundo, a veces consultando sobre algún libro, o felicitándome y es una situación muy especial porque uno no se da cuenta de la dimensión qué significa el poder de la palabra. La palabra escrita que puede llegar a los rincones más lejanos del mundo a través de la poesía o de los relatos.

Enrique Rufino con Roberto Fernández Retamar​​​​​​, en su casa de Vedado, La Habana (Cuba)

¿Sobre qué escribís?
Ahora, por ejemplo, estoy trabajando con una universidad de Tailandia, con un cuaderno cultural, y allí escribo narrativa, leyendas... la última vez mande la leyenda del kakuy. Y en un último recital, que fue con Cuba, recité una poesía que se llama “Exilio de la flor”, por una chica que llegué a conocer y que estuvo exiliada en Cuba por razones de salud y por razones políticas, y después escribí una poesía dedicada a Martín Miguel de Güemes, que ahora se cumple el bicentenario del paso a la inmortalidad de Güemes, uno de los tres héroes máximos de la Argentina, junto con San Martín y Belgrano. Y también escribí una poesía dedicada a Orán, “Orán en agosto”. Muchos temas.

Orán está en tu poesía...
Siempre, en cada recital, en cada lugar, trato de nombrar a la ciudad donde vivo, trato de que en alguna poesía sea nombrada, porque uno no sólo lleva la palabra escrita sino también lleva el nombre de la ciudad donde nació a los lugares donde te toca participar y, por supuesto, a Salta y a Argentina, y te llena de orgullo el poder hacerlo.

¿Siempre viviste en Salta?
Estuve viviendo en Orán hasta la adolescencia y después me fui a Tucumán como 5 años, me tocó la etapa más dura, era bastante complicado en esa época ser estudiante, era la época de la dictadura, y me volví a Orán y comencé a trabajar en el ingenio San Martín del Tabacal. Era responsable de la secretaría del comité de dirección, durante la gestión de los Patrón Costas. Y después, a través de la literatura, tuve un paso fugaz por México. Estaba en relación con una escritora mexicana que ahora vive en Alemania y que era directora de la Casa del Poeta del DF, pero no me acostumbré mucho, así que me volví y desde entonces sigo en allí sigo en Orán.

Y siempre viajas...
Ahora, en esta última etapa por la pandemia, dejé de viajar. Digamos que mientras se permitía llegué a viajar de dos a cuatro países por año. Viajaba a presentaciones en Bolivia, en Chile, tuve presentaciones en casi todos los países de Latinoamericana... Colombia, Cuba... también estuve en un evento por la paz que me invitó un grupo de escritores, fui a México a El Salvador. En México fui a varios eventos, incluso tuve el reconocimiento de una estatuilla que le dan a los escritores que recorren el mundo, y es mi caso, “La Ourensana”, una escultura del artista Manuel Buenos, de Galicia.

También llegaste a África...

Con la escritora Kary Kren, en una presentación en África, en la Fundación Couto.


El último encuentro presencial del que participe antes de que llegara la pandemia, fue en Mozambique. Estuve invitado por la Fundación Couto y estuvimos en presentaciones de libros y recorriendo comunidades originarias, a través de la Unesco, claro. Y fue muy valioso el encuentro, conocer una cultura diferente fue importante, no sólo te enriquece literariamente, sino culturalmente. El modo de vivir, las carencias de distintos países... las realidades.

¿Y vas a presentar el libro en Italia? 
Y ahora, en Italia, si llegaran a permitir las actividades, porque para viajar a la Comunidad Europea tenés que viajar con pasaporte del país al que vas, te autorizan a que viajes con una invitación. En este caso, sería de la editorial refrendada por las autoridades culturales. La idea es viajar la tercera semana de septiembre a Italia para hacer la presentación oficial, igual voy a recibir cerca de 100 libros en Argentina. Y me presentaría en Italia Emilio Coco, qué hizo la traducción y es un referente importante de la literatura de Italia.

¿Y en Salta?
La presentación aquí en Salta se va a hacer a través de la Sociedad Argentina de Escritores, justo estuvimos programando con Eduardo Medina, el presidente. La primera presentación va a ser en la biblioteca, en la Belgrano y Sarmiento, y después vamos a hacer la presentación en Orán. Ya hablé con la secretaria de Cultura y nos autoriza a que presentemos ese libro respetando el protocolo. Y ellos van a colaborar para que la gente esté cumpliendo todas las normas por la pandemia, las restricciones.

¿Qué significa viajar con las letras?

Con Aída García Márquez, en Colombia.

Mucho. Incluso le hice una entrevista a Aída García Márquez, hermana de Gabriel, y se la mandé a Roberto Alifano, que era responsable del suplemento cultural de la Nación y también lo pasamos en Salta por la SADE. Y esa experiencia fue hermosa. Y me tocó encontrarme con Juan Manuel Roca, el poeta colombiano, y con Roberto Fernández Retamar, ya fallecido, presidente de Casa de las Américas. Celebridades, instituciones culturales y eso es lo que me permitió la literatura: poder compartir y conocer. 

 

"Nos leían poesías, cuentos clásicos”    

El poeta cuenta cómo las lecturas y el acompañamiento en la niñez lo marcó. La historia familiar en el caso de Augusto Enrique Rufino fue determinante. El poeta oranense lo recalcó a lo largo de la charla. “Mi papá siempre nos enseñó a valorar el poder del conocimiento, el estudio, la lectura y, sobre todo la literatura, y mi madre también. Mi madre era hija de un ingeniero de Chile que vino cuando se hizo el puente Huaytiquina y él se casó con mi abuela, y ella fue compañera de Gabriela Mistral, y teníamos una pila de cartas que se intercambiaban, algunas las donamos a una fundación en Chile y otras las conservo”, cuenta. “Mis padres, cuando éramos chicos, a la noche después de cenar, se sentaban al pie de la cama y nos leían poesías, cuentos clásicos. Teníamos ‘Titanes de la poesía universal’ y, desde chiquititos, fuimos mamando la literatura y la poesía. Los cuatro éramos lectores, uno de mis hermanos falleció. Y los tres hermanos escribimos. Y mi otra hermana fue directora de estudios de la católica, ya se jubiló. Delia Rufino Navamuel se llama”, dice. 

“Lettere con ali”
El último título que va a publicar Rufino tiene también su historia. “En México, cuando volvíamos del aeropuerto, Emilio Coco me dice: ‘Agusto, estuve en el recital y me gustó mucho tu poesía y quiero ver si te puedo editar’. Y yo lo tomé como un cumplido. Eso que fue hace 2 años. Bueno, ahora Emilio hizo la traducción y ya tengo el libro inclusive, y ya firmé la prueba de galera, ya revisé todo... y ya firmé el contrato con la editorial, y arrancan con 1.000 ejemplares. Ya está en el horno, digamos. Es una gran satisfacción”, cuenta.
 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD