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"No está en riesgo el planeta. Lo que está en riesgo es la especie humana"

Jueves, 08 de junio de 2023 02:51

Es periodista y actualmente trabaja como director de Comunicación Estratégica de la Fundación Avina. En diálogo con El Tribuno habló sobre la democracia y el medio ambiente y el papel que tiene la sociedad civil y el Estado para avanzar en la temática.

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Es periodista y actualmente trabaja como director de Comunicación Estratégica de la Fundación Avina. En diálogo con El Tribuno habló sobre la democracia y el medio ambiente y el papel que tiene la sociedad civil y el Estado para avanzar en la temática.

¿Cómo abordamos un futuro sostenible, teniendo en cuenta el medio ambiente?

El ciclo me parece sumamente pertinente por dos motivos: uno por la agenda que toca el desarrollo sostenible, creo que ya es casi una obviedad, no es una opción: o regulamos y volvemos a generar las condiciones para la sustentabilidad climática o perecemos. Acá no está en riesgo el planeta, el planeta va a seguir dando vuelta alrededor del sol durante millones de años. Lo que está en riesgo es la especie humana. Debemos abordar este tema e ir pensando cómo los distintos actores se tienen que involucrar para revertir las consecuencias negativas del cambio climático, que es un tema clave que no admite postergación.

Y lo segundo: abrir un espacio para abordar estos temas también me parece clave. Sobre todo si se logra convocar a los tomadores de decisión, tanto del ámbito empresario, como del Estado. Cada uno en su escala. En este caso, será en la escala de la provincia de Salta, pero hay que tomar decisiones y hay que generar políticas públicas y yo eso no veo que se esté discutiendo profundamente ni a largo plazo, ni sistemáticamente en ningún lado. Entonces, abrir ese espacio de diálogo y generar las condiciones para pensar qué innovaciones requiere esta agenda en el siglo XXI, me parece también clave.

Su panel será sobre que "no hay ecosistemas sustentables sin democracias sostenibles".

El primer punto es que el sistema democrático no es un sistema de delegación de poder, es un sistema de delegación de representación. Como no me puedo representar a mí mismo, voto a alguien que me represente. Pero se supone que el poder, el control de gestión lo tiene el ciudadano. El gran problema que tenemos en estas democracias masificadas es que cuando vos votás, perdés el control y, entonces, terminás delegando poder, no representación. Para mitigar esa situación se ha desarrollado lo que se conoce como democracia participativa, que te permite participar, a través del voto, pero eso es una manera, y después tenés otras herramientas que promueven la participación ciudadana como el presupuesto participativo, la iniciativa popular, el acceso a la información pública, etcétera. Entonces, lo que me parece clave es que los ciudadanos empiecen a ser capacitados desde el colegio. A utilizar estas herramientas y poder ir, no solo controlando la gestión, sino también incidiendo y promoviendo política pública, involucrándose en la definición de política pública. Y para eso hay otras herramientas como petición, audiencias públicas, banca popular en las Legislaturas. Claramente el ciudadano puede involucrarse en la vida democrática más allá del voto, y la agenda de medio ambiente y sustentabilidad lo requiere, porque es mucho lo que se puede hacer desde organizaciones sin fines de lucro o desde las empresas.

Mi idea en la conferencia del jueves (por hoy) es compartir algunos ejemplos bien concretos. Primero, una experiencia de una empresa que se llama Guayakí, que produce yerba en los bosques, en los montes del Gran Chaco, preservando el bioma y dándole trabajo a productores que viven en el Gran Chaco. La empresa produce yerba y después la procesa y la vende como bebida energizante. Esta empresa valorizó la lluvia que cae sobre la región donde ellos cultivan, le puso un monto, y ese monto se lo dona a una ONG en Colombia, que se llama Gaia, que se dedica a defender la selva Amazónica. Y vos me preguntás: ¿qué tiene que ver una empresa que cultiva en el Gran Chaco, con el bioma Amazónico? Bueno, porque gran parte de la lluvia que cae sobre la llanura pampeana y los bosques chaqueños condensa humedad en la Amazonía y los vientos, a través de lo que se llama río voladores, descarga como lluvia en el bioma chaqueño. Por lo tanto, si se desmonta la Amazonía, el bioma chaqueño se impacta y esta empresa no podría producir más yerba.

"En Chile, Bolivia y Argentina no hay estrategias más allá de explotar las minas. Los gobiernos deben desarrollar políticas públicas en materia ambiental".

Otro ejemplo bien interesante es el Parque Nacional Impenetrable, que se crea a partir del asesinato del dueño de 250 mil hectáreas de una estancia que se llamaba La Fidelidad, también ahí en el Gran Chaco, en el bosque Chaqueño. Eran 120 mil del lado de la provincia de Chaco y otras tantas del lado de Formosa. Aparentemente lo asesinaron para desmontar todo eso, porque era en predios que no estaban desmontados, que era todo bosque virgen y querían desmontarlo para expandir la frontera agropecuaria y empezamos a mover desde la sociedad civil una serie de contactos, terminamos convenciendo al gobernador del Chaco (Jorge Capitanich), para que expropie las 120 mil hectáreas que estaban del lado chaqueño, y se pudiera declarar ese predio como parque provincial primero, y después, una vez que se juntó la plata, y se le pagó, obviamente, el valor de la expropiación a los herederos, la provincia lo cedió a la Nación, y hoy es el Parque Nacional el Impenetrable.

¿Piensa que las democracias de Latinoamérica o de Europa van a poder llevar adelante su gobierno sin tener una agenda basada en en el medio ambiente?

Es absolutamente determinante que los gobiernos empiecen a generar políticas públicas de acuerdo a lo que van marcando las asambleas anuales que organiza Naciones Unidas con respecto al medio ambiente. Hay países que han suscripto convenios y se han comprometido a empezar a generar acciones de mitigación y reparación ambientales. Por supuesto que esto no depende de de la buena voluntad de un gobierno, depende después de que haya recursos para poder financiar, porque esto exigen cambios estructurales en los modelos de producción, en la matriz de recaudación impositiva.

Por un lado me parece que es clave empezar a construir espacios internacionales con poder real para impulsar todos estos acuerdos que se firman desde un voluntarismo y lograr que respondan a políticas bien concretas con presupuestos bien definidos. Lo segundo es que los gobiernos nacionales, sobre todo los del sur global y de América Latina, si no definen estrategias articuladas entre los países para poder cambiar el rol geopolítico que hoy tiene el sur global, vamos a seguir siendo países exportadores de materia prima, sin ningún tipo de valor agregado. Y en agendas claves, que ya también empiezan a impactar en el cambio climático, como puede ser, por ejemplo, toda la inteligencia artificial y todo el desarrollo de tecnología.

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