El intendente de Río de Janeiro, Eduardo Paes, firmó ayer la autorización por decreto para que haya presencia de hasta 6.500 personas en el mítico estadio, aunque sin venta de entradas y con testeo PCR negativos de coronavirus, y son 2.100 los hinchas argentinos que alentarán esta noche a la Selección en la gran final de la Copa América con Brasil en el Maracaná.
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El intendente de Río de Janeiro, Eduardo Paes, firmó ayer la autorización por decreto para que haya presencia de hasta 6.500 personas en el mítico estadio, aunque sin venta de entradas y con testeo PCR negativos de coronavirus, y son 2.100 los hinchas argentinos que alentarán esta noche a la Selección en la gran final de la Copa América con Brasil en el Maracaná.
La autorización del público en la final es de un 10 por ciento para cada sector del estadio, donde deberá respetarse un distanciamiento de dos metros entre las personas o familias, determinación consensuada entre el municipio, las autoridades sanitarias cariocas y la Conmebol.
Lo cierto es que, al no haber venta de entradas, la única manera para ingresar será mediante la “invitación oficial” y con un PCR de resultado negativo dentro de las 48 horas previas al inicio del partido.
Locura por una entrada
Ayer, cuando caía la tarde en Río de Janeiro, la AFA puso a disposición de los argentinos residentes en Brasil 2.100 acreditaciones protocolares para que estén presentes en la final de la Copa América, y los fanáticos se agolparon en el “Edificio Argentina”, en el consulado argentino en Río de Janeiro, para ir en búsqueda de su entrada, cuyo principal requisito era contar con el resultado negativo de coronavirus impreso.