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El sueño americano a través del infierno del Darién

Viernes, 14 de julio de 2023 02:27

* Los libros más recientes de la autora son "Autocracia, democracia y constantes vitales en el reino magrebí (Alhulia, 2023)" y "Sexo, pudor y poder. Debates del siglo XXI en el norte de África (Alhulia, 2021)".

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* Los libros más recientes de la autora son "Autocracia, democracia y constantes vitales en el reino magrebí (Alhulia, 2023)" y "Sexo, pudor y poder. Debates del siglo XXI en el norte de África (Alhulia, 2021)".

* Adaptación de un reportaje de Clara Riveros publicado en Bulletin of Advanced Spanish. (Junio 2023)

 

La selva del Darién, situada entre Colombia y Panamá, fue definida en un documental de la BBC como la región "más intransitable y peligrosa de América Latina". Esta vasta zona se ha convertido en el paso de cientos de latinoamericanos (venezolanos, ecuatorianos, colombianos, peruanos, cubanos, haitianos, etc.), pero también de personas provenientes de destinos remotos (Bangladesh, Somalia, Yemen, China, India, Afganistán, entre otros países). El objetivo de todos es llegar a Estados Unidos, como sea y a cualquier precio. Es la apuesta al todo o nada. Se juegan literalmente la vida en esa carrera que para algunos termina de manera trágica.

Del Mediterráneo a la jungla

Si en Europa las imágenes de cadáveres flotando en el Mediterráneo estremecen, de este lado del mundo los registros no son menos desgarradores. No solo hay adultos poniendo en riesgo sus vidas, también exponen las de sus hijos (niños y bebés), a quienes tratan de distraer y tranquilizar prometiéndoles un viaje lleno de aventuras y emociones.

Décadas atrás la emigración era principalmente de hombres adultos que buscaban entrar por la frontera sur de Estados Unidos. Esa tendencia se ha modificado drásticamente. Ahora no solo se ha diversificado la procedencia de los emigrantes (cada vez hay más provenientes de China, Ucrania, Haití, Rusia y otros destinos distantes de América Latina), sino que también viajan familias completas y muchos niños viajan solos, constituyendo una proporción cada vez mayor en términos de inmigración irregular.

Cientos de hombres y de mujeres se lanzan en esa aventura selvática y desesperada por el Darién. Ellos se aferran a su fe y a sus creencias religiosas, invocan a Dios, sueñan con una vida mejor, desean tocar el paraíso, pisar la tierra prometida, o sea, Estados Unidos. Y para hacerlo han optado por las vías irregulares, están expuestos a mafias y a criminales, a las inclemencias de la naturaleza e incluso a ser devorados por animales salvajes en medio de la jungla.

Si los emigrantes logran cruzar la selva del Darién y llegar a Panamá, continuarán ese tránsito infernal durante varias semanas o meses por Centroamérica. La cantidad de tiempo invertido en el viaje dependerá de cuánto dinero llevan consigo y de cuánto puedan llegar a pagar. Después cruzarán México, que viene a ser lo que es Turquía o Marruecos para Europa, es decir el "Estado gendarme", encargado de contener la invasión, la avalancha, esas oleadas humanas tratando de llegar y de entrar a Estados Unidos de cualquier forma.

Los videos que circularon hace pocas semanas, dando cuenta del incendio en un centro de detención migratorio de Ciudad Juárez, en México, y que dejó como saldo 40 inmigrantes calcinados y otras decenas de heridos, ante la indiferencia de los guardias, expuso de manera muy nítida la deshumanización de la inmigración ilegal. La mayoría de las víctimas provenían de Guatemala, Venezuela, Honduras y El Salvador.

A menudo se señala a Europa y a Estados Unidos por su política restrictiva en materia migratoria, se cuestiona la falta de empatía y de compasión con los miles de emigrantes que tuvieron que dejar su tierra, su casa y salir con lo puesto huyendo de la violencia, de la miseria o de ambas. Pero, más allá de las consideraciones, juicios de valor o convicciones humanitarias a este respecto, tampoco hay que perder de vista que una política migratoria de puertas abiertas es imposible, no es realista y no es funcional.

¿Por qué desmerecer u olvidar que el primer responsable en las crisis migratorias es el país de origen del emigrante? Muchas veces los países de origen son cárceles a cielo abierto: mantienen regímenes de corte autocrático y gobiernos corruptos cuyos líderes gobiernan para beneficio propio y se han dedicado al saqueo de la riqueza y al sometimiento de sus pueblos, mientras que los ciudadanos pasan hambre, se hunden en la miseria y maquinan las formas posibles de darse a la fuga.

La contención

En 2022 hubo 350 personas fallecidas y decenas de desaparecidos en la selva del Darién. Eran emigrantes. Solo en los tres primeros meses de 2023, unos 87.390 migrantes irregulares cruzaron el Darién, la cifra es siete veces mayor a la del primer trimestre de 2022. Se calcula que este año unas 400.000 personas cruzarán esta selva, eso significa casi el doble de los más de 248.000 emigrantes que lo hicieron en 2022.

El creciente flujo migratorio hacia Estados Unidos, por esta vía, preocupa enormemente a Washington. Funcionarios estadounidenses han mantenido reuniones a lo largo del año con los gobiernos de los dos países implicados, Panamá y Colombia, para tratar la alarmante crisis migratoria que exhibe América Latina.

Entre las acciones y compromisos alcanzados por las partes, se acordó "iniciar diálogos entre autoridades migratorias de Panamá y Colombia; dialogar con los países de origen de los migrantes y fortalecer los intercambios de información judicial y labores de inteligencia".

Adicionalmente, los gobiernos de España y Canadá trabajarán mancomunadamente con Estados Unidos para facilitar que los solicitantes de asilo latinoamericanos puedan postularse -para ir a estos países- en centros de procesamiento de migrantes establecidos en sus países de origen.

Los países mencionados precisan trabajadores, mano de obra, en este período de recuperación económica tras la pandemia y, en principio, esa situación podría coadyuvar a la flexibilización para la recepción de inmigrantes procedentes de América Latina. El hecho de que Canadá y España apoyen al gobierno Biden en esta iniciativa podría redundar, en alguna medida, en aliviar la presión migratoria en la frontera sur de Estados Unidos.

Por su parte, el gobierno colombiano ha insistido a sus nacionales en que ninguna medida implica la apertura de fronteras de Estados Unidos y destaca que todo intento de emigrar irregularmente hacia ese país constituye ya no solo riesgos para la vida, sino procesamientos y deportaciones a los países de origen. La expulsión viene acompañada de la prohibición de entrada a Estados Unidos por cinco años y/o procesos penales si se es reincidente.

Las puertas siguen cerradas

Más allá de las advertencias del gobierno colombiano, las cifras muestran el deseo de muchos colombianos de dejar su país, inmerso en la inestabilidad propiciada por el nuevo gobierno. "El número de colombianos que cruzan la frontera ha alcanzado en los últimos seis meses cifras que nunca antes se habían visto, superando en ocasiones a los venezolanos. Además, los colombianos han desplazado a los argentinos en la compra de propiedades de bienes raíces ('real estate') en los últimos cinco meses. Esto demuestra que algo está pasando en Colombia", puntualizó Tomás Regalado, exalcalde de Miami, durante un foro del Interamerican Institute for Democracy ,celebrado hace pocos días en Miami.

Estados Unidos buscar endurecer las medidas contra la inmigración ilegal, a la vez que facilitará la apertura de canales para la inmigración ordenada y regular.

No hay que perder de vista que, en Florida, entró en vigor el 1 de julio la polémica ley que criminaliza la inmigración ilegal. La normativa busca sentar precedentes, desestimular el tráfico de personas y, en cierto modo, aterrorizar a los inmigrantes ilegales, que ya contemplan con preocupación e incertidumbre la necesidad de moverse a otros estados habida cuenta de la ley que limitará su libre movimiento, el acceso al empleo, a los servicios médicos y que incentivará la denuncia y la delación de su condición y/o estatus migratorio.

El proyecto de ley fue respaldado y la ley firmada por el gobernador del estado Ron DeSantis quien mantiene un sólido respaldo a su gestión. Algunos sugieren que DeSantis ha experimentado un proceso de radicalización en sus posiciones de cara a las primarias republicanas. El veterano de guerra, egresado de Harvard y Yale, de ascendencia italiana, deberá enfrentar y vencer al carismático expresidente Donald Trump, de 76 años, para hacerse con la candidatura republicana y participar en la próxima elección presidencial.

De momento, la opción preferida de los electores republicanos sigue siendo Trump, quien aventaja en las encuestas a DeSantis por más de 30 puntos. Trump a menudo es recordado por sus posiciones inflexibles y comentarios despectivos sobre los inmigrantes ilegales e indocumentados. El gobernador de Florida es una joven figura política en ascenso. A sus 44 años, el político conservador defiende que está cumpliendo todo aquello que prometió en campaña.

Trump, por su parte, ha afirmado que si gana las elecciones en 2024 buscará que le sea negada la ciudadanía automática a los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en tierra americana y que ordenaría a las agencias federales que exijan que al menos uno de los padres sea ciudadano o residente permanente legal en Estados Unidos.

La inmigración ilegal, sin duda, será uno de los temas que marque la agenda y la exposición pública y mediática de cara a las primarias y, desde luego, la próxima contienda presidencial en Estados Unidos.

 

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