Un escándalo mayúsculo se desató por una infundada noticia sobre una supuesta intoxicación masiva con una galletita y un alfajor distribuidos entre los alumnos de la Escuela N° 4.281 "Manuel J. Castilla", en El Carril, el día jueves 28 agosto pasado con motivo de los 40 años de la institución.
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Un escándalo mayúsculo se desató por una infundada noticia sobre una supuesta intoxicación masiva con una galletita y un alfajor distribuidos entre los alumnos de la Escuela N° 4.281 "Manuel J. Castilla", en El Carril, el día jueves 28 agosto pasado con motivo de los 40 años de la institución.
En lugar de abordar sus preocupaciones de manera responsable, algunos padres optaron por lanzarse a las redes sociales para ventilar sus quejas antes de investigar adecuadamente la situación en la escuela.
Esta falta de discernimiento contribuyó a un ambiente de alarma infundada y generó un debate innecesario en torno a la supuesta intoxicación de los niños. Debió intervenir hasta el hospital San Rafael para evacuar dudas y la escuela debió emitir un comunicado obligado por el Ministerio de Educación de la Provincia.
Y todo comenzó porque una madre al saborear la conocida galletita y el alfajor de dos marcas populares observó que la fecha de vencimiento estaba pasada por algunos días. No tuvo mejor idea que denunciarlo en las redes sociales inmediatamente, a lo que se sumaron otros padres con fuertes reclamos. No pasó mucho tiempo y la noticia fue una supuesta intoxicación de quienes comieron las golosinas.
Fue tal la polémica desatada en estos días por las golosinas vencidas que hubo amenazas de demandas por injurias entre los padres. Mientras tanto, el caramelero que suministró las golosinas ya no quiere ir a la escuela, y la directora tuvo que convocar a la Cooperadora de Padres a una reunión de urgencia a los fines de deslindar responsabilidades y hacer aclaraciones al respecto.
La directora Noemí Costilla explicó: "Asumo el error; confiamos en el proveedor; eran golosinas vencidas pero no provocaron problemas de salud a los alumnos. Fue la primera vez que nos ocurre con este proveedor, este señor trabaja hace 20 años con nuestra escuela", dijo.
Después de tres días de rigurosa investigación, el hospital "San Rafael" de El Carril emitió un informe oficial a pedido de la escuela, en el que se confirmaba que no se habían registrado casos de intoxicación relacionados con la ingesta de las golosinas tal cual había sido deslizado en las redes sociales.
La acción impulsiva y desinformada por parte de algunos padres comenzó con subir fotos de la galletita vencida, pero con su contenido ya consumido. Algunos padres que prefirieron avivar el fuego de la controversia se confrontaron en las redes invalidando el accionar responsable de la directora, y otros en defensa de la escuela. A todo esto, apareció la Cooperadora de Padres de la escuela abogando por la seriedad y la responsabilidad al abordar situaciones de este tipo, enfatizando que la comunicación directa con la institución es esencial antes de tomar acciones precipitadas.
"Se repartieron con buena intención las golosinas, no para intoxicar sin advertir que dos productos estaban vencidos, no hubo niños con problemas. Los mismos padres que consumieron las galletitas no se enfermaron", contó Adolfo López, presidente de la Cooperadora de Padres al referirse al la imagen que habría desatado la polémica.
La falta de información y la prisa por señalar con el dedo llevó a malentendidos innecesarios y conflictos evitables en la comunidad escolar.
Eva Aráoz, madre de un alumno, habló de lo sucedido. "Algunos padres deberían plantear la situación antes de criticar en los medios o en las redes sociales. La escuela asumió plenamente su responsabilidad al llevar a cabo una investigación exhaustiva y emitir un comunicado oficial para esclarecer el incidente. Mientras tanto, la misma madre que inicialmente publicó la denuncia en las redes sociales nunca se acercó a la institución para obtener información adicional", aseguró la madre que insistió en que no hubo alumnos ni padres intoxicados.