Censistas que recorrieron la ruta camino al vertedero San Javier, en la que están apostados parte de los asentamientos Virgen de Urkupiña e Israel, señalaron algunos puntos de coincidencia en la mayoría de las casas relevadas. "La mayoría de las jefas de hogar trabaja de empleada doméstica y los varones dicen ser independientes. Es decir que no trabajan en relación de dependencia y no tienen obra social", destacó Mónica Domínguez, docente de artística.
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Censistas que recorrieron la ruta camino al vertedero San Javier, en la que están apostados parte de los asentamientos Virgen de Urkupiña e Israel, señalaron algunos puntos de coincidencia en la mayoría de las casas relevadas. "La mayoría de las jefas de hogar trabaja de empleada doméstica y los varones dicen ser independientes. Es decir que no trabajan en relación de dependencia y no tienen obra social", destacó Mónica Domínguez, docente de artística.
Mónica indicó además que la mayoría de los censados indicó tener "de 5 a 8 hijos". En cuanto a los servicios, la mayor parte informó tener pozo ciego, gas en garrafa, la mayoría indicó tener luz. En cambio, sobre la provisión de agua las respuestas fueron más dispares. Respecto a los niveles de estudios, la docente indicó que la gran parte de las personas censadas señalaron tener secundario incompleto y "hasta de primaria incompleta", advirtió. "Lo mismo pasa con los hijos, el 2% debe tener un estudio terciario, universitario nadie", graficó la censista, que reconoció haberse quedado "impactada" porque, indicó que "hay otra realidad".
La mujer vive en Ciudad del Milagro, llegó a la zona por primera vez. "Es otro lugar, al llegar, como a las 10 de la mañana, vimos que salía mucha gente del vertedero", señaló, y aseveró que esto le hizo reflexionar sobre "las comodidades que uno tiene diariamente".