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A 206 años de que el general Güemes llevara a cabo la jura de la independencia en Salta

Una invasión realista impidió que se cumpliera a tiempo la orden del Congreso de Tucumán. 
Domingo, 04 de diciembre de 2022 02:13

El próximo miércoles 7 de diciembre se cumplirá el 206º aniversario de la jura de la independencia por parte de la ciudad de Salta, por entonces (1816) capital de la Gobernación Intendencia. Era su gobernador don Martín Miguel de Güemes y habían transcurrido casi cinco meses desde que recibiera la orden del Congreso de Tucumán de hacer jurar la independencia.

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El próximo miércoles 7 de diciembre se cumplirá el 206º aniversario de la jura de la independencia por parte de la ciudad de Salta, por entonces (1816) capital de la Gobernación Intendencia. Era su gobernador don Martín Miguel de Güemes y habían transcurrido casi cinco meses desde que recibiera la orden del Congreso de Tucumán de hacer jurar la independencia.

¿Por qué tanta tardanza cuando nuestra provincia era una de las que más empeño había puesto para que sus congresales declarasen la independencia de las Provincias Unidas en Tucumán?

La razón fue que el gobernador Güemes se encontraba en el norte, organizando la defensa ante la inminente invasión del Ejército Real del Perú, comandado por José de la Serna e Hinojosa, y cuya vanguardia, al mando de Pedro Antonio Olañeta, ya ocupaba Tarija.

La tardanza, más que justificada como ya veremos, hizo que aquí en Salta crecieran las intrigas alimentadas por los enemigos internos de Güemes. Enemigos que, desde el Pacto de los Cerrillos (22/III/1816), se habían llamado a silencio, pero que en las sombras no cejaban de intentar indisponer al gobernador con el general Belgrano, de nuevo Jefe del Ejército del Norte.

Y mientras en Salta algunos intrigaban, Güemes desplegaba una intensa actividad organizativa a lo largo y a lo ancho del extenso territorio de la Intendencia. Lo hacía sobre la base de un plan defensivo que abarcaba más de cien leguas y que tenía en cuenta tres posibles líneas de invasión desde el Alto Perú: por Tarija, por la quebrada de Humahuaca y por la quebrada del Toro.

En el sector Tarija había designado al teniente coronel Francisco Pérez de Uriondo; en el de Humahuaca (Yavi), al coronel Juan José Campero; en Orán, al teniente coronel Manuel Eduardo Arias; en la vanguardia establecida en Humahuaca, al teniente coronel José María Pérez de Urdininea, y en el "Servicio de arrieros" al sargento mayor Pablo Martearena. Además, había creado en los últimos meses, el Cuerpo de Gauchos, la División Infernales de Línea, el Piquete de Artillería de Línea y los piquetes de Gauchos de Jujuy.

Enfrentamientos

Pero no todo era preparativos. Entre el 9 de julio de 1816 y el 7 de diciembre, las fuerzas de Güemes se habían enfrentaron con las invasoras en varias oportunidades, especialmente cuando estas avanzaban por la quebrada de Humahuaca hasta Huacalera.

Así fue que el 16 de septiembre los patriotas derrotaron a un destacamento realista de 120 soldados que habían acampado en Colpayo.

El 19 de septiembre, más de 200 realistas fueron rechazados en Tilcara por fuerzas patriotas de Pérez de Urdininea, el mismo día que Martín Güemes lanzaba desde Jujuy una proclama instando a la población a "arrojar al enemigo del suelo patrio".

Por el asedio gaucho, el 23 de septiembre los realistas abandonaron Huacalera y retrocedieron hasta Yavi. Al día siguiente, 60 de ellos que se decían "Los Angélicos", en contraposición a "Los Infernales" de Salta, fueron derrotados en Santa Victoria por un puñado de gauchos comandados por José Miguel Baldivieso. Por su parte, el coronel realista Marquiegui que había llegado a Santa Victoria el 6 de noviembre de paso a Tarija, sufrió numerosos ataques gauchos hasta que en Cachimayo fue obligado a dar pelea. Allí perdió 250 hombres entre jefes y oficiales, además de 25 cabezas de ganado. Cuando por fin Marquiegui pudo llegar a Tarija el 11 de noviembre, solo encontró un pequeño destacamento con el cual continuó su retirada después de haber perdido en su expedición más de 500 soldados. Pero el 15 de noviembre, sorpresivamente Olañeta regresó a Yavi y derrotó completamente a los patriotas comandados por Campero.

El 23 de noviembre, Güemes se repliega a Jujuy y allí permanece hasta el 6 de diciembre, cuando por fin puede regresar a Salta para presidir al día siguiente el acto de juramento de la Independencia.

Cumplida la orden del congreso de Tucumán, el gobernador Güemes se retiró nuevamente a Jujuy para seguir enfrentando la invasión del Ejército Real del Perú, ahora compuesto por 7.000 hombres. Esta excursión militar conocida en la historia como la Invasión Grande, se prolongó hasta el 5 mayo de 1817, cuando por el accionar de Güemes y sus gauchos, De la Serna debió abandonar Salta y más tarde Jujuy. Ese mismo día, Güemes le escribió al general Belgrano diciéndole: "Hostigados al cabo, los tiranos, de la terrible guerra que han sufrido, por las tropas de la Provincia que tengo el honor de mandar, han abandonado, al rayar el día, esta Plaza; dejándola tan en esqueleto, que por todas partes no presenta sino pruebas de la ferocidad española.".

La solemne ceremonia

Según el acta del Cabildo, el 7 de diciembre de 1816, "los señores del Muy Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento de la ciudad de Salta, se congregaron en acuerdo extraordinario para la celebración y solemne proclamación y jura de la Independencia de Sud América... según lo tiene ordenado el Soberano Congreso de las Provincias". Además de los miembros del Cuerpo Capital asistieron al acto: el señor gobernador intendente de la provincia de Salta, don Martín Miguel de Güemes, el venerable señor gobernador eclesiástico y su clero, comunidades religiosas, empleados civiles, militares, "vecindario y pueblo en crecido número que fue llamado el día anterior por bando". El gobernador Martín Güemes prestó juramento ante el alcalde de primer voto, según la fórmula remitida por el Soberano Congreso.

Luego, Güemes recibió el juramento del Cuerpo Capitular, del Síndico, del venerable Deán y clero, y de las comunidades religiosas. Seguidamente, prestó juramento "el pueblo con su noble vecindario".

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