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Lo que se disputa en la elección

Viernes, 13 de agosto de 2021 02:53

Este domingo, los salteños y las salteñas ejerceremos nuestro derecho al voto por primera vez desde que comenzó la pandemia. 
Tenemos la responsabilidad de elegir 12 senadores/as provinciales -1 por departamento-, 30 diputados/as provinciales -en 11 departamentos- y 343 concejalías equivalentes a la totalidad de las bancas de los 60 Concejos Deliberantes de la provincia. 
A esta estructura del voto se suman, de manera extraordinaria, la elección de la intendencia de Aguaray - intervenida en octubre de 2020- y la de 60 convencionales constituyentes, representantes elegidos para la reforma de la Constitución provincial. 
En estos comicios se votará con boleta única electrónica como se hace desde el 2009 en toda Salta. 
La oferta electoral provincial está compuesta por 7 frentes: 2 del oficialismo provincial, “Gana Salta” y “Unidos por Salta”; 2 fracciones del oficialismo nacional, “Frente de Todos” y “Salta para Todos”; 2 alianzas de izquierda, “Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad” y el “Frente Partido Obrero-MAS”; y la alianza “Juntos por el Cambio+”, que debuta como fuerza electoral provincial. Lo inédito de esta elección será la estrategia electoral de presentar dos frentes oficialistas que competirán en la provincia, lo que podría permitir al oficialismo provincial ampliar la cantidad de bancas actuales. 
En términos de gobernabilidad, en estas elecciones está en juego la consolidación de una amplia mayoría oficialista en el Poder Legislativo. En el Senado provincial, 9 de las 11 bancas que tienen duración hasta el año 2023 están conformadas por partidos que en estas elecciones competirán como parte de los frentes oficialistas -Salta tiene Futuro y Partido Justicialista como parte de “Gana Salta”, y el Partido Renovador Salteño como “Unidos por Salta”-. 
En la Cámara de Diputados, de las 30 bancas vigentes hasta 2023, 20 son del oficialismo -16 del Justicialista Gustavo Sáenz Conducción, y 4 de Salta Tiene Futuro-. 
Con esta conformación legislativa, una modesta victoria de los frentes oficialistas podría otorgar una sólida mayoría en ambas cámaras.
Esta elección de medio término tiene algunas particularidades. En primer lugar, es la primera vez desde 2009 que no se celebrarán primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) provinciales. La suspensión de las PASO fue decidida por el Gobierno provincial para reducir tanto los costos económicos como la cantidad de veces que el electorado debe concurrir a las urnas, dado el contexto de pandemia. La medida fue cuestionada por la oposición puesto que se mantuvo el desdoblamiento con respecto a las elecciones nacionales.
En segundo lugar, el electorado tiene la responsabilidad histórica de elegir a sus representantes en la Convención Constituyente que llevará adelante la reforma constitucional, sin modificaciones -la última data de 2003- desde hace 18 años. 
En marzo de 2021, la ley Nº 8.239 declaró la necesidad de una reforma parcial con la intención de limitar la cantidad de reelecciones para la gobernación y vicegobernación -actualmente están permitidos hasta 3 períodos consecutivos- y de las y los legisladores provinciales; también para dar lugar al debate en torno a la integración de la Auditoría General de la Provincia y sobre jueces de Corte y jueces inferiores, entre otros temas. 
En tercer lugar, estas elecciones legislativas provinciales están atravesadas por la situación epidemiológica que plantea la pandemia por COVID-19. Originalmente estaban programadas para el 4 de julio y debieron postergarse por un pico de contagios. Para la realización de los comicios se incorporaron 55 nuevos recintos, lo que da un total de 506 establecimientos de votación en toda la provincia. Las mesas pasaron de 3117 en las elecciones de 2019 a 3198 en la actualidad, lo que equivale a un incremento del 2,6% para un padrón electoral compuesto por 1.046.734 personas. En este sentido, cabe resaltar que el porcentaje de participación en los comicios de 2019 fue del 70,23%, de cara a observar el impacto que la pandemia pueda tener en la asistencia a las urnas este domingo.
El “Protocolo de bioseguridad” publicado por el Tribunal Electoral Provincial de Salta en base a las sugerencias del Comité Operativo de Emergencia (COE) prevé kits sanitarios para cada mesa electoral y capacitaciones online dirigidas a autoridades de mesa, veedores judiciales y asistentes técnicos. Se sumará a esto el control de la temperatura corporal de toda persona que ingrese a los locales de votación y su higienización con solución hidroalcohólica, el uso obligatorio de barbijo o tapabocas, y el distanciamiento entre personas. A pesar de esto, la campaña electoral no tuvo grandes adaptaciones al contexto sanitario. En general, los y las candidatas llevaron adelante sus campañas de modo tradicional, siendo habituales las reuniones partidarias, los encuentros con organizaciones y las recorridas por los barrios.
Por último, si bien Salta cuenta desde 2016 con la ley Nº 7.955 que exige la alternancia de género en el armado de las listas, aún nos queda un largo camino hacia la democracia paritaria.
 Para el Senado provincial, en 3 de los 12 departamentos no hay ninguna candidata mujer, y de las 30 bancas en Diputados solo hay 18 mujeres cabezas de lista que compiten en 8 departamentos, lo que equivale al 20% del total de listas. En el caso de las concejalías, de los 60 municipios hay 7 en los que ninguna agrupación presenta listas encabezadas por mujeres y sólo 5 (8.33%) en que las listas encabezadas por mujeres alcanzan el 50% del total. 
Los difusos límites de diferenciación entre los espacios políticos, producto de los acuerdos electorales y las tensiones identitarias entre oficialistas y opositores que se agudizan de cara a las próximas elecciones nacionales, presentan un complejo entramado electoral. Es tiempo de que Salta elija a sus representantes con el cuidado de las y los demás votantes como prioridad, y a la espera de que las medidas sanitarias adoptadas sean las apropiadas para evitar un nuevo pico de contagios en la provincia.
 

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Este domingo, los salteños y las salteñas ejerceremos nuestro derecho al voto por primera vez desde que comenzó la pandemia. 
Tenemos la responsabilidad de elegir 12 senadores/as provinciales -1 por departamento-, 30 diputados/as provinciales -en 11 departamentos- y 343 concejalías equivalentes a la totalidad de las bancas de los 60 Concejos Deliberantes de la provincia. 
A esta estructura del voto se suman, de manera extraordinaria, la elección de la intendencia de Aguaray - intervenida en octubre de 2020- y la de 60 convencionales constituyentes, representantes elegidos para la reforma de la Constitución provincial. 
En estos comicios se votará con boleta única electrónica como se hace desde el 2009 en toda Salta. 
La oferta electoral provincial está compuesta por 7 frentes: 2 del oficialismo provincial, “Gana Salta” y “Unidos por Salta”; 2 fracciones del oficialismo nacional, “Frente de Todos” y “Salta para Todos”; 2 alianzas de izquierda, “Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad” y el “Frente Partido Obrero-MAS”; y la alianza “Juntos por el Cambio+”, que debuta como fuerza electoral provincial. Lo inédito de esta elección será la estrategia electoral de presentar dos frentes oficialistas que competirán en la provincia, lo que podría permitir al oficialismo provincial ampliar la cantidad de bancas actuales. 
En términos de gobernabilidad, en estas elecciones está en juego la consolidación de una amplia mayoría oficialista en el Poder Legislativo. En el Senado provincial, 9 de las 11 bancas que tienen duración hasta el año 2023 están conformadas por partidos que en estas elecciones competirán como parte de los frentes oficialistas -Salta tiene Futuro y Partido Justicialista como parte de “Gana Salta”, y el Partido Renovador Salteño como “Unidos por Salta”-. 
En la Cámara de Diputados, de las 30 bancas vigentes hasta 2023, 20 son del oficialismo -16 del Justicialista Gustavo Sáenz Conducción, y 4 de Salta Tiene Futuro-. 
Con esta conformación legislativa, una modesta victoria de los frentes oficialistas podría otorgar una sólida mayoría en ambas cámaras.
Esta elección de medio término tiene algunas particularidades. En primer lugar, es la primera vez desde 2009 que no se celebrarán primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) provinciales. La suspensión de las PASO fue decidida por el Gobierno provincial para reducir tanto los costos económicos como la cantidad de veces que el electorado debe concurrir a las urnas, dado el contexto de pandemia. La medida fue cuestionada por la oposición puesto que se mantuvo el desdoblamiento con respecto a las elecciones nacionales.
En segundo lugar, el electorado tiene la responsabilidad histórica de elegir a sus representantes en la Convención Constituyente que llevará adelante la reforma constitucional, sin modificaciones -la última data de 2003- desde hace 18 años. 
En marzo de 2021, la ley Nº 8.239 declaró la necesidad de una reforma parcial con la intención de limitar la cantidad de reelecciones para la gobernación y vicegobernación -actualmente están permitidos hasta 3 períodos consecutivos- y de las y los legisladores provinciales; también para dar lugar al debate en torno a la integración de la Auditoría General de la Provincia y sobre jueces de Corte y jueces inferiores, entre otros temas. 
En tercer lugar, estas elecciones legislativas provinciales están atravesadas por la situación epidemiológica que plantea la pandemia por COVID-19. Originalmente estaban programadas para el 4 de julio y debieron postergarse por un pico de contagios. Para la realización de los comicios se incorporaron 55 nuevos recintos, lo que da un total de 506 establecimientos de votación en toda la provincia. Las mesas pasaron de 3117 en las elecciones de 2019 a 3198 en la actualidad, lo que equivale a un incremento del 2,6% para un padrón electoral compuesto por 1.046.734 personas. En este sentido, cabe resaltar que el porcentaje de participación en los comicios de 2019 fue del 70,23%, de cara a observar el impacto que la pandemia pueda tener en la asistencia a las urnas este domingo.
El “Protocolo de bioseguridad” publicado por el Tribunal Electoral Provincial de Salta en base a las sugerencias del Comité Operativo de Emergencia (COE) prevé kits sanitarios para cada mesa electoral y capacitaciones online dirigidas a autoridades de mesa, veedores judiciales y asistentes técnicos. Se sumará a esto el control de la temperatura corporal de toda persona que ingrese a los locales de votación y su higienización con solución hidroalcohólica, el uso obligatorio de barbijo o tapabocas, y el distanciamiento entre personas. A pesar de esto, la campaña electoral no tuvo grandes adaptaciones al contexto sanitario. En general, los y las candidatas llevaron adelante sus campañas de modo tradicional, siendo habituales las reuniones partidarias, los encuentros con organizaciones y las recorridas por los barrios.
Por último, si bien Salta cuenta desde 2016 con la ley Nº 7.955 que exige la alternancia de género en el armado de las listas, aún nos queda un largo camino hacia la democracia paritaria.
 Para el Senado provincial, en 3 de los 12 departamentos no hay ninguna candidata mujer, y de las 30 bancas en Diputados solo hay 18 mujeres cabezas de lista que compiten en 8 departamentos, lo que equivale al 20% del total de listas. En el caso de las concejalías, de los 60 municipios hay 7 en los que ninguna agrupación presenta listas encabezadas por mujeres y sólo 5 (8.33%) en que las listas encabezadas por mujeres alcanzan el 50% del total. 
Los difusos límites de diferenciación entre los espacios políticos, producto de los acuerdos electorales y las tensiones identitarias entre oficialistas y opositores que se agudizan de cara a las próximas elecciones nacionales, presentan un complejo entramado electoral. Es tiempo de que Salta elija a sus representantes con el cuidado de las y los demás votantes como prioridad, y a la espera de que las medidas sanitarias adoptadas sean las apropiadas para evitar un nuevo pico de contagios en la provincia.
 

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