Coincidencia o mera casualidad, pero lo cierto es que en el invierno de 1972, casi toda la Cordillera de los Andes, desde la Patagonia hasta el extremo norte de nuestro país, caían intensas nevadas, similares a las que ahora azotan a la Patagonia. Así fue que en julio de aquel año, la familia chilena Droguett resolvió hacer un viaje de turismo a nuestro país. Partieron de Santiago en automóvil, cruzaron la cordillera por el paso del Cristo Redentor y arribaron a Mendoza. Allí permanecieron unos días hasta que resolvieron regresar a su país por el mismo camino que habían hecho antes. Pero se dieron con la novedad de que ese paso trasandino había sido recientemente clausurado por las intensas nevadas de los últimos días. Y para colmo, el pronóstico del Servicio Meteorológico no era bueno, ya que anunciaba más nevadas en toda la zona cuyana.
Así fue que alguien arrimó a la familia una solución: regresar a Chile por el norte argentino, más precisamente por la RN51 y cruzar por el paso trasandino de Huaytiquina (4.275 m), ubicado en la provincia de Salta.
Al parecer, la sugerencia entusiasmó a la familia Droguett, ya que sin habérselo propuesto, las circunstancias les ofrecían la posibilidad de conocer gran parte de la Argentina, ya sea atravesando las provincias de San Juan, San Luis, Córdoba, Santiago y Tucumán, o también las provincias de San Juan, La Rioja y Catamarca hasta arribar a Salta.
No se sabe qué itinerario tomó aquella familia, pero a mediados de julio de 1972 arribó a Salta, que por esos días vivía a pleno las vacaciones de invierno. Posiblemente permanecieron una o dos jornadas en nuestra ciudad antes de regresar a Chile por la RN51 hasta alcanzar el paso Huaytiquina.
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Coincidencia o mera casualidad, pero lo cierto es que en el invierno de 1972, casi toda la Cordillera de los Andes, desde la Patagonia hasta el extremo norte de nuestro país, caían intensas nevadas, similares a las que ahora azotan a la Patagonia. Así fue que en julio de aquel año, la familia chilena Droguett resolvió hacer un viaje de turismo a nuestro país. Partieron de Santiago en automóvil, cruzaron la cordillera por el paso del Cristo Redentor y arribaron a Mendoza. Allí permanecieron unos días hasta que resolvieron regresar a su país por el mismo camino que habían hecho antes. Pero se dieron con la novedad de que ese paso trasandino había sido recientemente clausurado por las intensas nevadas de los últimos días. Y para colmo, el pronóstico del Servicio Meteorológico no era bueno, ya que anunciaba más nevadas en toda la zona cuyana.
Así fue que alguien arrimó a la familia una solución: regresar a Chile por el norte argentino, más precisamente por la RN51 y cruzar por el paso trasandino de Huaytiquina (4.275 m), ubicado en la provincia de Salta.
Al parecer, la sugerencia entusiasmó a la familia Droguett, ya que sin habérselo propuesto, las circunstancias les ofrecían la posibilidad de conocer gran parte de la Argentina, ya sea atravesando las provincias de San Juan, San Luis, Córdoba, Santiago y Tucumán, o también las provincias de San Juan, La Rioja y Catamarca hasta arribar a Salta.
No se sabe qué itinerario tomó aquella familia, pero a mediados de julio de 1972 arribó a Salta, que por esos días vivía a pleno las vacaciones de invierno. Posiblemente permanecieron una o dos jornadas en nuestra ciudad antes de regresar a Chile por la RN51 hasta alcanzar el paso Huaytiquina.
Primera noticia
La tarde del 21 de agosto la prensa tomó conocimiento por informes de Gendarmería Nacional que un fuerte temporal de nieve y viento blanco había sorprendido en la mañana del día anterior a turistas chilenos en el paso de Huaytiquina.
En realidad, los integrantes de la familia compuesta por Fernando Martín Droguett (58), su esposa Inés de la Jara y sus hijos Justo Hernán y Luis Fernando, habían logrado sobrepasar el límite internacional pero a pocos metros, ya en territorio chileno, fueron sorprendidos por un violento temporal de nieve. Era el temible viento blanco que a más de 150 kilómetros por hora les bloqueó por completo el vehículo en escasos minutos.
Estancado el automóvil y con serias posibilidades de ser sepultado por la nieve, el padre de familia tomó una arriesgada determinación: volver a pie hasta el puesto caminero de Gendarmería que habían pasado kilómetros antes y pedir ayuda. Dispuesto a enfrentar el temporal dejó el vehículo en compañía de su hijo Justo (33), su esposa Inés y Luis Fernando (35) se quedaban en el interior del automóvil a la espera de que regresaran con auxilio.
Y así fue que con manto de nieve de casi 60 centímetros de altura, padre e hijo se encaminaron hacia el puesto de Gendarmería. No se sabe cómo, pero el hecho es que sobre ese espeso manto de nieve, casi a ciegas por el viento blanco y con una temperatura de 20 grados bajo cero, lograron orientarse y llegar a Gendarmería. Según el informe oficial, los dos hombres arribaron al puesto casi exhaustos a las 14 horas del jueves 20 de julio.
Patrullas de rescate
A poco de tomar conocimiento de la dramática situación vivida por la familia, el Escuadrón “San Antonio de los Cobres” de Gendarmería Nacional organizó una patrulla con 20 hombres, muchos de ellos baquianos de la zona. De inmediato, la partida salió en búsqueda del coche que cobijaba a la esposa de Droguett y su otro hijo. Para ello se movilizaron en dos vehículos Unimog de gran despeje y especiales para este tipo de operativos.
Luego de varias horas de marchar por la nieve, la patrulla encontró a las 10 de la mañana del 21 de julio, casi sobre la línea fronteriza argentino chilena, en el paraje paso de Huaytiquina, el cuerpo de la señora de Droguett, el que era custodiado por su hijo y en cuyos brazos había fallecido. El vehículo no pudo ser localizado en un primer momento por Gendarmería dentro del territorio argentino, fuerza que operó desde un refugio que le había facilitado la empresa Tonda, que por entonces trabajaba en la zona.
Días después, una patrulla mixta de gendarmes y carabineros localizaron el vehículo a casi 30 kilómetros de la línea fronteriza. El hallazgo permitió evaluar el sacrificio hecho por los Droguett, que para llegar a destino debieron caminar casi 35 kilómetros sobre un espeso manto de nieve, a muy baja temperatura y a casi 4.300 metros de altura. Una verdadera odisea.
El hijo que había quedado junto a su madre en el coche, contó que luego de quedar solos, comenzaron a sentir que el habitáculo se enfriaba rápidamente a punto tal que parecía una verdadera heladera. Fue en esa circunstancia que su madre mostró los primeros síntomas de congelamiento. Ante ello tomaron la determinación de abandonar el vehículo para buscar afuera un refugio más apropiado. Así es que caminaron un buen trecho sin que el desértico lugar les permitiera ponerse a salvo mientras una tempestad se había desatado con inusitada violencia, muriendo en ese trayecto su madre.
Y mientras Gendarmería rescataba el cuerpo de la señora Droguett y a su hijo y los trasladaba al hospital de San Antonio de los Cobres, otra patrulla ya había hecho lo mismo con el resto de la familia. Y así fue que en ese nosocomio, todos se enteraron del fatal desenlace.
Luego de los primeros auxilios, los tres sobrevivientes fueron trasladados a Salta e internados en el hospital San Bernardo, donde recibieron las últimas curaciones.
“Los tres sobrevivientes de la familia Droguett, el padre y sus dos hijos, permanecieron internados hasta el 26 de julio cuando fueron dados de alta. El viernes 27 por la mañana visitaron nuestra redacción y por este medio se despidieron muy agradecidos del pueblo de Salta. El agradecimiento lo hicieron extensivo a Ricardo Diez Sierra y Ofelia Aramayo, ambos del Consulado de Chile, Francisco Hugo Arriazu, del Radio Club Salta, Marcos René Cano, personal de la firma Tonda del Paso Huaytiquina, personal de los hospitales de San Antonio de los Cobres y San Bernardo, personal de Gendarmería Nacional y del diario El Tribuno”.
El clima
“Todo el operativo de rescate realizado por Gendarmería Nacional se hizo bajo pésimas condiciones climáticas. Las temperaturas eran inferiores a los -20 grados, con viento blanco cuya velocidad oscilaba entre los 100 y 150 km/h. Y según el Ferrocarril General Belgrano, en esa zona de Los Andes hacía 48 horas que azotaba un violento temporal de viento blanco”.
Paso Huaytiquina
Fue el primer paso carretero de la RN51. Fue clausurado en 1979 por haber quedado sembrado de minas antipersonales luego del Conflicto del Beagle. Se calcula que en toda la Cordillera de los Andes se plantaron más de medio millón de estos explosivos. Por este motivo el Paso de Huaytiquina fue reemplazado por el Paso de Sico, habilitado en 1989.