La industria se desarrolla principalmente a partir de una necesidad, una demanda o la visualización, de parte de la población, de algún desarrollo futuro que sea de utilidad. La realidad es que actualmente las industrias en nuestro país siguen siendo del tipo extractivas, y tanto a ese nivel, como en lo regional seguimos exportando, por ejemplo, granos, y -ahora que está en auge- la minería, repite el patrón. Todavía tiene poca fuerza el agregado de valor al material que se extrae; entonces el desafío de la industria argentina está en cada vez ir conquistando más eslabones en la cadena de valor.
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La industria se desarrolla principalmente a partir de una necesidad, una demanda o la visualización, de parte de la población, de algún desarrollo futuro que sea de utilidad. La realidad es que actualmente las industrias en nuestro país siguen siendo del tipo extractivas, y tanto a ese nivel, como en lo regional seguimos exportando, por ejemplo, granos, y -ahora que está en auge- la minería, repite el patrón. Todavía tiene poca fuerza el agregado de valor al material que se extrae; entonces el desafío de la industria argentina está en cada vez ir conquistando más eslabones en la cadena de valor.
En lo que refiere exclusivamente al profesional debe decirse que además de ejercer su actividad, también se convierte en investigador, y en el caso de las ciencias duras, se genera muchísimo conocimiento; pero la aplicación de ese conocimiento luego de haber investigado, en la industria está desfasado.
En la Salta, a fines de 2022, se registraban 13.858 puestos de trabajo en el sector industrial, que representan el 5,6% del empleo total. La variación interanual fue del 11% y es la cifra más importante de los últimos 5 años, 12.933 en 2019, y 13.511 en 2017. De cara al 2023, el año comenzó con un buen nivel de actividad respecto al año anterior, pero con una visible desaceleración de la producción. Dado el año electoral y los desafíos macroeconómicos por delante, el foco de coyuntura está puesto en dotar de mayor competitividad a la industria de Salta, ya que factores macro como brecha cambiaria, las reservas internacionales y los controles a las importaciones, condicionarán la dinámica de la actividad. Uno de los subsectores más dinámicos de los últimos cinco años fue el metalmecánico, alcanzando un 49% de var. i.a.
Desde la Universidad, el Copaipa, INTI y escuelas de formación técnica se viene preparando y capacitando a las personas para insertarse con mayor valor agregado a la cadena productiva. En ese sentido podemos mencionar capacitaciones como el Curso de Operadores de Caldera, Inspectores de Calderas y recipientes sometidos a Presión; la próxima Certificación de Operadores de Calderas Industriales a través del Organismo Argentino de Acreditación; la formación básica de Soldadores y Calificación de soldadores en distintas áreas; y las capacitaciones sobre Competencias del personal de mantenimiento eléctrico sobre habilidades básicas.
Mención aparte merece el trabajo del Copaipa junto a las cámaras de la Minería y las de proveeduría minera, y la Unión Industrial, que, junto a las dos universidades, llevamos adelante la Formación Complementaria para la Minería e Industria de Salta. Hoy estamos transcurriendo el 5° y último ciclo, después de haber capacitado a 2000 alumnos por cohorte. Para el año 2024, y a solicitud e interés de la Cámara de la Minería y la Unión Industrial, presentaremos la capacitación con importantes innovaciones.
Organismos formadores
Es importante que la industria que se está desarrollando se acerque a los organismos formadores de los profesionales, por un lado, las escuelas de conocimiento y por otro lado las empresas. En preciso estudiar mejor el mercado, y entender qué va a pedir la industria de acá a cinco o diez años, para que entonces los profesionales que se están formando hoy, tengan la habilidad y la capacidad para afrontar eso mañana.
Es importante trabajar también en el acercamiento desde las entidades intermedias, pero sobre todo desde las personas, sobre todo los dirigentes jóvenes que tienen la visión de hacer el networking necesario.
Sin lugar a dudas todavía hay que dotar de más y mejores incentivos al empresario y el emprendedor en lo impositivo, para no estancar las ideas en micro o nano empresas. El fomento a la incorporación de mano de obra, capital humano genuino, para que no se vayan las grandes mentes, sino que las podamos tener acá insertas en las empresas, será de gran valor.
Hay un fuerte incentivo para la innovación o generación de conocimiento desde el estado a través de instituciones de gran porte de ciencia y tecnología, pero la transferencia de ese conocimiento generado a la industria todavía es poca. El gran desafío es acercar urgentemente esa brecha, al menos en la industria, desde las empresas, las casas de estudio, los gobiernos órganos legislativos, las entidades empresariales y nuestras instituciones profesionales.